El patrimonio visual de Neuquén se cae a pedazos
El mural de Juárez, patrimonio de la ciudad de Neuquén, se deteriora en Córdoba y Teniente Ibáñez. Para la Municipalidad, hay poco que hacer contra la humedad. Para otros, es dejadez y desidia.
El autor de la obra es Carlos Alberto Juárez y la vitrofusión de Graciela Couto. Foto: Matías Subat.
El tapial blanco y cegador de las paredes del cementerio central se transformó hace un poco más de 10 años en el lienzo de una obra de arte de Carlos Alberto Juárez, declarado luego patrimonio visual de la ciudad de Neuquén.
El “Mural de los Elogios” es un trabajo plástico representa -entre otros muchos mundos del mural- la noche austral, la cruz del sur y los cuatro rumbos andinos, la femeneidad y la fertilidad de la tierra, el año nuevo, la resurrección de la vida, los pueblos originarios, el universo y lo cósmico, la Cordillera de los Andes, los volcanes, el petróleo y el aguas, entre otras significantes y sensaciones.
Desde hace unos dos años, la obra se cae a pedazos, literal.
Los cerámicos que sostienen las imágenes, colores y formaciones, se despegan, y en forma de catarata, se desprenden.
El enorme hueco ya comienza a mostrar, en medio de las imágenes de la obra, el gris anodino del pegamento y revoque.
“Está la posibilidad de restaurar, hemos hablado de hacerlo, seguramente antes de fin de año, se pueda recuperar”, estimó la subsecretaria de Cultura de la ciudad, Cintia Rojas.
Aseguró que los arreglos son complejos, porque “tiene que ver con lo que sucede atrás”, consideró, en referencia a que del otro lado del muro, están las nicheras.
“Hay humedad y los cerámicos se despegan; se va a restaurar pero eso va a pasar siempre, lamentablemente, tiene que ver con lo que hay al otro lado”, insistió.
Lamentó que se tratara de un problema de tratamiento profundo del paredón, que no se puede realizar debido a que en la contracara del muro, en el interior del cementerio, el paredón es el sector de nichos.
“Habría que hablar con restauradores, como para que nos den una solución”, dijo Rojas.
Para el exsecretario de Cultura de al comuna, Oscar Smoljan, no se trata de un problema de humedad sino de mantenimiento del mural como obra de arte.
“Como toda obra al exterior, requiere de mantenimiento y a eso nunca se le puso un fleje arriba y eso conspira con le mantenimiento”, sostuvo Smoljan.
Aseguró que en un mural, se debe prever la acción del viento, el agua y el sol y realizar la tarea de mantener la obra .
“Cuando se trata de paneles, y se suela uno, si no se repara en el momento, se comienzan a desprender en cadena. Hace un año o dos cuando hubo un desprendimiento fue el mismo Carlos Juárez y lo reparó y lo arregló”, dijo Smoljan.
Agregó que la municipalidad se comprometió a continuar manteniéndolo y “nunca hacen nada”, criticó.
El ex funcionario recordó que el mural fue gestionado durante la administración del fallecido intendente Martín Farizano y se completó la obtención de recursos y el trabajo durante la administración Quiroga.
En ambas gestiones, Smoljan tuvo el mismo cargo: secretario de Cultura y encargado del Museo Nacional de Bellas Artes.
“El mural se inició en mayo de 2011 con el subsidio Impulsarte, en la gestión Farizano. Por un convenio con la comuna, durante la gestión de Quiroga contó con el aporte de materiales de la empresa Weber Saint Gobain y de la escuela de cerámica que armó las plaquetas”, recordó.
Insistió que el deterioro de la obra tiene que ver con la falta de mantenimiento y la colocación preventiva de flejes en la parte superior del paredón en el que se montó la obra.
El Mural de los Elogios fue declarado Patrimonio Municipal por la ordenanza 12.848, en la que se fijó la obligación de la comuna de conservación.
El autor, arquitecto Carlos Juárez vive en Neuquén desde 1981, participó en más de 150 muestras colectivas e individuales en galerías, instituciones educativas, sociales y culturales de Argentina, como el Centro Cultural Recoleta, el Palais de Glace, el Museo Sívori y el Museo de Arquitectura de la Ciudad de Buenos Aires.
Su obra fue seleccionada en el Salón Nacional de Artes Plásticas de la Secretaría de Cultura de la Nación, en bienales patagónicas y en otros eventos artísticos nacionales.
La obra del Centenario requiere mejoras
El ex secretario de Cultura de la comuna, Oscar Smoljan, reclamó el mantenimiento y arreglos de la escultura ubicada en pleno micro centro de la ciudad, sobre la Olascoaga casi Mitre, que se caracteriza por grandes esferas y agua.
Consultado por el mural que se trabajó durante su gestión, que está declarado Patrimonio de la ciudad y que aseguran que no se puede reparar por los problemas de humedad constantes del otro lado del muro, Smoljan insistió en que el problema sólo es la falta de atención y mantenimiento municipal.
“En general, la municipalidad descuida el mantenimiento de las obras de arte y de los murales, una prueba de ello es la escultura del Centenario”, sostuvo. Aseguró que la obra es “conceptual, es la universalidad expresadas en las esferas, los colores de la integración étnica, la cinta de la infinitud en moebius y el agua que emula la integración del os ríos Limay y Neuquén.
“Esa obra y fuente la pagaron los privados por los 100 años de la ciudad. Se hizo un concurso nacional, con Clorindo Testa como jurado y por no poner en línea la canalización del agua, lo que debería ser una cortina, se va para cualquier lado; la cinta de moebius se balancea con un poco de viento;no se limpia ni se mantiene, y pierde toda la gracia”, aseguró. Las tres esferas de cerámica Venecita fueron creadas por el plástico Eduardo Pla. “Es una gran obra contemporánea y compleja que tiene que ver con la identidad de la ciudad y preservar la historia”, recalcó.
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