Convocan a Parques y a Prefectura para regular los usos lacustres en Bariloche
Desde el municipio quieren avanzar un un acuerdo con Parques Nacionales y Prefectura que permita mejorar los controles y evitar el riesgo que representan las embarcaciones para nadadores y bañistas.
Ante el auge de las actividades náuticas en los lagos de la región y la simultánea multiplicación de nadadores, el municipio inició contactos con Prefectura Naval y con Parques Nacionales para establecer una regulación que garantice la seguridad de esas prácticas recreativas.
“El municipio tiene que hacer algo porque nos han llegado muchas inquietudes y es necesario actuar con urgencia, porque no falta mucho para que ocurra una tragedia” dijo el concejal Facundo Villalba (Primero Río Negro), quien propuso generar una comisión intersectorial destinada a resolver ese vacío.
Explicó que la potestad municipal dentro del ejido termina en la playa “terrestre”, mientras que en el agua la jurisdicción corresponde a Parques Nacionales (aunque no en todos los lagos, por ejemplo el Moreno es solo municipal) y a Prefectura Naval, el único organismo con poder de policía para fiscalizar y sancionar a los navegantes.
Villalba dijo que en el último verano una nadadora reconocida de la ciudad, Maite Puca, sufrió un incidente cuando estuvo a punto de ser embestida por una tabla de kitesurf. Afirmó que el peligro está representado por la presencia en zonas costeras de embarcaciones de todo tipo, en especial las de motor y de vela, que se desplazan a grandes velocidades. “No está regulado y no hay vigilancia”, advirtió.
Uno de los principales impulsores de la intervención del Estado en el tema es Carlos Solari, marino mercante y también nadador, quien hace cinco años logró que Parques Nacionales establezca una “nadasenda” de 50 metros medidos desde la costa, reservada en exclusiva para nadadores.
“Pero Prefectura no acompañó y ahí está el problema”, aseguró hoy Solari. Dijo que en todo el país existe amplia experiencia en la materia y que tanto en el río Paraná como en el litoral marítimo hay regulaciones estrictas, con franjas de seguridad de 200 metros. “Pero Prefectura no da respuesta en Bariloche y hasta donde puede evita involucrarse, porque han existido accidentes mortales que terminaron con algún prefecto preso”, afirmó Solari.
Señaló que la presencia de nadadores en playas habilitadas y aun en sitios menos frecuentados es cada vez mayor. E incluso hay una actividad comercial, con profesores que dan clases en el lago, lo cual demanda mayores controles y garantías de seguridad.
Responsabilidades que se cruzan
Solari admitió que la superposición de jurisdicciones es algo complejo, porque “por ejemplo en el lago Moreno Parques no tiene injerencia” y la regulación depende del municipio y de Prefectura, convenio mediante. Algo que no ocurre en el lago Gutiérrez y en Nahuel Huapi, por citar a los principales espejos de agua dentro del ejido.
Dijo que hace falta establecer una regulación precisa, que defina bien los “artefactos acuáticos deportivos” como categoría general, porque a las clásicas lanchas, veleros, kayaks y tablas de windsurf, SUP y kite surf, se suman a cada momento otros nuevos y más sofisticados, algunos muy veloces.
Observó que el mejor resguardo es preservar la franja de 50 metros costeros para nadadores y bañistas, con calles de acceso delimitadas. Pero nada servirá si no existe un compromiso de control por parte de Prefectura.
Ese organismo envió al Concejo Municipal una nota hace pocos días en la que cita el “Régimen de la Navegación Marítima, Fluvial y Lacustre” vigente a nivel nacional, de donde surge la prohibición de navegar en las zonas de seguridad para bañistas. Y sostuvo que al menos en el lago Nahuel Huapi la responsabilidad primera es de Parques Nacionales.
Aun así se puso a disposición para una reunión entre las tres partes que permita “abordar esta necesidad”.
Solari consideró que la comisión que se convoque debería tener un criterio todavía más abierto, a fin de “darle participación integral y voz a la ciudadanía de Bariloche de estas materias (…) que afectan directamente el desarrollo seguro y sustentable a futuro de un recurso que podría ser uno de los principales de nuestra región: el turismo náutico”.
Villalba reconoció que Bariloche no puede continuar sin regulación de los usos lacustres y que cada verano se torna más evidente. Dijo que las franjas de seguridad en las playas “se usan en todo el mundo” y que a nivel local deberán extenderse “sobre todo el perímetro de los lagos” y no solo en los balnearios vigilados y con servicio de guardavidas, que no son más de una decena.
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