Desapareció hace 26 años en Argelia y lo dieron por muerto: estaba secuestrado a 200 metros de su casa
Omar Bin Omran había sido visto por última vez en 1998, cuando salió de su casa a la escuela. Casi tres décadas después, fue hallado vivo en el sótano de un vecino que lo tenía cautivo.
La increíble historia de un hombre que pasó 26 años desaparecido, se lo dio por muerto y fue encontrado esta semana en la casa de un vecino en Argelia, conmovió no soló al país africano sino también a buena parte del mundo.
El protagonista, identificado como Omar Bin Omran, había sido visto por última vez en 1998 en el municipio de Al-Qadid, cuando salió de su casa como todos los días para dirigirse, de a pie, a la escuela.
No obstante, nunca llegó a destino y desde entonces se inició una búsqueda que se prolongó durante casi tres décadas, protagonizada por sus allegados, Gendarmería Nacional y fuerzas de seguridad, en cada uno de los estados del país.
Con el paso de los años y sin ningún rastro, los familiares creyeron que el joven, hoy de 45 años, había muerto en algún enfrentamiento de la Guerra Civil que Argelia vivía en ese entonces. Solo su madre, que murió en el 2013 sin saber qué había pasado con su hijo, creía que estaba vivo.
Pasó 26 años secuestrado por un vecino en Argelia: la pista que lo cambió todo
El caso se había reabierto recientemente a raíz de una nueva pista, vinculada al hermano del captor de Omran que, tras una discusión, publicó en redes sociales que él estaba involucrado en un secuestro.
Ese hecho fue denunciado a la Gendarmería y, luego de la insistencia de la comunidad, el último 12 de mayo las autoridades registraron la vivienda del vecino que quedaba a 200 metros de la casa de la familia. Allí, en un sótano, se encontró al joven que había desaparecido en 1998 y ahora era un hombre de 45 años.
De inmediato, se solicitó su traslado hasta un hospital, para una atención médica especializada y una evaluación física y psicológica.
El secuestrador de 61 años, cuya identidad no fue revelada, trató de escapar de la Policía en cuanto se dieron cuenta del hecho, pero lograron detenerlo. La fiscalía calificó el hecho como un “crimen atroz” y aseguró que juzgarán al acusado “con severidad”.
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