El papa Francisco abrió el Sínodo que debate el futuro del catolicismo y hay oposición
El Sumo Pontífice celebró la misa de apertura en la Plaza San Pedro. Los debates se extenderán hasta el 29 de octubre, con la participación directa de 464 miembros de todo el mundo.
El papa Francisco rechazó hoy las «batallas ideológicas» en la Iglesia al celebrar en la Plaza San Pedro la misa de apertura del Sínodo, que durante octubre reunirá a más de 450 participantes laicos y religiosos para debatir sobre al futuro del catolicismo, y al que se oponen los sectores conservadores de la Curia.
«Queridos hermanos cardenales, hermanos obispos, hermanos y hermanas, estamos en la apertura de la Asamblea Sinodal. Y no nos sirve tener una mirada inmanente, hecha de estrategias humanas, cálculos políticos o batallas ideológicas«, planteó el pontífice hoy en su homilía de apertura de los trabajos que se extenderán hasta el 29 de octubre, con la participación directa de 464 miembros de todo el mundo.
«No estamos aquí para celebrar una reunión parlamentaria o un plan de reformas», les dijo, luego de que esta semana recibiera una carta pública de cinco cardenales conservadores con críticas a los temas que tratará el Sínodo.
Así, pidió que los participantes se mantengan lejos de «algunas tentaciones peligrosas: la de ser una Iglesia rígida, que se acoraza contra el mundo y mira hacia el pasado; la de ser una Iglesia tibia, que se rinde ante las modas del mundo; la de ser una Iglesia cansada, replegada en sí misma».
El Sínodo «no se trata de una reunión política, sino de una convocación en el Espíritu; no de un parlamento polarizado, sino de un lugar de gracia y comunión», sostuvo.
En su mensaje a los participantes hombres y mujeres que serán parte de la reunión destinada a debatir, entre otros temas de alto impacto mediático, sobre la acogida de las personas homosexuales y la comunión de personas divorciadas vueltas a casar, el Papa dio líneas del tipo de Iglesia que imagina.
Así, Jorge Bergoglio habló de una Iglesia que, «en medio de las olas a veces agitadas de nuestro tiempo, no se desanima, no busca escapatorias ideológicas, no se atrinchera tras convicciones adquiridas, no cede a soluciones cómodas, no deja que el mundo le dicte su agenda».
En una homilía, en la que llamó a que los participantes del Sínodo rechacen el «espíritu de división y de conflicto», el pontífice volvió a plantear también la apertura de la institución «a todos», como había hecho en un vuelo al regreso de Portugal en agosto.
El papa Fransico y el Sínodo de obispos: los temas y la inédita participación de mujeres
«Una Iglesia que acoge. En una época compleja como la actual, surgen nuevos desafíos culturales y pastorales, que requieren una actitud interior cordial y amable, para poder confrontarnos sin miedo», sostuvo el Papa Francisco en la homilía de apertura del sínodo de obispos.
De acuerdo con el pontífice, el Sínodo debe mostrar una Iglesia «que no impone cargas y que repite a todos: ‘vengan, todos los que están afligidos y agobiados, vengan ustedes que han extraviado el camino o que se sienten alejados, vengan ustedes que le han cerrado la puerta a la esperanza'».
El Vaticano publicó el mes pasado el denominado «Instrumentum laboris» para el «Sínodo de la Sinodalidad», que incluye preguntas a los participantes sobre el celibato opcional, el acceso de la mujer al diaconado, la acogida de divorciados o el colectivo LGTBQ+ en la Iglesia, cambios profundos en la estructura institucional de la Iglesia, el papel del primado de Pedro, cómo aprender de otras comunidades cristianas e, incluso, la creación de un ministerio específico para el cuidado de los «descartados».
La reunión tendrá la particularidad ya anunciada por el Vaticano, y por decisión de Francisco, que habrá 54 mujeres con derecho a voto, algo reservado a los hombres hasta este año, entre los 365 participantes con posibilidad de sufragar.
El papa Fransico y el Sínodo de obispos: los representantes de Argentina
Durante la duración del Sínodo de este mes, los miembros trabajarán en grupos lingüísticos y, luego, se dividirán en los denominados «círculos menores» con los que buscarán reflexiones comunes sobre los temas de la reunión.
Como miembros argentinos participarán ocho representantes, entre ellos el prefecto del Dicasterio para la Congregación de la Doctrina de la Fe, el futuro cardenal Víctor Manuel Fernández y el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Ojea, quienes encabezan la lista que incluye además a los arzobispos de Mendoza, Marcelo Colombo, y de Bahía Blanca, Carlos Azpiroz Costa.
Los otros obispos que formarán parte del encuentro son el obispo de La Rioja Dante Braida y el arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi, quien el 30 de septiembre será designado formalmente cardenal. También estarán, como expertos, los reverendos Pedro Brassesco y Carlos Galli.
Además de la presencia argentina y de expertos de los cinco continentes, otro punto relevante es la participación, también decidida por Francisco, de dos obispos chinos, pese a que el Vaticano y el gigante asiático no tienen relaciones diplomáticas: se trata del prelado de Jining/Wumeng, Antonio Yao Shun; y del de Zhoucun, Giuseppe Yang Yongqiang.
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