El intendente de Plaza Huincul pide autorización para comprar el excine de YPF a 45 millones de pesos
Se trata de un icónico edificio que formó parte de la época dorada de la compañía petrolera y que desde hace años está a cargo de la comuna a modo de comodato. El Deliberante debe autorizar la transacción.
El intendente Gustavo Suárez envió al Deliberante de Plaza Huincul, el proyecto de ordenanza para la adquisición del excine Ruca Lighuen, edificio que pertenece a la empresa YPF. Después de llevar adelante las negociaciones se resolvió que el monto de venta es de 45 millones de pesos, por lo que el Concejo Deliberante deberá autorizar al Ejecutivo a realizar la transacción. El edificio histórico está destinado al uso de actividades culturales.
La iniciativa que fue remitida por el jefe comunal huinculense, tomó estado parlamentario y pasó a comisión en la sesión de hoy. En el proyecto se especifica que hubo acuerdo para que el precio de venta del edificio situado en el barrio Central, sea de 45 millones de pesos. «El valor surge de las negociaciones entre las partes, teniendo en cuenta las tasaciones respectivas y las condiciones del contexto existente», se fundamentó.
Desde hace un tiempo, el edificio permite el funcionamiento de espacio para la realización de eventos culturales, de hecho se lo denomina Centro Cultural Ruca Lighuen y allí se desarrollan las actividades organizadas por la Secretaría de Relaciones Institucionales y Ciudadanía.
«Mediante la compra este municipio tendrá las herramientas necesarias para fortalecer y para promover la acción comunitaria y la falta de adquisición de ese inmueble ocasionaría el cese dichas actividades», se fundamentó.
El intendente Suárez pide que para garantizar la «transparencia de la operación» y avanzar con las gestiones de compra, se disponga su autorización de parte de los concejales. Una vez que se adquiera, las tierras deberán ser transferidas al patrimonio municipal. Se trata de un total de 6.264,38 metros cuadrados, de los cuales 1,229,36 están construidos. El resto es el espacio para estacionamiento sin cubrir.
Se indica, además, en los anexos que el edificio de dos plantas y se describe que cuenta con sanitarios y otras dependencias en el interior. Este edificio formó parte del patrimonio de YPF antes de la privatización y funcionó como cine y teatro. A las proyecciones de películas se le sumaba las puestas teatrales y los actos oficiales, con una estructura de las más reconocidas en la región por la calidad de la construcción.
Sin embargo, con la privatización de la compañía en 1991, logró sobrevivir algún tiempo hasta que fue insostenible su mantenimiento. Allí empezó su debacle cuando se lo destinó a una sala de juegos nocturna, a un local bailable hasta que finalmente quedó como espacio para la presentación de espectáculos y muestras municipales.
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