Mónica, la docente de Aguada San Roque, tiene «pronóstico muy reservado»
Lo confirmó la directora del hospital de Mendoza donde se encuentra internada la maestra de Neuquén, tras la explosión en la escuela.
La explosión en la escuela de Aguada San Roque, cerca de Añelo dejó tres víctimas fatales. (Gentileza)
La docente de la escuela 144 de Aguada San Roque, que resultó gravemente herida, tras la explosión que también causó dos muertes, fue trasladada a Mendoza, al Lagomaggiore, especializado en quemaduras. Mónica tiene el 80% de su cuerpo con quemaduras profundas, y según informaron desde el centro de Salud su estado es de suma gravedad. «Es el minuto a minuto», subrayaron.
En la explosión en la escuela de Aguada San Roque murieron Nicolás Francés y Mariano Spinedi, los dos operarios que realizaban arreglos en un calefactor. Pero también Mónica Jara, una joven docente, sufrió heridas sumamente graves tras la explosión y el incendio.
La maestra fue trasladada en primera instancia al hospital Castro Rendón de Neuquén, pero por la gravedad de las heridas, luego fue derivada al Hospital de Mendoza Lagomaggiore, especializado en quemados.
La directora del centro de Salud mendocino, Roxana Cabrera, en diálogo con RTN sostuvo que Mónica «tiene un pronóstico reservado» y detalló que «es una paciente que está en grave estado, tiene el 80% de la superficie corporal con quemaduras profundas, tronco, extremidades, y afección de la vía aérea con un fallo multiorgánico y se encuentra con asistencia respiratoria mecánica».
«Es el minuto a minuto en la evolución de la señora y es una paciente con un pronóstico muy reservado y estamos trabajando para estabilizarla y poder avanzar con los tratamientos», confió la doctora.
Cabrera subrayó que el estado de la docente neuquina siempre fue muy grave aunque destacó que «siempre es un factor a favor que las personas sean jóvenes, y entiendo que no tenía otras comorbilidades».
Respecto a los tratamientos a seguir, la directora del Lagomaggiore indicó que «son tratamientos que tienen que ser minuciosos» y que además son particulares para cada paciente. De todas formas, en Mónica, lo primero es lograr que esté estable. La explosión le produjo quemaduras en casi todo su cuerpo, lo que incluye rostro, cuello, abdomen, miembros superiores, miebros inferiores.
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