La extraña actitud de William y Harry al conocer al supuesto hijo de Carlos III y Camilla
Simon Dorante Day insiste en su filiación y pidió ante el Tribunal Supremo Australiano ser reconocido en la línea sucesoria real. Sorprendieron las reacciones en la Casa Real.
La corona británica sigue en jaque ante el reclamo de Simon Dorante Day, quien se autoproclamó hijo de Carlos III y Camilla Parker Bowles y solicitó un nuevo ADN. Mientras tanto, las miradas están puestas en las reacciones de William y Harry, hijos del rey con la princesa de Gales, Lady Di.
Dorante Day asegura, con pruebas que considera contundentes, que esta es «la batalla de su vida» por lo que está lejos de abandonarla. En ese proceso, hizo una demanda ante el Tribunal Supremo Australiano para solicitar su derecho a la línea de sucesión del trono británico.
Si bien parece un poco delirante, el australiano asegura que le corresponde por derecho al ser el primogénito del rey Carlos, por delante del mayor de los hermanos que el monarca tuvo con Diana.
Es que Simon, de 56 años, se lleva 16 de diferencia con el mayor de los hijos legítimos de Carlos, por lo que si su hipótesis es aceptada se posicionaría como el principal heredero del trono.
Por el momento, tanto William como Harry se han llamado a silencio, a tono con la postura oficial de la Casa Real, mientras intentan seguir adelante con sus vidas.
Es que William, el mayor de ambos, se prepara como príncipe de Inglaterra al ser el primero en la línea sucesoria del rey Carlos III, que tiene 73 años. En tanto Harry, casado con Meghan Markle, renunció a sus derechos reales y lleva una vida apartado de la monarquía.
Simon Dorante Day y «la batalla» de su vida
Dorante Day nació en 1966 y fue entregado a una familia cuando tenía ocho meses, donde fue recogido por su abuela materna. Ella habría sido quien le reveló el secreto sobre quiénes eran sus padres biológicos.
La historia oficial señala que Carlos y Camilla se conocieron en 1970, donde tuvieron el primer acercamiento. Pero ella se casó un año más tarde con Andrew Parker Bowles, padre de sus hijos Tom y Laura.
Diez años más tarde, Carlos contrajo matrimonio con Diana Spencer en la Catedral de San Pablo en Londres y tuvieron dos herederos: William y Harry.
Sin embargo, Dorante Day asegura que la pareja extramatrimonial se conoció tiempo antes de lo contado oficialmente y que Camila habría desaparecido de la escena pública durante los nueve meses previos al parto.
Un dato llamativo a favor del supuesto hijo es que donde nació, según figura en su certificado de nacimiento, no dio a luz a ningún bebé durante la década de 1960, de acuerdo a lo consignado por un reconocido historiador que estudia el caso.
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