Los perros callejeros son el gran problema del municipio neuquino
Las autoridades están convencidas de que más allá de la castración, la solución es que el animal permanezca dentro de su domicilio y cuando salga, lo haga con correa.
Los perros callejeros son el gran problema del municipio neuquino
Las autoridades están convencidas de que más allá de la castración, la solución es que el animal permanezca dentro de su domicilio y cuando salga, lo haga con correa.
El gobierno municipal cree firmemente que si el animal fuese mantenido dentro de los límites de la vivienda, la gran mayoría de los problemas desaparecería. Y esto es así más allá de las esterilizaciones y desparasitaciones gratuitas que se brindan.
“Porque nosotros tenemos muchos casos de mordeduras y accidentes de tránsito por perros que andan sueltos en la calle; entonces la problemática del perro suelto en la vía pública no tiene que ver con la castración, porque de última sería un perro castrado suelto en la vía pública”, razona la ingeniera Silvia Gutiérrez, secretaria de Medioambiente municipal, de quien depende el área de Zoonosis.
“No obstante -matiza- creemos que el control (de la población canina) a través de la castración es el pilar más importante y (la) toma de conciencia”; aunque insiste “si el animal estuviera siempre en su casa ni precisaría castrarlo”.
Actualmente castran entre 50 y 60 perros por día y tienen unos 90 esperando adopción. Implementaron también colocar “chips” a algunos de los perros rescatados.
En el año 2017 esterilizaron 7.400 canes y en 2016, 5.000. Cuentan con cinco quirófanos fijos y un dispensario móvil, donde realizan castraciones masivas y desparasitaciones. Además cuentan con un laboratorio donde se hace el control de antirrábico e hidatidosis a través de las heces recogidas de la vía pública. Este año intentarán aportar también vacunas si es que pueden contar con el presupuesto necesario.
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“La castración es gratuita y la desparasitación, pero nosotros creemos y estamos convencidos de que el problema sanitario más importante es el perro suelto en la calle”, comenta la ingeniera.
Se castran entre 50 y 60 perros por día, además de gatos. “Las cifras en febrero llegaron a 500, ascendiendo en marzo a 740 perros castrados porque estamos mejorando la logística. Además contentos porque la población está tomando verdadero protagonismo en esto, ha tomado interés, cuando sacan los turnos van”, enfatiza Gutierrez.
“Apuntamos a la tenencia responsable en su totalidad, no en solo un aspecto. No llevamos los animales a lugares para adopción, el interesado debe ir a Zoonosis para verlo. No estamos de acuerdo con las adopciones en lugares públicos. El adoptante debe comprometerse” -explica Silvia Gutiérrez.
Con respecto a los perros callejeros, Gutierrez continúa diciendo que “(los canes) muchas veces tienen dueño, o dueño parcial. Por ejemplo la señora de la esquina que le da de comer, le pone agua, lo llama por su nombre, pero no lo resguarda, es de ella y no lo es. Alimenta al animal pero no está resguardado, es un concepto imparcial. Las adopciones son responsables, se hace un contrato, donde al animal se lo entrega castrado, con su chip, en algunos casos los usamos para perros peligrosos. Pero esos perros pueden y están en condiciones de ir a una familia”, afirma.
Actualmente están analizando extender los chips al resto de los canes ya que lo consideran como una forma de controlar la tenencia responsable también.
La tarea de las proteccionistas en conjunto con el municipio
“A las protectoras les damos la bienvenida siempre y cuando se ajusten a las ordenanzas municipales. Nosotros somos el Estado, entonces les exigimos su Personería Jurídica para estar en todos los programas. Trabajamos con ellas para las castraciones porque los animales deben tener un ayuno o porque puede complicarse después en la operación de perros y/o gatos, en caso de no tener dueño. Ellas se encargan de colaborar dando turnos o movilidad en caso de que no tengan”, afirma la mujer.
El centro de Zoonosis tiene un sector de guardería de perros, un espacio bastante grande donde hay 90 caniles, pero la demanda es cada vez mayor. De las tareas también participan el veterinario y un peluquero por si tienen que pelar a los animales.
Como el espacio es municipal, también hay encargados de hacer la limpieza y de comprar el alimento, “pero las protectoras los contienen, sacan a pasear, ven cada uno si tiene algún problema, hacen una especie de re-educación, y también colaboran con la limpieza y a partir de ahí, cuando el perro está en condiciones se lo saca para adopción, siempre con la figura del municipio”, explica.
Perros peligrosos
Este es el mayor problema de la ciudad, en especial si el can está suelto. Cuando un perro ha mordido a una persona se lo lleva a Zoonosis, para hacerle el control antirrábico. “La ordenanza nos habilita para hacer el control inclusive dentro de la vivienda del dueño. En ese caso lo tienen que contratar al veterinario y si certifica que lo hizo, la ordenanza habilita para infraccionar. Las personas que tienen un perro, lo dejaron suelto y mordió a una persona, son infraccionadas”, dice.
En estos casos, las protectoras ven las características del animal, pero si alguno no es retirado por su dueño, pasa al sector de reinserción donde se lo puede ubicar en alguna empresa, campo o familia donde cuiden y lo tengan en un lugar cerrado”, sentencia.
Los chips, que están avalados por el Ministerio de Salud, no se compran en las farmacias. Si el perro “chipeado” es encontrado, se lo escanea para saber sus datos. “Esta es una metodología que estamos implementando, porque en ese caso sería de un adoptante irresponsable y corresponde una infracción”, afirma.
“A los perros que adoptan en algunos casos estamos poniéndoles chips. Dentro del acuerdo de adopción si la persona no quiere al animal debe devolverlo a Zoonosis, no puede por cuenta propia dárselo a otro”, concluye la funcionaria.
Datos
- En lo que va del 2018:
- denuncias por mordeduras
- adopciones de enero a marzo
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