Ambientalistas esperan cambios en la política municipal de Bariloche
Organizaciones y diversos grupos interesados y preocupados en la materia aguardan conocer los planes del nuevo gobierno municipal, que por ahora no incluyó en área en el organigrama.
El rumbo que adopte el nuevo gobierno municipal de Bariloche en materia de preservación de los mallines, los bosques, las áreas de reserva natural, el acceso libre al as costas y las exigencias a los megaemprendimientos será clave para determinar el tipo de vínculo que entable con las organizaciones ambientalistas, cuyos miembros tienen un vasto pliego de reclamos y han mantenido una relación conflictiva con la gestión anterior.
El intendente Walter Cortés no dio todavía indicios concretos sobre sus políticas en la materia, pero hay algunos datos que generan inquietud, como la ausencia de una subsecretaría o dirección de Ambiente en el organigrama de funcionarios. Las incumbencias sobre esa área están reservadas a la secretaría de Planeamiento Territorial, a cargo de Aldo Painemil.
Entre sus funciones aparece la de “desarrollar una política de planeamiento y gestión del ambiente, de calidad de vida (ecología urbana), integradas a las políticas de desarrollo urbano, económico, social y cultural”.
La dirección de Áreas Protegidas, por su parte, continúa acéfala en la práctica desde hace varios meses porque su titular es personal de planta y está de licencia. Ni el gobierno anterior ni el actual cubrieron esa vacante.
El referente de las juntas vecinales del Oeste Luciano Celsi dijo que pidieron una reunión con Cortés antes de que asuma como intendente, pero ni en ese momento ni en los cuarenta días que lleva de gestión lograron concretar el encuentro. “No hubo forma”, dijo.
A su entender, “hay muy poco delineado” sobre las prioridades del nuevo gobierno en materia urbanística y ambiental y lo que definan sobre el futuro del cerro Catedral “va a marcar un poco el perfil”.
El exintendente Gennuso había intentado apurar los parámetros constructivos para Catedral, lo cual habilitaría un negocio inmobiliario de millones de dólares, pero su sucesor decidió frenar todo e iniciar un nuevo estudio técnico.
“Nosotros hemos planteado desde el primer momento el valor ambiental del oeste, de la zona de bosque, de mallines, pero no hemos logrado que se entienda -dijo Celsi-. Creemos que lo urbano y lo turístico pueden convivir con lo ambiental. Pero a veces el Ejecutivo municipal actúa abrumado y consumido por las urgencias. Y no escucha”.
La Asociación Árbol de Pie es una de las ong barilochenses con más historia en la protección ambiental y suele recurrir a las demandas judiciales para exigir respuestas del Estado. Hace pocos días logró fallo favorable en un mandamus que obliga al municipio a brindar información sobre un proyecto hotelero que afectaría el sector de Bahía Serena, sobre la costa del lago Nahuel Huapi.
Una de las referentes de Árbol de Pie, Ana Wieman, dijo que siguen con mucha atención las primeras decisiones de Cortés, identificaron su preocupación por habilitar nuevos loteos sociales y advirtió que “una cosa fundamental es que no por solucionar el problema habitacional se puede construir en cualquier parte”.
Dijo que hay antecedentes en los que se han permitido o regularizado tomas sobre cañadones, o sobre laderas inhabitables. También adelantó que tienen una mirada muy crítica sobre los proyectos en danza para Catedral porque “el cerro no se puede urbanizar, hay razones geológicas que están claras en los informes”.
Señaló que las reservas naturales urbanas como El Trébol y Morenito/Ezquerra tienen sus planes de manejo que deben ser respetados y que el gobierno anterior soslayó. Recordó que el ministerio público fiscal tiene denuncias en trámite por incumplimientos de deberes de funcionarios municipales sobre esos temas.
“Esperamos que este gobierno respete -dijo Wieman-. Que aplique el mapa de bosques nativos y que cumpla con la realización del inventario de humedales, que es un mandato de la Carta Orgánica todavía pendiente”.
Señaló que Árbol de Pie ejercerá su representación en los entes de Jardín Botánico y Parque Llao Llao, que son áreas protegidas que requieren máxima atención y que la gestión anterior soslayó.
