Crecen las protestas en Perú: ampliaron el estado de emergencia y habilitaron la intervención militar
El Gobierno ordenó el estado de Emergencia en Lima, Cusco, Callao y Puno. La medida se extenderá por 30 días y contará con la intervención del ejército.
Ante el aumento de las protestas en Perú, el gobierno de Dina Boluarte decretó estado de emergencia en diferentes puntos del país. Foto Gentileza.
El gobierno peruano decretó el estado de emergencia a partir de ayer y, en las regiones de Lima, Cusco, Callao y Puno, los militares podrán intervenir junto a la policía frente a las protestas que piden la renuncia de la presidenta Dina Boluarte. La decisión se dio en un contexto de fuerte incremento en el número de muertos tras las represiones en las calles de Perú.
Las movilizaciones en contra de la destitución del presidente Pedro Castillo, quien intentó disolver el Congreso, comenzaron en diciembre y la actividad no cesa. Apenas Dina Boluarte asumió la presidencia del gobierno peruano, los manifestantes comenzaron a cortar las calles, rutas, tomaron aeropuertos, estaciones de trenes y mantuvieron enfrentamientos contra la policía nacional.
Bajo ese marco, el gobierno de Perú amplió el estado de emergencia que suspende algunos derechos fundamentales de los ciudadanos ante la propagación de las protestas. Hasta el momento, han muerto casi 50 personas.
La medida se oficializó ayer y se extenderá por 30 días, en tres departamentos, tres provincias y un distrito. Esto suspende los derechos constitucionales de inviolabilidad de domicilio, así como las libertades de tránsito, de reunión y de seguridad personales.
Este nuevo se decretó para el departamento de Lima, donde se encuentra la capital del país, y las regiones de Puno y Cusco, en el sur peruano; la región y provincia del Callao, colindante con la capital; una provincia de la región Apurímac; otras dos de Madre de Dios; y un distrito en Moquegua, estas últimas también jurisdicciones sureñas.
La norma establece que en estos lugares la Policía Nacional mantiene el control del orden interno con el apoyo de las Fuerzas Armadas con el fin de contener posibles convulsiones. También, se estableció un toque de queda nocturno en Puno, uno de los epicentros de las protestas, por 10 días desde las ocho de la noche hasta las cuatro de la madrugada.
Según la Defensoría del Pueblo, el sábado hubo nuevas movilizaciones, paralizaciones, bloqueos de 100 rutas en 33 provincias y ataques contra unidades de transporte, la mayoría de regiones del sur del país.
Las protestas, que exigen un adelanto de elecciones generales, la renuncia de Boluarte y el cierre del Congreso cobraron un nuevo impulso tras retomarse el miércoles 4 después de una tregua parcial por las fiestas de fin de año.
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