Certificados truchos en Cipolletti: la coartada de la empleada que falló
La mujer contó que recibió la licencia en un centro de salud privado. Hubo otro caso similar que se resolvió más rápido porque el hombre tenía un vínculo contractual más precario.
La empleada municipal desvinculada del municipio de Cipolletti se defendió de las acusaciones, pero su coartada falló. La mujer, que se reserva la identidad porque aún no fue notificada, aseguró que fue a un centro de salud privado por un malestar estomacal y que luego de la consulta recibió un certificado médico. Presentó una licencia por tres días con la firma de un médico que también desconoció el hecho.
Detalló, en el expediente interno que hizo el municipio, que el profesional que la atendió no le dijo su nombre y que recibió la licencia por parte de un administrativo del centro Leben Salud. Sin embargo desde la institución negaron haberla atendido ya que el nombre de la mujer no aparece en los registros en la fecha mencionada.
La mujer, según su relato, asistió a Leben Salud, el 13 de agosto pasado por una dolor en la zona abdominal. Presentó el certificado médico con la firma del médico Matías Arias quien desconoció y negó ser el firmante.
En esa primera instancia, se le dio intervención a la junta disciplinaria y suspendió a la trabajadora en el área de Fiscalización y estaba encargada de realizar capacitaciones en Seguridad Vial.
El instructor sumariante, tras analizar las pruebas recolectadas, dictaminó el 22 de octubre pasado que contaba con las pruebas para demostrar que el certificado fue obtenido «de forma irregular, sin un intervención concreta de su médico firmante ni del centro de salud de referencia». Por eso recomendó cesantear a la trabajadora.
La junta disciplinaria, por mayoría, definió la exoneración de la mujer al considerar que la falta fue «muy grave» e «inadmisible». Por eso el intendente Rodrigo Buteler resolvió inmediatamente echar a la mujer del cargo como ya había hecho con otros empleados ante situaciones de similares características. El abogado tomó la decisión el mismo día que recibió el dictamen de la junta.
Del mismo expediente surge que en simultáneo se trabajó en otro expediente contra un empleado contratado por el municipio quien también, según el expediente, cometió una falta similar. Sin embargo el proceso no avanzó porque el contrato finalizó a fines de agosto y la decisión fue no renovar el vínculo contractual.
Un mes atrás Buteler tomó la misma determinación con dos empleados que fueron descubiertos con certificados adulteradas.
«Acabamos de despedir a una trabajadora municipal que con un certificado trucho quiso faltar a trabajar y eso para nosotros ensucia a los trabajadores de bien que todos los días cumplen con su trabajo», indicó el jefe comunal.
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