Sin apoyo del Senado, Draghi complica su futuro como primer ministro de Italia
El primer ministro italiano, Mario Draghi, no logró este miércoles el aval parlamentario para el "voto de confianza" que reclamó en el Senado y comprometió su continuidad en el cargo.
El primer ministro italiano, Mario Draghi, no logró este miércoles el aval parlamentario de tres de las fuerzas que componen el Ejecutivo para el «voto de confianza» que reclamó en el Senado y comprometió su continuidad en el cargo horas después de haber convocado a los partidos que forman parte del Gobierno a darle un «apoyo convencido» que no logró consolidar.
«Son ustedes los que definen» si el premier permanece o no en el cargo, les dijo Draghi a los senadores pasadas las 17 (las 12 en la Argentina), al ejercer su derecho a réplica tras las cinco horas de discusión en el Legislativo que siguieron a su primera intervención y antes de la votación por la que buscó sin éxito un amplio «voto de confianza» de la Cámara para continuar en el cargo.
Sin embargo, las derechistas Liga y Fuerza Italia, además del centrista Movimiento Cinco Estrellas, anunciaron durante la larga sesión iniciada a las 9.30 locales que no estaban dispuestas a participar de la votación disconformes con el futuro del Gobierno, por lo que Draghi solo cosechó el apoyo de 95 de los 133 votantes en una Cámara de 321 Senadores.
Así, Draghi obtuvo la ratificación desde el punto de vista técnico, pero quedó lejos de los 262 votos con los que había inaugurado su mandato en febrero de 2021 y que aspiraba a repetir luego de un encendido discurso.
A la espera de que mañana se repita en la Cámara de Diputados la votación de confianza, Draghi perdió buena parte del sostén político y quedó a un paso de ratificarle al presidente Sergio Mattarella la renuncia presentada la semana pasada por la falta de apoyo del Cinco Estrellas y que el mandatario había rechazado para pedirle un último intento de recomposición de la mayoría en el Parlamento.
En caso de que el por ahora todavía premier presente la renuncia indeclinable, el presidente podría decidir la disolución inmediata del Parlamento con la convocatoria a nuevas elecciones entre septiembre y octubre.
Draghi había presentado su primera renuncia el jueves pasado luego de que el Movimiento Cinco Estrellas rechazara aprobar un «voto de confianza» al Ejecutivo en disconformidad con un paquete de leyes sociales y económicas, en un gesto que el premier consideró hoy «político» y que prometió no «ignorar ni minimizar». Desde entonces, había intentado hasta hoy recomponer la mayoría para continuar el Gobierno hasta el final natural de la actual composición del Parlamento en marzo de 2023.
«Hace falta un nuevo pacto de confianza, sincero y concreto. No una confianza de fachada. ¿Los partidos y ustedes, parlamentarios, están prontos a reconstruir este pacto?», preguntó Draghi esta mañana tres veces en lo que pareció un ultimátum para decidir su continuidad.
El rechazo de la Liga y Fuerza Italia a participar del voto de confianza se enmarca en la alianza electoral que mantienen con la derechista y opositora Hermanos de Italia, el partido que encabeza todas las encuestas y que más presionaba para que cayera el Gobierno de Draghi y se convoquen nuevos comicios a la luz de la ventaja que tiene en los sondeos.
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