Microchips en mascotas: usos y modos de aplicación
En muchos países es obligatorio como método de control para la tenencia responsable. En Argentina, su uso es cada vez más aceptado. En esta nota, todo lo que hay que saber.
¿De qué hablamos cuando hablamos de un microchip para mascotas? Se trata de un pequeño chip electrónico encapsulado en un cilindro de vidrio del tamaño que un grano de arroz que se activa mediante un escáner. Éste se pasa sobre el área y las ondas de radio emitidas lo activan y transmite el número de identificación al escáner en la pantalla. Se inyecta bajo la piel con una aguja hipodérmica. No es más doloroso que una inyección, aunque la aguja es un poco más grande y no requiere de cirugía o anestesia.
“Los microchips no reemplazan la necesaria identificación de las mascotas en su collar”.
Marcelo Álvarez – Médico Veterinario MP 741-Director de Escuela Veterinaria de la URN.
“No es un dispositivo GPS y no puede rastrear al animal si se pierde. Los microchips no reemplazan la necesidad de etiquetas de identificación de mascotas. Solo toma dos segundos separarse de la mascota, por lo que siempre debe usar su collar, con identificación”, explicó Marcelo Álvarez, médico veterinario y Director de la Escuela de Medicina Veterinaria en UNRN de Choele Choel, al ser consultado por Río Negro.
Precios
- $1.100 – $2.000
- El valor del microchip de fabricación nacional.
Un estudio realizado en 2009 (Lordet), de 7,700 animales callejeros, en refugios y perdidos demostró que sólo el 21,9% de los perros sin microchips pudieron regresar a sus dueños, mientras un 52,2% de los perros con microchips pudieron hacerlo. Los gatos sin microchips lograron ser localizados por sus dueños en un 1.8% y los que tenían microchip, en un 38.5%.
Si una mascota no lleva un collar con identificación porque se pierde o se retira, entonces la presencia de un microchip podría ser la única forma de encontrar al dueño del animal. Si bien no requiere mantenimiento, es necesario registrarlo y mantener su información de contacto actualizada en la base de datos de registro de microchip. Éstos deben cumplir con la Norma ISO 11784 o el Anexo A de la Norma 11785 y estar certificados por los organismos nacionales competentes.
En la actualidad, hay microchips importados y de fabricación nacional. Estos últimos rondan entre $1.100 a $ 2.000. En el país más de 365 veterinarias ya lo aplican. “Debemos saber que toda maniobra de inoculación en el tejido subcutáneo tiene probabilidades de producir una reacción al cuerpo extraño, como los puntos de sutura, pero estas reacciones adversas son mínimas, frente a las muertes que se producen a consecuencia de la anestesia en las cirugías”, concluye Álvarez.
Para tener en cuenta
VENTAJAS:
El proceso de inserción es rápido y de por vida.
El microchip no se puede perder.
Cada número de microchip es único
Si se utiliza una base de datos nacional, la identificación del microchip hace más posible dar con el animal, incluso si ha cruzado los límites provinciales o limítrofes
Todo lo que necesita es acceso a Internet y el número de identificación de su mascota.
DESVENTAJAS
Aunque baja incidencia, puede ocasionar reacción a cuerpo extraño
El microchip puede migrar de lugar
Es necesario contar con un sistema universal estándar o varios lectores de registro
Puede ser necesario escanear al animal varias veces cuando la lectura es negativa
Debe mantener el registro actualizado el propietario si se muda o cambia de número telefónico.
Comentarios