El colector costanero de Bariloche está listo pero no lo estrenan porque falta un generador
El colector está destinado a ampliar la capacidad del sistema de saneamiento, es complementario del segundo módulo de la planta depuradora, ya inaugurada, y su construcción llevó varios años.
El colector costanero de Bariloche fue realizado por el Enohsa pero no lo transfiere aún a provincia. Foto: Archivo
El nuevo colector cloacal costanero que Bariloche necesita y exige desde hace años para mejorar su sistema de saneamiento ya está listo para su estreno, pero todavía no fue puesto en uso porque le falta un generador eléctrico de resguardo para la última planta de bombeo.
El superintendente del Departamento Provincial de Aguas, Pedro Sánchez, reconoció que se trata de un detalle muy menor y que la obra ya podría estar en pleno funcionamiento, pero la empresa ejecutora, Ecosur Bahía, no la quiere entregar sin cumplir en todo con el contrato. Y el Ente Nacional de Obras Hídricas, que tiene la responsabilidad final, también desoyó los pedidos para que haga una excepción y libere la infraestructura de manera provisoria.
Como consecuencia de ese desentendimiento, numerosos barrios que esperan desde hace años para conectarse a la red cloacal siguen privados del servicio.
Sánchez explicó que el colector fue contruido por el gobierno nacional -con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo- y que el DPA solo actúa como “receptor” de la obra y como “ente regulador” del servicio de saneamiento, que es operado por la Cooperativa de Electricidad Bariloche.
La insólita demora lleva ya varios meses, al menos desde diciembre pasado, y tiene relación con las dificultades para el ingreso de equipos importados. La falta del generador eléctrico de ningún modo es un impedimento para la operación de la red a pleno y con su nueva capacidad, según explicó Sánchez, porque la planta de bombeo cuenta con una red eléctrica de provisión continua especialmente construida.
Según el titular del DPA, el generador serviría como elemento de auxilio ante un “súper corte” de electricidad, imprevisto y prolongado, “de los que no hay antecedentes en Bariloche”. Dijo el equipo de reserva ya tiene todo para ser instalado, incluso el cabinado “antivandálico”. De modo que la obra está terminada al 99,9%. Pero ese pequeño faltante impide ponerla en funciones.
Negociación frustrada
El DPA buscó la forma de salvar el bloqueo que tiene postergada la inauguración del ducto y le propuso al Enohsa aportar un equipo generador alternativo, a la espera del que está previsto por contrato, y habilitar así una “entrega parcial” de la obra. Pero no consiguió la aprobación buscada.
“Técnicamente era posible asumir ese riesgo” dijo Sánchez. Sin embargo no dieron con el contacto clave en el ente nacional para destrabar el tema.
Señaló que el cambio de gobierno a nivel nacional también entorpeció las gestiones porque el Enhosa permaneció acéfalo por más de tres meses “y no había nadie que tome decisiones”. Recién el 21 de marzo fue designado Bernardo Heredia como nuevo administrador.
Sánchez admitió que aquellos usuarios potenciales que esperan por la obra deberán armarse de paciencia. Según dijo, “aun si llegara todo hoy, y cuando esté probado y conectado”, faltará un pequeño empalme entre el antiguo colector y el nuevo, a la altura de Melipal, “que debe hacerlo la CEB” y puede demandar una semana.
Solución por varios años
El colector costanero fue planificado hace casi una década, como una obra complementaria del segundo módulo de la planta depuradora, que era la obra principal de la nueva infraestructura de saneamiento demandada por Bariloche. Aunque se trataba de una inversión más compleja y de mayor envergadura, la planta se ejecutó con relativa rapidez y fue inaugurada en diciembre de 2020. Pero el colector todavía no funciona.
El nuevo ducto de casi 7,5 kilómetros atraviesa la ciudad de oeste a este y está destinado a ampliar la capacidad de conducción de desechos cloacales con una proyección de crecimiento a 20 años. El caño tiene un calibre que comienza con 800 milímetros y en su tramo final se agranda a 1.200 milímetros. La traza sigue el recorrido de la avenida Bustillo y la costanera 12 de Octubre, y además del tendido Ecosur Bahía debió instalar tres plantas de bombeo.