También mantiene reclamos permanentes -que piensa intensificar- por una mejor señalización en las bajadas públicas a los lagos y que se retiren alambrados y otros obstáculos. En el último tiempo también iniciaron una demanda por “usurpaciones” en el mallín del kilómetro 12, lindante con Bahía Serena, que -según Wieman- “no está frenado y sigue avanzando”.
El control de efluentes
Otro motivo de preocupación para los activistas es el volcado de efluentes cloacales a los cuerpos de agua, especialmente en hoteles y restoranes costeros. Wieman dijo que “Inspección municipal es la que debe vigilar a los emprendimientos para que tengan sus instalaciones en regla” y corresponde al DPA vigilar la calidad del agua. “Los ocho años con Gennuso fueron malos, teníamos expectativas pero no se cumplieron -afirmó-. Ahora esperamos que escuchen las opiniones, que abran el derecho a la participación ciudadana y que la transición no sea adormecimiento”.
Juan Paternó, también de Árbol de Pie, dijo que esperan que Cortés “sea más permeable y le dé al medio ambiente el carácter que merece en Bariloche”.
Refirió que para ellos es “desgastante” la lucha por defender los bosques, mallines y costas, por denunciar loteos en zonas de pendiente, como el cerro Otto, y no encontrar “profesionales serios” en el municipio que atiendan esos temas. Se quejó de que “los desarrolladores inmobiliarios se entienden con Planeamiento (del municipio) y dejan afuera a todos los demás actores”.
“Yo creo que Cortés tiene el propósito de cambiar esa mirada -dijo Paternó-. Creemos que el oeste está muy sobrecargado de población y ante una emergencia, como un alud o un incendio de interfase, podría ser un desastre. Pero nosotros no somos de decir que no a todo. Queremos que se hagan bien las cosas, sin destruir el paisaje, que es destruir el futuro”.
Señaló como un ejemplo de las cosas a cambiar la exigencia de los estudios de impacto ambiental para los megaemprendimientos. Señaló que “no los hacen, o los hacen y no los entregan, o aparecen después de que ya está todo hecho”.
Una experiencia frustrante
Con el foco puesto en la forestación con nativas y en el tratamiento de la basura, la cooperativa Jóvenes por Bariloche mantuvo en los últimos años una tarea consecuente en el Alto de la ciudad y esperan tender puentes con el nuevo gobierno, luego de una relación con Gennuso a la que calificaron de “pésima”.
Jenifer Navarro, una de sus miembros, dijo que ayer viernes le presentaron al gobierno un proyecto para la gestión de la basura con los grandes generadores en fiestas y encuentros culturales. También preparan la plantación de 1.000 ejemplares de especies nativas en la cuenca del arroyo Ñireco, cuya recuperación es uno de los objetivos centrales del grupo.
Jóvenes por Bariloche mantiene otra ambiciosa iniciativa destinada a crear el “parque lineal arroyo Ñireco”, destinado a dotar a los barrios del Alto de un área recreativa que hoy no tienen. Lo primero sería mantener esa área libre de basura y de malezas y luego darle un estatus de protección ambiental.
Navarro dijo que con el gobierno anterior se sintieron defraudados porque realizaron un extenso trabajo para acceder en comodato a un terreno de 5.000 metros cuadrados destinado a un plan de reciclado de residuos, compostaje y producción de plantas nativas, pero a último momento el municipio les dijo que “no había tierra” para ellos. “Esperamos no repetir las sinvergüenzadas que nos tocó pasar con la gestión Gennuso”, aseguró la joven.
Dijo que con la gestión Cortés ya tuvieron contacto a través del director de Juntas Vecinales, Máximo Calfuquir, y del delegado de Pampa de Huenuleo, Pablo Rantul, quienes mostraron “buena predisposición” y les prometieron acceso a funcionarios del área específica de ambiente. “Al gobierno le hace falta gente en estos temas, que por ahí están medio lejos”, observó Navarro.
Dijo también que esperan recuperar el proyecto del comodato para recupero de basura y para potenciar su proyecto de nativas, que ya comenzaron a desarrollar en el barrio El Frutillar. Señaló que tienen una buena expectativa con la gestión actual pero quieren verla andar, porque “hace falta en Bariloche un Estado activo, y el gobierno puede tener buenas intenciones, pero en cuanto se descuidan el capital privado avanza como quiere”.
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