El municipio de Bariloche prepara el primer convenio de “comanejo” con una comunidad mapuche

La comunidad Tacul-Cheuque, asentada en el parque municipal Llao Llao, está en vías de firmar con el municipio de Bariloche un convenio de “comanejo” que les permita consolidar las actividades económicas que ya desarrollan en el lugar y dejar en claro las responsabilidades de cada parte en la preservación ambiental del bosque y la concurrida playa de bahía Tacul.

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El secretario de Ambiente y Desarrollo Urbano, Claudio Otano, dijo que hace unos 20 días se realizó la última reunión de representantes municipales con la comunidad, cada uno con sus abogados, y que ya circula un borrador del convenio, que volverían a evaluar la próxima semana, con la perspectiva de firmarlo en breve.

La gestión se hizo muy trabajosa, ya que el convenio debió estrenarse este verano, pero todo se demoró.

Otano dijo que se tratará del primer acuerdo de “comanejo” entre el Estado municipal y una comunidad mapuche, del mismo tipo de los que ya tiene Parques Nacionales, y que servirá como “experiencia piloto”, con la posibilidad de avanzar en la misma línea con con otras comunidades que tienen presencia en el ejido, como la Quijada, Buenuleo y Millalonco Ranquehue.

Otano dijo que “existe una resolución del Ejecutivo” que encuadra las actividades que hoy efectúa la comunidad Tacul-Cheuque en Llao Llao, incluido el cobro del estacionamiento, el alquiler de dormis y la explotación de una proveeduría. Pero hace falta un convenio más específico, porque hoy las actividades comerciales se desarrollan de manera “informal”.

Señaló que el comanejo es el mecanismo idóneo para fijar las obligaciones y derechos de cada parte y que el municipio no puede desentenderse porque la comunidad Tacul tiene presencia en el lugar, donde inició una recuperación de tierras en 2007, y potestad efectiva sobre 6,5 hectáreas, con reconocimiento del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas.

Otano dijo que el objetivo es incorporarlos como contribuyentes, aunque “respetando cierta autonomía” de la agrupación. “Se cobrará seguramente por las habilitaciones, pero con un tratamiento muy especial, por el reconocimiento que tienen”, afirmó.

Según el funcionario, los miembros de la comunidad “se llevaron el borrador de convenio y deberían realizar una devolución esta semana”.

La werken de la comunidad Tacul, Ana María Dominick, dijo que el viernes se reunirán para analizarlo en detalle, pero anticipó que algunos puntos ya le parecen objetables. “Nosotros estamos libres de impuestos y nos quieren cobrar hasta el retiro de la basura -explicó-. La basura nuestra queda acá y la que deja la gente en la playa le corresponde al municipio. No es área nuestra”.

Dominick dijo que la presencia de la comunidad en el área protegida y el trabajo que realizan permite preservar el lugar, pero el municipio no siempre cumple su rol, porque “hay áreas que están por fuera del territorio de la comunidad, como el Puente Romano, que son una mugre”.

Reconoció que el cobro del estacionamiento, a razón de 500 pesos la hora y 2.000 el día, les trajo algunos conflictos “especialmente con la gente de Bariloche”, porque históricamente acostumbraron a visitar el lugar sin pago alguno y hacer fuego, lo cual hoy está prohibido.

“La gente de afuera entiende y es muy amable, pero los de acá son soberbios y maleducados”, dijo la mujer.