Comenzó a funcionar el matadero municipal de Neuquén en la meseta
La concesión será por un año para el nuevo administrador del establecimiento, en el sector de Nueva Esperanza, inmediaciones de la nueva ruta 22
El viernes fue la primera jornada de faena en el matadero municipal de Neuquén, que fue concesiondo por un año a uno de los ex integrantes de la Asociación de Fomento Rural, luego de dos intentos fallidos de licitación pública, que quedaron desiertas.
Juan Vargas cría cerdos desde hace unos 20 años, integraba la AFR que se discontinuó como organización por desaveniencias internas y es el nuevo administrador del matadero de animales menores en Nueva Esperanza, el único que hay en las cercanías como alternativa para unos 70 productores porcinos.
Explicó que el establecimiento strá supervisado por el veterinario municipal y cuenta con todos los análisis y garantías bromatológicas, para obtener los sellos que le dan garantía al consumidor. Con la faena en el lugar «el que maneja el precio, es el productor. Sin los sellos, en la comercialización son los carniceros los que te ponen el precio», sostuvo.
La firma del acuerdo con la municipalidad de Neuquén para poner en marcha el establecimiento se produjo a media semana, se concretó especificamente el jueves. El miércoles comenzó la limpieza del lugar y la convocatoria a los faenadores, de los que consiguió cuatro, ya que los otros consiguieron trabajo en otro lugar en este tiempo.
Hay 70 productores registrados o en el radar del establecimiento, bajo supervisión de la comuna en cuanto a los controles para la comercialización de cerdo. No todos son de Nueva Esperanza, sí asentados en la meseta y algunos de las cercanías como Senillosa, Plottier o Centenario. No hay otro lugar donde faenar animales menores en forma controlada: lo más cerca es Huincul o Roca, y el traslado hacia aquellos lugares no entra en el esquema de costos del criador de animales pequeños que tiene de 20, 70 a 100 animales.
«Se terminó la concesión y el convenio con la AFR; y luego de dos llamados desiertos me llamaron. Hicimos todos los trámites -como establecimiento productor- y me lo dieron para administrar por un año, con opción por un año más», dijo Vargas.
Diariamente faenan entre 20 y 25 animales adultos y 150 lechones. El lugar tiene una cámara de frío para trabajar los porcinos. «En cuanto se firmó y estuvo limpio, comenzamos a trabajar porque la gente estaba esperando, no hay otro lugar donde llevar los animales, se faenaba en la casa y malvendidos al no tener sellos», durante este largo tiempo en el que estuvo cerrado el lugar, explicó Vargas.
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