Miradas ligeras

–Ante cada muerte o hecho duro de violencia en el fútbol surgen cataratas de opiniones sobre los porqués, qué hacer, etcétera. Calidades muy diferentes de reflexión. ¿Hay alguna constante que le llame la atención en esas opiniones? –Y, lo que yo llamo la trampa, muy vieja trampa, del pensamiento fácil, ligero, direccionado a reflexionar el problema desde una única óptica; un ejemplo: acreditar la violencia a los pobres, marginados, definidos en el relato cotidiano como inadaptados. Inadaptados en relación con lo que la gente bien espera como conducta de ellos. O sea, una vez colocada la culpa en esos sectores, el resto es un amor de sociedad. Y esto también tiene que ver con la mentada “manzana podrida”, otra vieja trampa que alienta el pensamiento fácil. Un ejemplo: se dice que los inadaptados pueden incluso estar alentados por “algún policía” que les libera espacios, hace la vista gorda ante la droga, etcétera. Ese policía o policías son la “manzana podrida” de una institución a la que se define como impoluta, moralmente intachable, ajena a todo mal cuando sabemos lo que es el poder policial de este país en materia de ejercicio de poder e impunidad. Por otra parte, en nuestra historia –y yo en esto sigo las investigaciones de Eduardo Archetti sobre el tema– han sido más duras las clases dirigentes… ¿qué es, si no, la violencia del poder militar? ¿Quién asesinó en la Patagonia de las huelgas, en la Semana Trágica, en la masacre de Plaza de Mayo del 55? ¿Quién? Porque la clase media, la clase media alta y la clase alta aquí han matado y matado, por acción y omisión. ¿De dónde salen los hermanos Schlenker de la hinchada de River? De la clase media alta de Núñez...