Hallaron muerta a la niña autista y fanática de Harry Potter que fue secuestrada por Hamás
El caso de la pequeña de 12 años cobró visibilidad luego de que J.K. Rowling pidiera por su aparición. Su abuela de 80 años también murió durante el ataque del pasado 7 de octubre.
Las autoridades de Israel anunciaron este jueves que identificaron los cadáveres de Noya Dan, una niña 12 años con autismo, y su abuela Carmela, de 80 años, quienes figuraban en la lista de rehenes que tomó el grupo terrorista Hamas. La pequeña era buscada desde el 7 de octubre y había destacado por su fanatismo por la saga Harry Potter.
“Estamos devastados al anunciar que los cuerpos de Noya y su abuela Carmela fueron hallados ayer. Nuestros corazones están rotos”, indicó el Ministerio de Exteriores israelí en su cuenta oficial de X, antes Twitter, sin dar detalles sobre dónde fueron hallados los cuerpos y en qué circunstancias.
El domingo pasado, el Ministerio dijo que la niña, seguidora de Harry Potter, había sido “secuestrada de su hogar por los terroristas de Hamas y llevada a Gaza”.
“Noya es sensible, amable, divertida y una gran fanática de Harry Potter”, la describió la cuenta oficial de Twitter del Estado de Israel en el que se etiquetó a JK Rowling, la autora de la famosa saga del joven mago.
La escritora británica no resultó ajena al caso y escribió en sus redes sociales: “Por razones obvias, esta imagen me ha impactado. Que Noya y todos los rehenes tomados por Hamas regresen pronto y sanos y salvos a sus familias”.
Kidnapping children is despicable and wholly unjustifiable. For obvious reasons, this picture has hit home with me. May Noya and all hostages taken by Hamas be returned soon, safely, to their families. https://t.co/YIbf3egib4
— J.K. Rowling (@jk_rowling) October 16, 2023
El desgarrador pedido de los padres de la niña fanática de Harry Potter: «El dolor es indescriptible»
La madre de Noya, Galit Dan, de 53 años, estaba a 8 kilómetros de distancia escondida en una habitación de pánico cuando su hija envió un mensaje con unas palabras que jamás olvidará: “Mamá, tengo miedo. Hay gente en la casa. Ayúdame”.
La niña se escondió en la oscuridad en la casa de su abuela Carmela, y mientras estallaban explosiones alrededor del kibutz de Nir Oz, enviaba silenciosos mensajes de texto.
La madre de Noya logró esperar a salvo con su marido, el padrastro de Noya, y su hija Tomal en su casa en el asentamiento de Kibbutz Kissufim.
Dan dijo a The Sun el lunes pasado: “El dolor es indescriptible. Mi pequeña fue a una fiesta de pijamas con su abuela y nos estaba enviando mensajes mientras estos animales venían por ellas. Nuestra mejor esperanza ahora es que hayan sido secuestradas y de alguna manera sobrevivan”.
“Estoy viviendo la pesadilla de todo padre: todos los padres del mundo sentirán nuestro dolor”.
Con información de EFE y AFP
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