Mosaiquismo, el arte de los detalles
La profesora de Artes Visuales, Silvia Visconti, realizó un extraordinario trabajo en la ESRN N° 116 de Roca junto con sus alumnos. ¿Cómo se llevó adelante el proyecto? ¿En qué consiste esta expresión artística?
El mosaiquismo es un arte muy antiguo que se realiza utilizando piezas pequeñas de distintas texturas, formas y colores. Los diseños que pueden producirse son muy diferentes, con la posibilidad de formar creaciones geométricas o figurativas a través de la unión de las piezas llamadas “teselas”.
Silvia Visconti es una profesora artística de artes visuales y especialista en esculturas y grabados. Llegó de Santa Fe desde Carcarañá allá por el 98, para instalarse en Roca, junto a su esposo Gustavo Tonicelli y sus dos pequeños hijos, Gina Antonella de 7 y Guillermo de 11. Una familia joven llena de proyectos y anhelos para dedicar sus vidas a la educación y enseñanza.
“Apenas llegué comencé la carrera en el INSA y unos años después, Gustavo arrancó con el profesorado de historia” comentó la mujer a RÍO NEGRO, y agregó que “hoy Gina es doctora en Ciencias Biológicas”.
“Vinimos de Carcaraña en una época fea con la economía. Tuvimos comercio unos años, mientras yo estudiaba y luego ya nos dedicamos a la docencia. Comencé prácticamente en la creación del 116 aunque di clases en muchas escuelas, Cervantes, Gómez, Stefeneli, Roca; pero elegí el 116 porque siempre creí en el potencial de los alumnos del barrio y los defiendo a muerte por lo que valen. Soy titular desde el 2005”, explicó.
Visconti se define como una admiradora de las combinaciones de colores y texturas; y apunta al arte utilitario, con el uso de cerámicas de pisos, espejos, azulejos, entre otros materiales.
Hace unos cinco años que Silvia comenzó a incursionar en implementar en diseños del arte con trozos de mosaicos junto a sus alumnos de la SRN 116, una escuela periférica de Roca donde ejerce su profesión. “Con los alumnos de tercer año buscábamos en el super mercado del basural del zanjón, restos de materiales para realizar el trabajo de la propia decoración y diseño en una de las entradas de las paredes del colegio”, señala la profesora. Fue una gran experiencia y un gran logro realizar esa tarea en forma conjunta con los alumnos y la colaboración de algunos materiales por parte de los profesores. Cada viernes era una fiesta poder trabajar con ellos por las mañanas” contó la artista.
“Comenzó con un proyecto de investigación de quinto año que requerían un trabajo más pormenorizado de lo que queríamos hacer. En el mes de marzo ya tenían el diseño y además queríamos dejar algo en la escuela a través del trabajo realizado con esa promoción”, indicó la profesora.
En estos últimos años, la profesional fue profundizando sus habilidades en el tema, experimentando con el mosaiquismo que tiene como premisa que este arte debe ser aplicado a algo utilitario, de esta manera se cuida, se aprecia y no se tira.
En la actualidad, la mayoría de los pedidos son de restauración de mesas. La experta lo hace sin discriminar el material que previamente considere el tratamiento necesario, ya sea de la madera o metal.
En cuanto al material utilizado, la mejor oferta y variada llega desde Buenos Aires y proviene de empresas con valores muy diferentes a las de la zona, pero existen alternativas para trabajar.
“Si bien con la decoración del mosaico arrancaron los turcos desde tiempos inmemorables y luego Grecia y Roma nosotros tomamos algo de esas técnicas y formas, pero los materiales lo fuimos modificando, como por ejemplo el mosaico con vidrios”, explicó la experta y señaló que “los vitró mosaicos, aunque en el mercado argentino no existe mucha variedad en vidrios, hay una gran variedad importada que es alucinante”.
En esta última década en Argentina se ha desarrollado un gran movimiento en mosaiquismo. Tal es el caso de la última realización de diferentes grupos de todas las provincias, en hacer pétalos para formar hortensias blancas con volumen, que serán armados en Buenos Aires para llevar a Malvinas en memoria de todos los soldados caídos allí.
Según Visconti, para poder hacer mosaicos se necesita tener en claro donde serán colocados. No es lo mismo que la pieza sea para el interior o que sea destinada para decorar sobre un espacio que vivirá en la intemperie.
La maestra construye sus propios moldes, ya sean cuencos, hongos decorativos, macetas, con cemento y demás materiales al igual que un albañil y siempre tratando de buscar elementos de reutilización.
Todo material tiene su riesgo, y en cuanto a la utilización de restos de porcelanato -que es una pasta de vidrio-, si bien se puede trabajar, su técnica es peligrosa porque una esquirla de vidrio es muy dañina y perjudicial.
“En cuanto a los sobrantes de obras sirve siempre que no esté sucio. Soy una amante del recorte y combinación de colores, me gusta trabajar con las diferentes técnicas y texturas de materiales buscando resolver las dificultades y transformando una obra de arte con colores”, aseguró.
En cuanto a las macetas realizadas, son todas tratadas para que no haya filtración de humedad. Macetas pequeñas, medianas, mesas, cuencos, hongos, y mucho más se puede apreciar y comprar en este espacio del taller donde la artista realiza sus obras y donde la combinación de materiales y diferentes texturas es una manera constante de experimentar el arte.
Silvia también fabrica joyería desde hace 8 años. “Siento una gran atracción por las piedras. Cada diseño es una joya de autor, y las piezas son personalizadas y únicas, una garantía del material utilizado”, comentó.
Este año, Silvia dictará talleres de mosaiquismo en este “multi espacio para enseñar” sin límites de edad, desde niños a partir de los 7 años hasta la edad que deseen anotarse y participar.
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