Cómo será la concesión del nuevo servicio de recolección de basura en Neuquén

El municipio de Neuquén capital deberá llamar a licitación el nuevo servicio de recolección de residuos en poco más de un mes, por el vencimiento del contrato de Cliba, contratado desde 2015. Los lineamientos autorizados fueron un servicio más moderno, continuidad de la frecuencia domiciliaria y el resguardo de antigüedad para los operarios que hoy dependen de la concesionaria.

Las pautas para el nuevo servicio salieron sobre tablas (tratamiento exprés) y por mayoría en la última sesión del Concejo Deliberante. Solo no respaldó el bloque de la Izquierda, que tiene dos bancas y propicia un servicio municipal del tratamiento de residuos.

«Se incorporan garantías a los trabajadores que están en el sistema, esto es amparo jurídico», dijo el concejal Atilio Sguazzini (MPN) al momento de presentar el expediente, que luego fue aprobado por 16 votos. Destacó que se propició una contratación por los próximos ocho años, con posibilidad de uno de prórroga e incorporar como parte de las prestaciones ordinarias, las que por contrato en la actualidad se abonan como extraordinarias, como el barrido de calles o los patógenos.

En la actualidad, Neuquén paga mensualmente por el sostenimiento del sistema más de 3.600 millones de pesos, poco más del 20% de los ingresos por coparticipación (nacional, provincial y de hidrocarburos) en el mes de septiembre.

Sguazzini sostuvo que el actual sistema en Neuquén es «orgullo» en la región, por la periodicidad de seis de los siete días de la semana para el trabajo domiciliario. Según el subsecretario de Hacienda, Juan Dutto, la capital genera por día, más de 15.000 toneladas que van a dar al Complejo Ambiental Neuquén (CAN).

Allí ingresan otras 2.000 toneladas diarias de Centenario, Plottier, San Patricio del Chañar y Vista Alegre, que pagan un canon por el uso del CAN.

A eso se agregan los residuos voluminosos, que en la ciudad se llevan hasta los centros de transferencia y desde allí Cliba los transporta a las cavas del Complejo Ambiental Neuquén, el centro de acopio y tratamiento que está bajo la concesión de Basaa.

«Estas bases que se están votando permitirá mejorar el proceso y la planificación», dijo Sguazzini. Desde Hacemos Neuquén, Artaza agregó que en caso de que la nueva concesionaria no disponga de la incorporación del viejo personal, los despidos se deberán realizar con la indemnización prevista para la antigüedad acumulada en el actual contrato.

Recordó que lo aprobado fue «no el pliego, sino los parámetros» y bregó por información del Ejecutivo sobre «la real nómina y antigüedad» de los trabajadores. El concejal detalló que el Ejecutivo fue autorizado para la denominada «cláusula gatillo» o reajuste en el nuevo contrato ante variaciones de costos del servicio sin que la adenda pase por el Concejo, similar a lo que se autorizó con la concesión del transporte y con CALF, el servicio concesionado de energía.

Desde los bloques opositores, Denisse Stillger agregó como positiva la incorporación de una cláusula para seguimiento satelital de las unidades del nuevo servicio que salga a licitación y la solicitud de nuevos contenedores, más modernos, que aporten mayor eficiencia en la recolección y capacidad de volcado.

Desde Comunidad, la concejala Laura Pérez planteó la necesidad de educación de la población capitalina para disminuir la frecuencia diaria de recolección sin que esto genere microbasurales en los edificios y frentes domiciliarios, en especial si se contará con un servicio más moderno que se espera que redundará en mayor eficiencia en la recolección.