Seguidilla de problemas
La construcción del colector costanero de Bariloche estuvo signada por numerosos traspiés, una cadena de incumplimientos y prórrogas en los plazos. La primera licitación fue ganada en 2016 por la empresa CPC, de Cristóbal López, que cobró un adelanto pero no llegó a poner un solo caño, hasta que le rescindieron el contrato.
Tres años después hubo una nueva compulsa que fue ganada por Ecosur Bahía, con un presupuesto de 366 millones de pesos, Las obras comenzaron en diciembre de 2019. En aquel momento los inspectores señalaron que el plazo de obra era de 180 días, que a poco de andar se demostró incumplible.
Los trabajos tuvieron contratiempos de todo tipo, derivados de las afectaciones que los zanjeos y vallas ocasionaron al tránsito sobre la saturada avenida Bustillo, sumadas a la aparición de instalaciones en el subsuelo que no figuraban en ningún plano, por ejemplo cámaras y ductos de concreto para canalizar vertientes.
Esos avatares contribuyeron a demorar el cronograma, lo mismo que la pandemia (a partir de abril de 2020) y también las vedas invernales y estivales, a las que se debió ajustar la empresa: las de invierno relacionadas con el clima y las de verano solicitadas por el municipio para agilizar el tránsito en temporada alta de turismo.
En mayo de 2022 este medio publicó que lo más complejo de la obra ya había quedado atrás y el nivel de ejecución estaba en el 65% del proyecto completo. Lo que faltaba se completó a mediados del año pasado. Desde entonces quedan solo detalles, pero todavía hoy la obra no fue entregada.
Sánchez admitió que hoy “la capacidad del sistema en Bariloche está al límite” y que las molestias causadas el últmo verano por los derrames de efluentes cloacales al lago a la altura del kilómetro 4 no hubieran ocurrido si el colector nuevo ya estuviera incorporado a la red.
La obra que espera todo el Alto de Bariloche
La retirada general de las inversiones en obra pública que dispuso el gobierno nacional se cobró otra víctima que perjudica en forma directa a Bariloche, en especial a los barrios de la Pampa de Huenuleo, donde cada temporada se agravan los problemas para el acceso al agua potable.
La población en aumento en El Pilar I y II, Valle Azul, las 645 Viviendas, Dos de Abril, Unión, El Frutillar, Malvinas y la regularización de asentamientos como el 29 de Septiembre suman usuarios de a cientos cada año, a una red que depende de la toma ubicada en el arroyo Ñireco, que en los últimos veranos tuvo un caudal inferior al promedio.
La necesidad de una planta de bombeo en el lago Gutiérrez, con el ducto y la cisterna correspondiente, más las redes secundarias de distribución ya tenía financiamiento asegurado por Nación, con fecha de licitación para enero pasado. Pero el cambio de gobierno congeló todo. Y por ahora no hay nueva fecha ni horizonte claro para ese proyecto.
Así lo admitió Pedro Sánchez, quien reconoció que desde diciembre “cambió la lógica” respecto de la inversión en obras de agua y saneamiento desde el gobierno nacional y el proyecto de Bariloche perdió prioridad.
La confirmación pública de que esa obra tenía financiamiento confirmado fue expuesta en esta ciudad en abril de 2022 el entonces ministro de Obras Públicas de Río Negro, Carlos Valeri, durante una visita de su par nacional Gabriel Katopodis.
“Hemos enviado notas , sin ningún resultado”, dijo Sánchez. No le quedó otra que imaginar qué destino le esperaba a la obra de agua para Bariloche por los imprecisos mensajes que llegan de Nación. “Al principio dijeron que paralizaban las que tenían una ejecución menor al 50%, después dijeron las del 80% -reseñó-. Es complicado, son muchas obras en todo el país, algunas con financiamiento externo, otras no. Es muy difícil tener alguna certeza”.
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