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El municipio de El Bolsón inició trabajos para lograr la rehabilitación del aeródromo

La clausura del aeródromo de El Bolsón impuesta días atrás por la Administración Nacional de Aviación Civil generó preocupación en el municipio de esa localidad, que comenzó a gestionar las obras necesarias para dotarlo de seguridad básica y recuperar los permisos de uso.

Si bien la estación aérea quedó en un lugar inconveniente ante el crecimiento de la ciudad y hace años que no recibe vuelos comerciales, sí está disponible para emergencias sanitarias y también para la operación de helicópteros y aviones hidrantes en temporada de incendios.

La jefa de Gabinete del municipio, Adriana del Agua, dijo que comenzarán a realizar limpieza en uno de los extremos del predio donde hay abundante vegetación y avanzarán con la pintura de “los vértices” de la pista, que son algunos de los requerimientos del organismo regulador.

Otra de las razones de la clausura -según se indicó- es la falta de cerco perimetral, cuya instalación sería “un gasto enorme” y por ahora no está proyectado, dijo del Agua. Pero aclaró también que el predio “nunca tuvo alambrado” y eso no fue obstáculo para operar.

Esto último fue desmentido por el jefe del aeropuerto, Hernán Cerieldin, quien dijo que “sí tuvo cerco y todavía quedan algunos tramos, pero otros han desaparecido”, lo cual permite que “ingresen personas con vehículos, motos, bicicletas” y generen riesgos para la operación aérea.

Todas las partes reconocen que la conectividad por aire es fundamental para El Bolsón y que la prioridad de contar con el aeródromo en condiciones está “fuera de discusión”.

Para Cerieldin, en verano es especialmente importante porque suelen sucederse los incendios forestales en la región y el complejo a su cargo funciona como asiento y terminal operativa para los aviones hidrantes, que no tienen otra alternativa cercana.

Del Agua reconoció que la falta de alambrado es un problema porque en un sector se generaron senderos informales y hay personas que cruzan habitualmente a pie, para unir la ruta 40 con el barrio Arrayanes. Dijo que será necesario regular ese uso, con cartelería u otros instrumentos.

La jefa de Gabinete señaló que El Bolsón “creció mucho” en población y también en movimiento turístico. Recordó que la localidad “antes no tenía temporada de invierno”, pero eso comenzó a revertirse con el desarrollo del centro de esquí en Perito Moreno. Según el censo 2022 la ciudad tiene 24.276 habitantes y son más de 50 mil si se suma toda la comarca del Paralelo 42.

Años de decadencia

El aeródromo pertenece a la provincia de Río Negro. Esta semana las autoridades del municipio tomaron contacto con el ministerio de Obras Públicas y con la dirección provincial de Transporte con la idea de “coordinar” las obras que hagan falta para levantar la clausura.

Alguna vez recibió vuelos regulares de Sapse y de la empresa Lade, pero desde hace años no tiene tráfico comercial. “Hoy no está bajando ningún avión, es una realidad, pero si se trata de planificar en serio, El Bolsón necesita un aeropuerto”, dijo del Agua.

Señaló que por su ubicación el actual no sería apto y en el mediano plazo proyectan buscar otro lugar. Además, el predio asignado hoy ya está comprometido en parte con otros destinos. Por ejemplo en un extremo se construirá la futura terminal de ómnibus.

La funcionaria municipal dijo que aspiran a “organizar el espacio” y hacer las obras indispensables para que vuelva a funcionar al menos para emergencias sanitarias y operativos contra incendios. Dijo por ejemplo que la pintura para la pista ya está a disposición y si hasta ahora no se aplicó fue por razones climáticas. Señaló que el plazo otorgado por la ANAC vence en octubre y para entonces confían en cumplir con los requisitos.

Muchas obras por hacer

Cerieldin dijo que la clausura llegó luego de varias advertencias y se justifica por “las graves dificultades para la seguridad operacional”. Señaló que a la pista “la están ganando los suyos” y hace falta limpiar “los sectores aledaños”, para seguridad de las aeronaves en caso de despiste y también habló sobre lo imprescindible que resulta el cerco perimetral. Advirtió que en el edificio central, que la ANAC comparte con el Servicio Meteorológico Nacional, “no hay calefacción, ni agua potable”, y también presenta “dificultades en la instalación eléctrica”.

Según el jefe del aeródromo, la situación actual “no es fácil de resolver, es complicado, porque hay un abandono de años, si hubiera tenido mantenimiento permanente no sería tan difícil”. Aseguró que hasta la clausura la terminal área recibía con cierta frecuencias vuelos privados “de empresarios” y también fue empleada para traslados de personas accidentadas. Además dijo que el verano ya está cerca y el uso para incendios resulta “imprescindible”.

Cerieldin dijo que para sacar al aeródromo de la postración actual la iniciativa debe tomarla la provincia. “Lo primero sería una reunión con las autoridades, pero hasta ahora no nos han llamado. Solo el intendente (Bruno Pogliano) manifestó su preocupación y su interés en reunirse, aunque hasta ahora no pasó de ahí”.

Recordó que el lugar funciona además como sede de un aeroclub, con décadas de historia, cuyos socios por ahora también están impedidos de volar.


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