Buscan que el arroyo Todero vuelva a ocupar su cauce
El brazo del río Limay emerge en forma de lagunas en Valentina, se pierde a la altura de calle Rivas por los taponamientos, aunque sigue su curso en forma subterránea hacia el río.
Hay un brazo del río Limay que emerge en formas de lagunas entre los barrios privados y la zona sur de la ciudad a la que se lo llama arroyo Todero. Al igual que el arroyo Durán, no lo es. Nace del Limay en los límites con Plottier, y luego vuelve al río porque es un brazo que se separó del cauce madre.
A diferencia del Durán, no está canalizado en sus tramos rodeados de casas y asfalto ni tiene la correntada de la zona de Confluencia en los tramos en los que recorre todos los barrios de la ciudad, entre la multitrocha y el límite con Río Negro.
El arroyo Todero tiene forma de lagunas porque está taponado en varias partes, pero emerge con el río alto y se escurre por abajo de las formaciones de totora para volver al Limay a la altura del balneario de Gatica al fondo, que se llama Sandra Canale.
Los vecinos del barrio Altos del Limay pelean con las contratistas de las desarrolladoras urbanas para que no sigan tapando con mugre y escombros los sectores codiciados para luego instalar arriba un barrio (cerrado o abierto) de buena cotización en la zona de humedales y de costa del río, con facilidad de acceso a los servicios.
La Defensoría del Pueblo intervino hace más de un año con una cautelar para frenar el daño, la tala de árboles costeros y el “relleno” de las márgenes que hace años que no están húmedas debido a más de una década de sequía para los ríos de deshielo en el Comahue.
El proceso judicial aún está en marcha. La Defensoría y los vecinos deben insistir periódicamente ante la comisaría del sector por inspecciones, porque las órdenes del juez (de no avanzar sobre el río o dejar de tirar árboles o escombros en lo que antes era lecho) se incumple y no hay quien ponga freno.
La municipalidad fue citada en la mediación judicial pero guardó silencio y se escudó en que se trata de un conflicto entre privados. Consideró que la tutela de los humedales de la ciudad eran responsabilidad de la provincia, porque tienen el poder de policía de los cursos de agua.
Mientras, un proyecto de urbanización de 2.000 hectáreas en la zona sur de la ciudad está en discusión en el Deliberante casi en la misma semana, se conoció la disposición de Recursos Hídricos de declarar de “utilidad pública” el brazo Todero.
Se publicó el lunes en el boletín oficial, con fecha del 25 de octubre. El brazo del río lleva el apellido del productor que era dueño de la mayoría de las chacras en esa zona. Fue el que primero “tapó” el ingreso del río por esa zona para proteger los cultivos de frutales de las inundaciones, cuando el río comenzaba a ser regulado por las centrales hidroeléctricas, describieron desde el MPN.
En 2013, cuando se permitió el loteo excepcional y por ordenanza de barrios privados en Las Valentinas, el brazo Todero fue nuevamente bloqueado con tierras y escombros en varias partes, según los gustos de los desarrolladores.
Y los taponamientos de las lagunas que emergen en el curso pluvial continuaron hasta el 2022.
El defensor Ricardo Riva acudió a la justicia para frenar el avance con rellenos y escombros del espacio de ribera, previa tala de arboleda.
Desde el oficialismo en la ciudad se aseguró que la delimitación de la línea de ribera del Todero (pendiente desde 1962) no está enlazada con la urbanización de las 2.000 hectáreas que se prevé votar el 28 de noviembre en el Concejo Deliberante.
“Lo del Todero y el Durán es sólo una parte” del bloque de 2.000 hectáreas que se busca urbanizar, insistió Guillermo Monzani (Juntos por Neuquén) presidente de la comisión de Obras Públicas en el Concejo.
La iniciativa, que lleva las firmas de Claudio Domínguez (MPN) y también de Juan Peláez (UCR) no volvió a comisión el jueves pasado, sino que, para evitar demoras, se aplazó la votación a la última sesión de noviembre.
Mientras, se incorporarán aportes desde el propio MPN y de los sectores que cuestionaron la falta de consulta ante la urbanización de una sexta parte de la ciudad . Según Domínguez, el sector bajo análisis para urbanización en la zona de los barrios Altos del Limay y Valentina sur rural, se terminará abriendo para calles y viviendas, porque los productores que aún siguen en sus chacras, no viven de la actividad como principal ingreso económico.
En su opinión, el proceso “hay que hacerlo con planificación; no como se hizo antes, de la noche a la mañana, con mil recovecos en la ciudad”, sostuvo, en referencia al proyecto “de las Valentinas” mediante el cual se permitió, loteos para barrios privados en el área productiva, durante la gestión de Martín Farizano.
