El municipio de Bariloche demora la regulación de las aplicaciones y crecen las quejas

Los taxistas y remiseros declararon esta semana una caída en sus ingresos que supera el 60% y lo atribuyeron a la multiplicación de los servicios “ilegales” que prestan las aplicaciones, mientras el Concejo Municipal sigue sin resolver qué tipo de regulación aplicará sobre el sector.

Desde lo formal, el funcionamiento de Uber está prohibido desde mediados de 2023 por una resolución que dictó el exintendente Gustavo Gennuso, pero que en los hechos se cumple poco y nada. Desde entonces tanto en la gestión Gennuso como en la actual, de Walter Cortés, ingresaron al Concejo proyectos para darle un marco normativo a las llamadas “plataformas digitales” de traslado de pasajeros. Pero los desacuerdos impiden avanzar en el tema.

El impulsor de la iniciativa actualmente en análisis es Tomás Hercigonja (del oficialista partido PUL), quien reconoció la parálisis del trámite.

Lee También

En Bariloche quieren avanzar con la habilitación de Uber y ya hay fuerte polémica

El trasfondo sería un desacuerdo en el propio oficialismo, que habría derivado en una poda de artículos en el proyecto de Hercigonja, entre ellos el que proponía incorporar a las aplicaciones como contribuyentes municipales. Hoy prestan el servicio de modo informal y no pagan ningún tributo.

El presidente del Concejo, Gerardo del Río, dijo que la demora en la aprobación de la ordenanza tiene que ver con las políticas de desregulación del transporte que impulsa el gobierno nacional. Aseguró que tratan de determinar la mejor regulación posible para la actividad “con el fin de defender el trabajo de nuestros vecinos”.

Lo hizo durante la última comisión Legislativa, pero no logró convencer a las mujeres conductoras de taxis y de remises, que concurrieron a esa reunión en busca de respuestas. Una de las dirigentes de ese grupo, Paola Biss, le dijo a este medio que los sueldos de los peones de taxis (atado a la facturación) se redujo entre el 60 y el 70% por la competencia de las aplicaciones.

Ese cuadro podría agravarse en lo inmediato con el aumento de la tarifa de taxis aprobada por el municipio, que saltó de los 950 a los 1.500 pesos para la bajada de bandera en horario diurno.

“Sabemos que esta es una realidad que llegó para quedarse y no pretendemos otra cosa que contar cuanto antes con una reglamentación clara, como las que ya tienen en Mendoza, Mar del Plata, Misiones y otros lugares turísticos”, dijo Biss.

Fiscalización ausente

La taxista cuestionó que la municipalidad haya relajado los controles y casi no imponga sanciones a los prestadores de Uber. “Como mucho les hacen una multa, pero los dejan seguir, con sus pasajeros sin problemas”, denunció. En un principio el municipio había aplicado más severidad, incluido el secuestro de autos, ahora ya no ocurre.

Según Biss, son entre 300 y 400 los autos que funcionan en forma irregular, sin habilitación y sin pagar ningún derecho. Se suman a los 285 taxis y 240 remises que circulan en Bariloche.

Se preguntó por qué si el intendente Cortés tiene la postura de convalidar la llegada de Uber y aplicaciones similares “por qué no levanta la prohibición” que dejó Gennuso. Lo mismo cuestionó el concejal opositor Facundo Villalba, cuando dijo que la principal dificultad es “que el gobierno no ponen en claro adonde quiere ir con los servicios de transporte”.

Biss dijo que la disputa por tarifas tiene sus complejidades, y si bien los autos de aplicaciones digitales tienen menores costos y en general cobran más barato “no siempre es así y depende de la demanda”. Dijo que le consta que en horarios pico han llegado a cobrar 12.300 pesos por viaje desde El Frutillar hasta el centro, cuando el taxi, con su tarifa oficial, costaba en esa fecha 5.300 pesos.

También refirió que debido a la dejadez del municipio “viene gente de afuera a trabajar a Bariloche” con transporte informal y “se pierden porque no conocen los caminos”.

Permisos amplios

Hercigonja se inclinó por adoptar un sistema laxo, que permita el funcionamiento de todo tipo de aplicaciones, incluso las de desarrollo local. Dijo que habría que sincerar la situación -primero que nada- y reconocer que hoy los taxis también trabajan a través de Uber !y facturan tres veces más” que si ponen el reloj.

Otra concejal, Roxana Ferreyra (Nos Une), reconoció que en el actual contexto legislar es difícil, porque la desregulación completa está en pleno avance y en el aeropuerto de Bariloche “cualquier vehículo ya puede transportar pasajeros con solo contar RTO y seguro”, porque prevalece la jurisdicción nacional.

Aceptó que esa política, con la que dijo estar en desacuerdo, “viene a romper todo lo que se venía trabajando”.

Biss dijo que si el municipio continúa con las dilaciones, la única protesta que les queda a los licenciatarios de taxis y remises es negarse a cumplir con la rehabiiltación semestral. Señaló que la próxima vence en febrero y entre certificados y verificaciones cuesta casi 100.000 pesos, sumado al carnet profesional, “que también cuesta caro”.

A pesar de esa presión, en el Concejo no parece haber apuro y las definiciones sobre el tema deberán esperar al año próximo. Los concejales consultados admitieron que en lo inmediato la preocupación excluyente es tratar el presupuesto 2025 y las actualizaciones de las ordenanzas fiscal y tarifaria.