Murió Adolfo Kaminsky, el fotógrafo argentino que salvó cientos de vidas durante la ocupación nazi en Francia
Nacido en Buenos Aires en 1925, se desempeñó como humanista y falsificador de documentos de identidad, que permitieron la supervivencia de miles de judíos. Trabajó para el servicios secretos franceses y los opositores de las dictaduras latinoamericanas.
El fotógrafo Adolfo Kaminsky, de origen judío argentino, murió hoy a los 97 años, según informó su hija a la agencia internacional AFP. Fue un héroe de la Resistencia francesa y de los movimientos anticoloniales después de la Segunda Guerra Mundial.
«Humanista, fotógrafo y resistente francés, especializado en la fabricación de falsos papeles de identidad«, así lo definió su hija Sarah, quien relató la vida de su padre en el libro «Adolfo Kaminsky, vida de un falsificador».
Nacido en Buenos Aires, Kaminsky fue un «fotógrafo talentoso que se convirtió en falsificador de genio, suministrando papeles a los miembros de la Resistencia francesa y a los judíos perseguidos, antes de comprometerse en otras causas después de la guerra», señaló la Fundación para la Memoria de la Shoah.
De la Resistencia a los movimientos anticoloniales, Adolfo Kaminsky fue, en la clandestinidad, proveedor de papeles falsos de identidad para diversas movimientos del siglo XX.
Hijo de inmigrantes rusos judíos, antes de llegar a Francia quería convertirse en pintor. Pero a los 17 años se comprometió con la Resistencia en París, tras salir del campo de internamiento de Drancy.
Ofreció sus conocimientos de química y fotograbado para fabricar papeles falsos en un laboratorio clandestino, salvando así miles de vidas. Comenzó una carrera de tres décadas, a riesgo de su vida, bajo la cobertura de una actividad de un fotógrafo común y corriente en sus talleres de París.
«Tuve la suerte de salvar vidas humanas. Trabajé día y noche, con microscopio. Perdí un ojo, pero no me arrepiento de nada«, dijo en 2012, quien era entonces conocido como «el señor Joseph».
Trabajó para los servicios secretos franceses hasta la capitulación de la Alemania nazi y ayudó a los judíos que se evadían de los campos de la muerte a emigrar a Palestina.
Luego se desempeñó como falsificador político al volverse experto en papeles falsos para las luchas anticoloniales y antifascistas. De esa manera ayudó al Frente de Liberación Nacional durante la guerra de Argelia, a los antifranquistas de España, a los anti-Salazar de Portugal, y a quienes luchaban contra los coroneles en Grecia.
Trabajó también para los participantes en la Primavera de Praga, los que luchaban contra las dictaduras en América Latina, Guinea, Angola, los desertores estadounidenses de la guerra de Vietnam y hasta con Daniel Cohn-Bendit, el famoso líder estudiantil de mayo de 1968 en Francia.
En 1971 concluyó sus actividades de falsificador. Su obra fotográfica, cuyo humanismo recuerda al fotógrafo francés Doisneau, fue expuesta en el Museo de arte e Historia del Judaísmo en 2019.
Comentarios