Qué impacto puede tener la crisis de Ucrania sobre la economía Argentina

La crisis que está generando el ingreso de las tropas rusas a los autodenominados territorios independientes de Ucrania, terminará afectando la economía global y sus consecuencias llegarán a toda Latinoamérica.

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¿Cómo puede impactar todo este nuevo escenario en la Argentina, teniendo en cuenta la fragilidad que muestra su economía? Son muchos los frentes que genera esta ruptura de equilibrios en los mercados internacionales.

-Alimentos. La mayor parte de los analistas no descartan un salto en el precio de los alimentos en el mercado internacional en el corto plazo. Rusia es uno de los principales exportadores de granos del mundo y la ruptura del equilibrio comercial internacional generará tensiones. En el ranking global, Rusia lidera la producción en cebada, es el principal exportador de trigo y el segundo en girasol. La aplicación de sanciones por parte de occidente presionará sobre las cotizaciones de alimentos, rubro en el que se encuentra también la soja. Este contexto favorecería a la Argentina que es un neto exportador de granos. Es decir, hay posibilidades ciertas de que lleguen más dólares por esta vía al país si se mantiene la incertidumbre en el mercado.    

-Energía. ¿El barril en 140 dólares? No son pocos los estudios que avalan esta posibilidad en el corto plazo si se recrudece la crisis en Ucrania. Ayer los precios del barril, en promedio, acariciaban los 95 dólares y el mercado está a la espera de quebrar esta barrera psicológica para hacer nuevas evaluaciones con tendencias a mediano plazo. ¿El gas arriba de los 10 dólares? Tampoco se descarta esta posibilidad, teniendo en cuenta que la Unión Europea podría dejar de comprar gas natural a Rusia y reabastecerse por barco, lo que implicaría una suba importante en los valores de importación para la región comunitaria. En este contexto la Argentina se vería beneficiada por una mejora en los valores de exportación de crudo, pero también se perjudicaría al ser importadora de gas por lo que deberá disponer de más dólares -algo que escasea en la economía- para conseguir cerrar operaciones.

-Las tasas. Según distintos estudios internacionales aseguran que los gobiernos occidentales seguirán subiendo sus tasas de interés de referencia, buscando de esta manera desacelerar los niveles que presenta la inflación registrada en países centrales. Este impacto se hará sentir con mucha más fuerza en un mercado internacional convulsionado por la inestabilidad de Ucrania. Un salto sobre la tasa de interés determinará flujo de inversiones de países marginales a los centrales, buscando estos fondos seguridad y resguardo de activos. Argentina, en este contexto, podría perder potenciales inversiones y se le dificultaría volver -de llegar a un acuerdo con el FMI- al mercado voluntario de deuda con altas tasas de interés.

-Economía global. Los grandes motores mundiales -Estados Unidos, China y la Unión Europea- sentirán con fuerza la suba de precios de la energía y los alimentos que terminará impactando sobre la inflación. Este nuevo escenario a su vez repercutirá sobre los costos globales de producción y, con una demanda todavía retraída, no se descarta que la economía mundial vuelva a ingresar en un proceso recesivo que termine golpeando sobre todo el comercio internacional. Si la recesión es importante, los valores de los commodities tenderán a revertir las tendencias mencionadas, volviendo a valores prepandemia. Esto sin dudas significa menores dólares para las exportaciones argentinas, con toda la connotación que este escenario trae aparejado para nuestro país.