Joe Biden bajó su candidatura presidencial en Estados Unidos: cómo elegirán los demócratas a su candidato

El presidente de Estados Unidos anunció que no se presentará a las elecciones del 5 de noviembre. A pesar de respaldar a Kamala Harris para ser su sucesora, los demócratas deberán elegir a un nuevo candidato a presidente.

Joe Biden no se presentará a un segundo mandato como presidente de Estados Unidos, luego de de retirar su candidatura de las próximas elecciones que se celebrarán el próximo 5 de noviembre. Ahora los demócratas deberán elegir a un nuevo candidato que competirá contra el republicano Donald Trump.

«Creo que es en el mejor interés de mi partido y del país renunciar (a la contienda) y enfocarme únicamente en cumplir mis tareas como presidente por el resto de mi mandato«, dijo el presidente.

Hay varios nombres que se barajan para subirse a la contienda, incluso el de Michelle Obama, aunque el principal es el de Kamala Harris, quien recibió el respaldo de Biden.

Más allá de esos nombres, los demócratas tendrán que volver a elegir a un nuevo candidato a la presidencia, que ya lo había realizado a principio de este año en las primarias.

Los votantes estadounidenses de todo el país participaron de ese proceso, mediante el cual demócratas y republicanos de cada estado eligen a quién quieren que represente a su partido el 5 de noviembre. La persona que obtiene la mayor cantidad de votos en cada estado gana los delegados de ese estado. El número de delegados que tiene cada estado depende del tamaño de su población: ganar en California garantiza más delegados que ganar en Vermont.

En la Convención Nacional Demócrata de agosto, los delegados demócratas se reunirán y votarán por el candidato presidencial. En las primarias, Biden ganó la gran mayoría de delegados, alrededor de 3.900, y sólo unos 40 se quedaron sin comprometerse o se dirigieron a candidatos primarios que no tenían ninguna posibilidad. Según los estatutos del Partido Demócrata, esos 3.900 delegados normalmente estarían obligados a votar por Biden.

Pero ahora que renunció, los delegados que ganó ya no están comprometidos con el actual presidente. Pueden votar por quien quieran en lo que se llama una convención abierta.


Qué ocurrirá en la convención abierta


Antes del evento en Chicago del 19 al 22 de agosto, los líderes demócratas intentarán encontrar lo más rápido posible un candidato que crean que puede unir al partido. El objetivo es elegir un candidato que atraiga a las urnas a votantes de todo el amplio espectro ideológico que abarcan los demócratas. Sólo si el candidato demócrata puede animar a suficientes estadounidenses a salir a votar, el partido tendrá posibilidades de vencer a Trump.

El candidato aprobado por los líderes y su compañero de fórmula competirán por los votos de los delegados en Chicago en agosto, pero cualquiera puede hacerlo también: esa es la esencia de una convención abierta. Si alguien cree que sería un mejor presidente que el elegido por los líderes, también puede intentar ganarse a los delegados. Lo único que el que quiera presentarse tiene que hacer es recoger las firmas de 600 delegados.

Si bien la vicepresidenta Kamala Harris, uno de los nombres que se barajan para ser la nueva candidata presidencial, no reemplazará automáticamente a Biden simplemente porque sea su vicepresidenta. Cuando un presidente queda incapacitado mientras está en el cargo, el vicepresidente asume el cargo. Pero no ocurre lo mismo con convertirse en candidato cuando el presidente ha decidido no volver a presentarse.

De vuelta a la convención, según la agencia de noticias Associated Press (AP), actualmente hay un total de 3.939 delegados comprometidos. Todos votan en una primera vuelta. Si un candidato recibe más de 50 % de los votos, será el nuevo candidato demócrata que se enfrentará a su rival republicano en las elecciones generales del 5 de noviembre.


Qué pasa si ningún candidato gana más del 50%


Si ningún candidato gana más de 50 % de los votos en la primera ronda, el evento se convertirá en lo que se conoce como una convención negociada.

Ese lugar será donde los dirigentes demócratas, figuras poderosas del partido y los propios candidatos potenciales hablarán con los delegados para intentar ganárselos.

También podrían ocurrir la formación de nuevas alianzas, por ejemplo, si uno de los competidores intenta convencer a un rival para que se convierta en su compañero de fórmula en lugar de competir contra él.

Con información de DW


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