Acuerdan la vuelta del boleto “por secciones” en el transporte urbano de Bariloche
La decisión es que las líneas de largo recorrido tengan precios escalonados, con cargo exclusivo a los turistas. (archivo
La tarifa escalonada y con precios diferenciados de acuerdo a la extensión del viaje volverá a ser la regla en el transporte público de Bariloche, que había abolido ese sistema hace varios años para evitar discusiones y enojos que solían recaer sobre el chofer, cuando algún pasajero buscaba eludir el recargo.
La decisión fue evaluada y aprobada en la última reunión de la comisión de Seguimiento del Transporte, a pedido de la empresa concesionaria Mi Bus, que espera aumentar así su ingreso por venta de pasajes.
Pero en principio la tarifa diferencial en los tramos largos será aplicada solo a los turistas. Es decir que aquellos pasajeros que están registrados con su domicilio en Bariloche y ya pagan tarifa de residentes no tendrán sobrecosto.
El planteo de la empresa fue que la tarifa plana -por la cual desde 2019 todos los usuarios abonan lo mismo, así viajen 2, 15 ó 30 kilómetros- es violatoria del contrato de concesión que prevé la tarifa “por secciones”.
Ese argumento tomado como válido por los integrantes de la comisión, a pesar de que la aplicación volvería a ser engorrosa y conflictiva, según anticiparon quienes conocen los pormenores del sistema.
En los hechos, lo que ocurría era que los boletos de dos, tres o cuatro secciones casi nadie los pedía. Casi todos los viajeros pagaban el mínimo y escaseaban los controles.
Aun así el criterio que prevaleció es que resulta injusto que un pasajero tome por ejemplo el colectivo 20 en la terminal y viaje hasta Llao Llao por 980 pesos, el mismo importe que paga para ir al centro un vecino del barrio Ñireco o del Arrayanes, con un recorrido ocho veces menor.
La concejal Roxana Ferreyra (Nos Une Bariloche) dijo que en línea con lo pretendido por Mi Bus -y para que la operatoria del transporte se ajuste en todo al contrato de concesión- reclamó que “la nulidad de la resolución del intendente Cortés que habilitó la revisión tarifaria automática cada dos meses”.
Ese sistema ideado por el nuevo gobierno para saltear las audiencias públicas y agilizar las actualizaciones de precios del boleto en concordancia con la inflación, en realidad nunca se terminó de aplicar. El contrato prevé que las revisiones sean semestrales y con un pormenorizado estudio de costos.
Cortés firmó la resolución en marzo pasado para llevar el boleto único a 980 pesos, cuando la tarifa anterior era de 320 pesos. Para mitigar el impacto inauguró un desdoblamiento y creó la tarifa “residente” con un descuento del 25%, de modo que los barilochenses pagan desde abril pasado 735 pesos.
En la misma resolución se autohabilitó para aplicar aumentos automáticos de tarifa con frecuencia bimestral, en lugar de semestral. Pero los plazos están vencidos y hasta ahora no se aplicó.
Ferreyra promueve su anulación “para que el contrato se cumpla en todo, no solo en lo que conviene a la empresa”, y así pidió que conste en el acta de la comisión de Seguimiento.
Dijo que el boleto a 735 pesos para los barilochenses “ya es súper caro” y los salarios no aumentaron desde abril como para aplicar una nueva suba.
Entendió que la vuelta de las “secciones” como rigieron hasta 2019 es una medida razonable, pero “solo para los turistas”. Dijo que según les anticiparon la resolución que formaliza el cambio ya está lista y sería emitida la próxima semana.
Modificaciones en estudio
Ferreyra dijo que en la comisión recibieron también el adelanto de un plan de reestructuración del transporte que incluiría líneas nuevas o complementarias para conectar de manera más eficiente a los barrios, con boletos más baratos para tramos cortos, “por ejemplo para un papá o mamá de Nahuel Hue que tiene que llevar al hijo al colegio en Malvinas y hoy debe pagar 735 pesos para ir y lo mismo para volver”.
También habría puntos de informes y recargas de SUBE garantizados en zonas periféricas y no solo en el centro de la ciudad.
Dijo que los cambios le parecieron apropiados en general, pero no son fáciles de aplicar porque “entre otras cosas se necesitan más obras de asfalto”.
Ferreyra subrayó que no se trata del primer plan de mejora integral del transporte que baraja el municipio, ya que el gobierno anterior expuso varios, pero nunca los llevó a la práctica. “Este al menos lo que tiene de valioso es que lo elaboraron los técnicos propios y no una consultora contratada, como ocurrió con anterioridad y que le costaron muchos millones al municipio”, acotó.
Según la concejal, el trabajo merece una mayor difusión y evaluación, por eso propuso que los firmantes lo expliquen al resto de los concejales en una próxima reunión de la comisión de Transporte y Servicios, de la cual tiene a cargo la presidencia.
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