Gran Bretaña dice que la columna rusa se acerca a Kiev, la capital de Ucrania
Detallaron que la columna "se ha retrasado por la firme resistencia ucraniana, averías mecánicas y congestión". Una resolución de la ONU que reprende a Moscú fue apoyada por 141 de los 193 miembros de la asamblea.
Una explosión sacudió la estación de trenes de Kiev.
El avance de Rusia sobre Kiev ha tenido escasos progresos y las fuerzas ucranianas aún controlan Járkov (Kharkiv) y varias otras ciudades bajo ataque, dijo el jueves la inteligencia militar británica, un día después de que Moscú afirmara haber capturado el puerto de Jersón (Kherson) en el Mar Negro.
Las fuerzas rusas aún no han derrocado al gobierno en Kiev, pero se informa que miles de personas murieron o resultaron heridas y más de un millón de personas huyeron de Ucrania en la semana desde que el presidente Vladimir Putin ordenó el mayor ataque contra un estado europeo desde 1945.
«El cuerpo principal de la gran columna rusa que avanza sobre Kiev permanece a más de 30 kilómetros del centro de la ciudad, ya que se ha retrasado por la firme resistencia ucraniana, averías mecánicas y congestión», dijo el Ministerio de Defensa británico en una actualización de inteligencia.
«La columna ha hecho pocos progresos perceptibles en más de tres días», dijo. «A pesar de los fuertes bombardeos rusos, las ciudades de Kharkiv, Chernihiv y Mariupol permanecen en manos ucranianas».
En Borodyanka, una ciudad a 58 km al noroeste de Kiev, un residente relató sin aliento su encuentro con el enemigo, mientras imágenes de Reuters Television mostraban edificios dañados por proyectiles, incendios en las calles y vehículos militares destruidos.
«Ellos (los militares rusos) comenzaron a disparar desde su BMP (vehículo militar), hacia el parque frente a la oficina de correos en el centro de Borodyanka», dijo un hombre ucraniano, que no dio su nombre.
“Entonces esos cabrones encendieron el tanque y comenzaron a disparar contra el Fora (supermercado) que ya estaba quemado. Se incendió de nuevo”.
Los ataques
El ataque de Rusia ha provocado un aluvión de sanciones internacionales que amenazan la recuperación económica mundial de la pandemia de Covid y avivó los temores de un conflicto más amplio a medida que los países occidentales envían armas para ayudar al ejército ucraniano.
La captura de Jersón, estratégicamente ubicada en la desembocadura del río Dnipro, sería el primer centro urbano significativo en caer desde que Moscú lanzó su invasión el 24 de febrero.
El alcalde de Jersón, Igor Kolykhayev, dijo el miércoles por la noche que las tropas rusas estaban en las calles y habían entrado en el edificio del consejo.
«No les hice ninguna promesa… Solo les pedí que no le dispararan a la gente«, dijo en un comunicado.
El Departamento de Estado de EE.UU. pidió a Putin y al gobierno ruso que «cesen de inmediato este derramamiento de sangre» y retiren las fuerzas de Ucrania. También acusó a Moscú de lanzar una «guerra total contra la libertad de los medios y la verdad» al bloquear los medios de comunicación independientes y las redes sociales para evitar que los rusos escuchen noticias sobre la invasión de Ucrania.
Se esperaba una segunda ronda de conversaciones entre funcionarios rusos y ucranianos sobre un alto el fuego después de que las conversaciones iniciales el lunes terminaron sin acuerdo.
Rusia llama a sus acciones en Ucrania una «operación especial» que no está diseñada para ocupar territorio sino para destruir las capacidades militares de su vecino y capturar a los que considera nacionalistas peligrosos.
Niega haber atacado a civiles, aunque ha habido informes generalizados de bajas civiles y bombardeos de zonas residenciales.
El bombardeo en Járkov, una ciudad de 1,5 millones de habitantes, ha dejado su centro en un páramo de edificios en ruinas y escombros.
Las fuerzas rusas capturaron la ciudad de Balakliya, cerca de la ciudad de Járkov, en el este de Ucrania, dijo el jueves la agencia de noticias Interfax citando al Ministerio de Defensa de Rusia.
También informó de un ataque a un centro de radio y televisión en Kiev, donde misiles rusos alcanzaron una torre de televisión a principios de esta semana.
Los bombardeos rusos mataron a seis adultos y dos niños en la ciudad de Izyum, a unos 120 km (75 millas) al sureste de Kharkiv, dijo el parlamento de Ucrania. Reuters no pudo verificar las afirmaciones de ninguna de las partes.
Una explosión también sacudió la estación de trenes de Kiev, donde miles de mujeres y niños estaban siendo evacuados. La explosión fue causada por los restos de un misil de crucero ruso derribado, dijo un asesor del Ministerio del Interior de Ucrania, y no hubo informes inmediatos de víctimas.
La Corte Penal Internacional abrirá de inmediato una investigación sobre posibles crímenes de guerra, luego de las solicitudes de 39 de los estados miembros de la corte, un número sin precedentes.
Respuesta internacional
Una resolución de la ONU que reprende a Moscú fue apoyada por 141 de los 193 miembros de la asamblea, una victoria simbólica para Ucrania que aumenta el aislamiento internacional de Moscú.
“Hay más en juego incluso que el conflicto en Ucrania. Esta es una amenaza para la seguridad de Europa y todo el orden basado en reglas”, dijo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, dijo que Moscú aún buscaba la «desmilitarización» de Ucrania y que debería haber una lista de armas específicas que nunca podrían desplegarse en territorio ucraniano. Moscú se opone al intento de Kiev de unirse a la OTAN.
Los precios del petróleo y de las materias primas subieron cada vez más el jueves en un sombrío presagio de la inflación mundial.
Los fabricantes de automóviles japoneses, incluido Toyota, se vieron obligados a detener la producción en Rusia debido a que las sanciones afectaron la logística y cortaron las cadenas de suministro.
El banco central de Rusia, que también está bajo sanciones, duplicó las tasas de interés al 20% y las agencias de calificación Fitch y Moody’s rebajaron la calificación crediticia soberana de Rusia a la categoría de «basura».
Al menos cinco superyates propiedad de multimillonarios estaban anclados o navegando en Maldivas, una nación insular del Océano Índico que no tiene un tratado de extradición con Estados Unidos, según mostraron los datos.
El empresario ruso Roman Abramovich dijo que vendería el Chelsea Football Club de Londres y donaría dinero para ayudar a las víctimas de la guerra en Ucrania.
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