Colapso en el tránsito de Bariloche: proponen organizar viajes en grupo
La iniciativa fue promovida por un exconcejal y se la entregó al intendente. La idea es crear un hábito con "transporte vecinal solidario".
Dejar el vehículo propio a la hora de viajar al trabajo o para llevar los chicos a la escuela y aprovechar lugares vacantes en el auto de algún vecino que realice el mismo itinerario, con el plan de hacerlo al revés al día siguiente. Esa es la propuesta que impulsa el exconcejal Andrés Martínez Infante y que generó fuerte debate en Bariloche.
La lógica del vehículo compartido, según explicó el abogado, es un recurso de fácil aplicación que podría complementar las obras de infraestructura que Bariloche necesita cada vez con más urgencia para resolver sus problemas de tránsito.
La cantidad de vehículos que se mueven a diario por la ciudad (en el municipio calculan más de 100 mil, entre residentes y turistas) excede por lejos la capacidad de la trama vial y genera embotellamientos cada vez más largos y difíciles de destrabar.
El llamado monolito a San Martín en el arranque de la avenida Bustillo es uno de los puntos neurálgicos del desmadre, en los ingresos y salidas hacia el oeste. Pero lo mismo padecen en los horarios pico quienes ingresan desde el este por Luis Piedrabuena, o por la avenida Juan Herman, que conecta con los barrios del sur.
Martínez Infante propuso establecer el hábito del “transporte vecinal solidario”, que a través de aplicaciones de celular o grupos de whatsapp permitan organizarse a los vecinos de una misma cuadra o barrio para evitar los viajes individuales y aprovechar las butacas libres para viajar juntos hacia y desde el centro de la ciudad.
La consecuencia buscada sería la de descomprimir la carga vehicular en las avenidas troncales, con el fin de dotar de mayor fluidez al tránsito general.
Aseguró que su propósito no es “volver a la política” sino solo aportar una posible respuesta para un problema puntual. Dijo haberle enviado su propuesta al intendente Gustavo Gennuso y otros funcionarios, hace ya un par de meses, pero no tuvo devolución “por sí ni por no”.
Citó como el ejemplo más a mano el de quienes se organizan desde hace tiempo para llevar a los chicos a la escuela, y suelen hacerlo con compañeros y vecinos que van al mismo establecimiento y a la misma hora, en un solo auto, cuando podrían hacerlo en dos o en tres. La idea es trasladar el mismo método a los viajes laborales.
El plan incluye multas a futuro para los que viajen solos
Su plan consistiría en promover los viajes comunitarios o asociados en una primera etapa, con la posibilidad de que corrido cierto tiempo el municipio implemente sanciones económicas a los conductores que ingresen a la ciudad sin compañía. Dijo por ejemplo que se podría establecer una tasa equivalente a dos boletos de colectivo a quien viaje solo y un boleto cuando se trasladen dos personas. Solo a partir de tres no pagarían. A su entender, podría controlarse mediante las videocámaras ya instaladas.
Según Martínez Infante, el dinero recaudado podría tener una afectación específica, para mejorar el sistema de transporte y ofrecer más frecuencias. Otra medida destinada a sacar autos de la calle.
Explicó que en las ciudades grandes del país “la mayoría de la gente accede a las áreas céntricas en transporte, nadie piensa en usar el auto”, y en otras del exterior “directamente está prohibido ingresar en los microcentros con auto, o es carísimo”.
Dijo que si los viajes compartidos se hicieran una costumbre, habría una contribución directa a aliviar la crisis del tránsito. Aclaró que lo suyo es apenas un aporte, y que debería haber otros, aunque se declaró sorprendido por la repercusión que tuvo, con algunos reconocimientos y abundancia de críticas.
“Tal vez para algunos es urticante, o impracticable, pero para mí hoy lo importante es dar alguna salida con los recursos que tenemos para la situación crítica del tránsito en Bariloche”, afirmó.
Sostuvo como muchos que la obra de modernización de Bustillo, que solo llega por ahora hasta el kilómetro cuatro y está en ejecución desde hace dos años, no brindará grandes soluciones.
Dijo que Bariloche tiene entre población local y turistas “arriba de 200.000 personas que duermen en la ciudad todos los días”, cuando la ruta a Llao Llao fue planificada en la década del 40 para no más de 20 mil habitantes y permanece igual.
Según Martínez Infante, las respuestas deberían ser progresivas, planteadas como “políticas de Estado”, pero deben empezar ahora. Dijo que en otras ciudades los problemas del mismo tipo se enfrentan con transporte multimodal y con grandes avenidas, “pero para eso hacen falta tener los recursos”.
Afirmó que los viajes “en pool”, que ya existen con buen resultado en recorridos de larga distancia, serían una alternativa práctica y sin costo. “Solo propongo una reflexión y un debate sobre cómo mejorar”, señaló.
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