Domínguez dijo que tras la aprobación del proyecto “no significa que las 10 ó 15 personas que están pidiendo excepción para lotear, lo puedan hacer. El loteo sólo puede ser abierto cuando tenga la factibilidad: el agua la luz y el gas; las aperturas se tienen quehacer porque la ciudad tiene que tener su conectividad”.
Argumentó que actualmente hay calles que salen desde la multitrocha y no llegan al río porque terminan en chacras, que a su vez no pueden lotear o subdividir para sus integrantes familiares por la zonificación. “Ahora es todo por excepción, por qué unos si y otros no”, insistió.
El concejal destacó la tarea de Recursos Hídricos es establecer claramente los límites del Todero, para que los privados que invadieron el curso pluvial, retrotraigan sus pretensiones y se pueda planificar ese sector. Explicó que “donde quedó taponado en estos años” por los privados, Recursos Hídricos “va a poner un puente para que el río pase por abajo, tenga conectividad y regrese” al cauce madre.
El concejal, que en los inicios de su carrera política fue guardavidas, demostró conocer los atajos del río y el acceso del Todero desde el nacimiento truncado por un terraplén hacia la zona que se busca urbanizar y abrir calles que vinculen el río con la multitrocha.
“No quiero barrios privados en Solalique y Bejarano porque cortan la salida al río;se podría llegar en forma directa, no ahora porque hay chacras. Como está legislado, sólo se pueden hacer barrios privados que, encima , no dejan corredores viales abiertos. Si dejamos los corredores abiertos, algún día ese chacarero que no está produciendo, puede disponer de su propiedad. Y desde un punto de vista urbano, se podrá ingresar al río por Saavedra, Solalique, por Bejarano como ahora ocurre con otras calles”, como la Gatica, sintetizó Domínguez.
La utilidad pública del brazo del río
El brazo del río Limay que lleva el nombre de Todero, requiere por ley un espacio hídrico en ambas márgenes para hacer limpieza y mantenimiento, se explicó desde la subsecretaría de Recurso Hídricos.
“Hubo obstrucciones que estamos desobstruyendo, porque el punto es restituir el brazo del río en forma regular, dijo el titular de la cartera, Horacio Carvalho.
El trabajo definió el ancho del brazo y el espacio público hídrico. “Desde ése espacio hacia afuera, si los privados o el municipio trabajan en alguna infraestructura lo puede hacer, siempre que respeten el espacio hídrico”, dijo el subsecretario.
Recursos Hídricos contaría en diciembre con el proyecto de obra para dar de baja el terraplén que cortó el ingreso del río en 1973 y desobstruir con puentes los otros sectores donde fue “taponado” por desarrolladores o el municipio después. Está cortado en Saavedra, Anaya y Rivas.
-Porqué surgió ahora la delimitación de las márgenes del Todero – le preguntó Río Negro.
“Hace dos años que lo estamos haciendo, no es sólo el Todero, arrancamos con el Durán. Luego avanzaremos con los brazos del río en la zona de Plottier, en la Herradura, estamos en estudios”, dijo Carvalho.
Agregó que el objetivo será que el Limay vuelva a circular por donde era brazo en el sur este de la ciudad.
“Se avanzó en restituir el cauce, está definido qué hacer, entonces cuando tenga determinado caudal (1.290 metros cúbicos/seg) lo haremos ingresar (al río Limay) con una obra de compuerta, regulado, para que agua que emerge hoy, entre y circule, es un brazo del río”, insistió.
Aseguró que los propietarios que avanzaron sobre el cauce seco en los últimos años, fueron intimados a restituir.
El avance sobre un ecosistema único
Cuando finalice el proyecto ejecutivo para volver el agua del Limay al cauce del brazo Todero, comenzará la búsqueda de fondos para ejecutar las obras, se informó desde Recursos Hídricos.
Con fondos provinciales, se hizo el estudio de delimitación y deslinde del trazo del Limay y se instó a retroceder a los privados que avanzaron sobre el límite hídrico.
Aunque el ingreso del Limay fue obstruido en 1973, el avance fuerte volvió a ocurrir a partir de 2013 y notoriamente a fines de 2020, “sin permisos de obra ni proyectos aprobados en una importante superficie del Todero”, se aclaró en el informe de Recursos Hídricos.
Hubo daño al espacio público y la vegetación. Con la delimitación de la línea de ribera, se describieron los cambios, taponamientos y avances sobre el cauce hasta el 2022. “El brazo Todero se comporta como una secuencia de lagunas alimentadas por el río del que nace y conforma un ecosistema que provee servicios de especial interés” porque es rico en diversidad biológica”, se indicó. ”Alberga especies nativas y migratorias que no encuentran refugio en otros ambientes” y se recomendó un uso “de baja intensidad” para la zona.
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