Rusia estima un barril de petróleo a 300 dólares si prohíben sus exportaciones

El gobierno de Vladimir Putin advirtió que estabilizar el mercado llevaría años y que las consecuencias pueden ser "desastrosas". Las potencias occidentales están decididas a sumar más sanciones.

Rusia advirtió de las «consecuencias catastróficas» en caso de un embargo occidental sobre el petróleo ruso, que Estados Unidos y la Unión Europea están estudiando como posible medida de represalia por la intervención militar en Ucrania.

«Es bastante obvio que la negativa de comprar petróleo ruso tendrá consecuencias catastróficas para el mercado mundial», dijo el vice primer ministro ruso de Energía, Alexander Novak.

«El aumento del precio podría ser imprevisible y alcanzar más de 300 dólares por barril o más», dijo, citado por las agencias de noticias rusas.

Según Novak, es imposible sustituir rápidamente el petróleo ruso para el mercado europeo por una fuente alternativa.

«Llevará varios años y será mucho más caro para los consumidores europeos, que serán las principales víctimas de este escenario», advirtió.

El precio del barril de crudo Brent del Mar del Norte -la referencia para Argentina– rozó los 140 dólares el domingo, cerca de su máximo histórico de 147,50 dólares alcanzado en julio de 2008.

Las declaraciones de Novak se producen mientras Estados Unidos y la UE discuten la imposición de sanciones sobre el petróleo y el gas rusos en represalia por la intervención militar de Rusia en Ucrania, en el marco de una serie de duras sanciones económicas contra Moscú en los últimos días.


Estados Unidos, Francia, Alemania y Reino Unido quieren más sanciones


Los dirigentes de Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido están determinados a castigar más a Rusia por haber invadido Ucrania, informó este lunes la Casa Blanca tras una reunión por videoconferencia.

Joe Biden, Emmanuel Macron, Olaf Scholz y Boris Johnson «afirmaron su determinación a seguir aumentando los costos para Rusia por la invasión de Ucrania, no provocada e injustificada», según un comunicado del gobierno estadounidense.

Los aliados occidentales han mantenido un frente unido sobre las sanciones contra Rusia por haber invadido Ucrania, pero el lunes surgieron grietas ante la perspectiva de un embargo a las importaciones de petróleo y gas rusos, una medida a la que se opone Alemania, que depende del combustible ruso.

La declaración publicada en Berlín después de la reunión no menciona sanciones y se centra en la preocupación por la ayuda humanitaria a las zonas asediadas, de la que también hablaron los dirigentes.

El lunes, Scholz dijo que las importaciones de energía rusa eran «esenciales» para los europeos, y advirtió que prohibir la importación de petróleo y gas ruso como parte de las sanciones occidentales podría poner en peligro la seguridad energética de Europa.

Biden se halla bajo una creciente presión de los congresistas estadounidenses para cortar la principal fuente de ingresos del gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin.

Estados Unidos, uno de los principales productores de petróleo, importa poco crudo ruso y Biden dijo que «no descarta nada» cuando se le preguntó si el petróleo podría ser el próximo blanco. Hasta ahora lo ha evitado ante el riesgo de romper la unidad con los europeos y de alimentar la inflación estadounidense, que ya es galopante.

CON INFORMACIÓN AP/AFP


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