Bariloche reduce las frecuencias del transporte y reclama subsidios atrasados
El jefe de Gabinete municipal dijo que provincia adeuda más de 200 millones de pesos de su aporte y la contraparte nacional. Hay problemas con el abastecimiento de combustible para el servicio.
Los trabajadores pararán hasta recibir la segunda parte de su aguinaldo. Archivo
El transporte urbano de pasajeros en Bariloche circula desde hoy con frecuencias reducidas, similares a los días domingo, por una cadena de inconvenientes económicos que afectan la prestación del servicio.
El intendente Walter Cortés expresó hoy en conferencia de prensa su preocupación por el transporte y su jefe de Gabinete, Héctor Leguizamón Pondal, graficó la situación crítica al anunciar que Provincia adeuda las transferencias de subsidios nacionales y su contraparte desde octubre, acumulando una deuda de más de 200 millones de pesos.
Según el acuerdo del Ministerio de Transporte de la Nación, el subsidio tiene una contraparte por el mismo monto que abona el Gobierno provincial, a una razón de 67 millones de pesos entre ambas jurisdicciones cada mes. La nueva gestión municipal tramita desde la semana pasada que se cancele la suma adeudada que el municipio facilitó para evitar el paro del servicio por parte de Mi Bus.
A este escenario se suma ahora la incertidumbre respecto de la continuidad de los subsidios nacionales. “Hay un anuncio de que a partir del 1° de enero se van a cortar los subsidios nacionales pero no conocemos el alcance de ese recorte”, dijo el jefe de Gabinete.
En paralelo, el municipio tiene inconvenientes para conseguir el cupo de combustible Diesel Infinia que aporta a la empresa Mi Bus mensualmente, como parte de un acuerdo de subsidio que firmó la gestión de Gustavo Gennuso. Al día de hoy es escasa la reserva -llegaría a cubrir la demanda de dos días- y si no se logra destrabar la entrega podría ser más dramático el panorama del transporte.
“Hay una situación de emergencia”, dijo Leguizamón Pondal y anunció que desde hoy se realiza un esquema de frecuencias reducidas, pero “sin interrumpir el servicio”.
El transporte urbano consume unos 7.200 litros de combustible por día con unos 70 colectivos en funcionamiento.
La empresa Mi Bus tiene 90 unidades en Bariloche pero algunas están paradas por roturas y falta de repuestos. Leguizamón Pondal dijo que en algunos casos se desarmaron unidades para sacar repuestos y poder poner en funcionamiento otros colectivos del servicio urbano.
Leguizamón Pondal insistió que el transporte es una prioridad para el Gobierno porque es “un servicio esencial”.
En tanto, el intendente Cortés volvió a mencionar la idea de “liberar el transporte” si se acrecientan las complicaciones y también dijo que mantuvo reuniones con taxistas y remiseros para crear la aplicación local de movilidad que anunció antes de asumir.
Hoy el boleto cuesta en Bariloche 200 pesos, con una tarifa plana excepto las líneas turísticas al cerro Catedral y al aeropuerto. El anterior intendente dejó un aumento escalonado en tres tramos que continuaría con una nueva suba a partir del 1° de enero, cuando pase a costar 270 pesos, y otro incremento el 1° de Febrero que llegará a 320 pesos. Por ahora, no hubo anuncios de Cortés en sentido contrario a estos aumentos previstos.
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