Motín dejó 49 muertos en una cárcel de México
También hay 12 heridos y cuerpos calcinados.
MONTERREY, México (AP).- Una batalla campal en un penal del estado norteño de Nuevo León dejó ayer 49 presos muertos y 12 heridos, en el peor incidente dentro de una prisión mexicana en la historia reciente. El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, informó que los fallecidos y los heridos fueron resultado de un enfrentamiento entre grupos rivales en el interior del penal de Topo Chico, en la ciudad de Monterrey Rodríguez dijo por la mañana que 52 presos habían muerto, aunque horas después redujo la cifra a 49. El motivo del cambio no fue claro. El gobernador leyó en una rueda de prensa los nombres de 40 víctimas confirmadas. Dijo que hay otros cinco cuerpos calcinados y cuatro más pendientes de ser identificados. El enfrentamiento comenzó la noche del miércoles y durante la riña los presos prendieron fuego a una bodega de la prisión donde se guardan víveres. El gobernador había dicho antes que en la pelea estuvo involucrado un grupo encabezado por Juan Pedro Zaldívar, alias “Z-27’’ y quien es considerado miembro de Los Zetas, un cartel que hace unos años desató una ola de violencia en Monterrey. El gobernador dijo que el otro grupo involucrado en la pelea está encabezado por un hombre identificado como Jorge Iván Hernández, a quien medios locales señalan como miembro del cartel del Golfo, rival de Los Zetas. Un reporte de 2014 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos refirió que el penal de Topo Chico tenía problemas de hacinamiento y seguridad interna. Con una capacidad para 3.635 internos, la población era de 4.585, y se detectó que los reos practicaban la violencia como forma de control de la población penitenciaria. El mandatario estatal dijo que las autoridades controlaron la situación la madrugada del jueves y que ningún reo se fugó. Afuera de la prisión, cientos de personas exigieron a gritos saber si sus familiares estaban vivos. En un momento la gente se agolpó en una de las entradas de la prisión y comenzó tirar de la reja hasta abrirla, aunque policías se interpusieron para evitar que entraran. Al paso de las horas, familiares pudieron entrar a la cárcel. “Mi hermano sí está bien, solo me dejaron verlo unos minutos, solo para ver que está vivo y luego me sacaron, que por que hay que darle más chance a los demás que entren’’, dijo José Eduardo González. Las autoridades reforzaron la seguridad en otras prisiones y transfirieron a algunos reos de Topo Chico a otros penales, dijo el gobernador a la prensa.
AP
MONTERREY, México (AP).- Una batalla campal en un penal del estado norteño de Nuevo León dejó ayer 49 presos muertos y 12 heridos, en el peor incidente dentro de una prisión mexicana en la historia reciente. El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, informó que los fallecidos y los heridos fueron resultado de un enfrentamiento entre grupos rivales en el interior del penal de Topo Chico, en la ciudad de Monterrey Rodríguez dijo por la mañana que 52 presos habían muerto, aunque horas después redujo la cifra a 49. El motivo del cambio no fue claro. El gobernador leyó en una rueda de prensa los nombres de 40 víctimas confirmadas. Dijo que hay otros cinco cuerpos calcinados y cuatro más pendientes de ser identificados. El enfrentamiento comenzó la noche del miércoles y durante la riña los presos prendieron fuego a una bodega de la prisión donde se guardan víveres. El gobernador había dicho antes que en la pelea estuvo involucrado un grupo encabezado por Juan Pedro Zaldívar, alias “Z-27’’ y quien es considerado miembro de Los Zetas, un cartel que hace unos años desató una ola de violencia en Monterrey. El gobernador dijo que el otro grupo involucrado en la pelea está encabezado por un hombre identificado como Jorge Iván Hernández, a quien medios locales señalan como miembro del cartel del Golfo, rival de Los Zetas. Un reporte de 2014 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos refirió que el penal de Topo Chico tenía problemas de hacinamiento y seguridad interna. Con una capacidad para 3.635 internos, la población era de 4.585, y se detectó que los reos practicaban la violencia como forma de control de la población penitenciaria. El mandatario estatal dijo que las autoridades controlaron la situación la madrugada del jueves y que ningún reo se fugó. Afuera de la prisión, cientos de personas exigieron a gritos saber si sus familiares estaban vivos. En un momento la gente se agolpó en una de las entradas de la prisión y comenzó tirar de la reja hasta abrirla, aunque policías se interpusieron para evitar que entraran. Al paso de las horas, familiares pudieron entrar a la cárcel. “Mi hermano sí está bien, solo me dejaron verlo unos minutos, solo para ver que está vivo y luego me sacaron, que por que hay que darle más chance a los demás que entren’’, dijo José Eduardo González. Las autoridades reforzaron la seguridad en otras prisiones y transfirieron a algunos reos de Topo Chico a otros penales, dijo el gobernador a la prensa.
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