El hiperapego canino: qué es y cómo prevenirlo
Desde cachorros, los perros buscan contención y afecto. En esta nota, te contamos sobre la importancia de saber equilibrar entre el amor y la enseñanza para evitar ciertos trastornos futuros.
El hiperapego es un trastorno de la conducta canina que se expresa con un alto nivel de ansiedad cuando el perro se ve separado o pierde de vista a su propietario. Esta ansiedad exacerbada puede manifestarse con llanto sostenido, ladrido constante, rotura de objetos, hasta puede causar estados depresivos. Desde los primeros días de vida los cachorros sienten una gran motivación por estar reunidos con su madre y hermanos. Desde Allen, el adiestrador de canes Luis Ayala le explicó a RÍO NEGRO que, filogénicamente el perro ha aprendido que estar solo equivale a morir. Solo, el cachorro no tiene ninguna chance. Necesita sentirse junto a la fuente de todos sus recursos y primer objeto de ligazón social: su madre. “Ese instinto y la neotenia (presencia de rasgos infantojuveniles de por vida que causa la domesticación) son las causas biológicas que despiertan en el cachorro, esas ganas inmensas de estar con su objeto de ligazón”, explica Ayala.
Luego de parir, la madre está con los cachorros todo el tiempo – explica Ayala – después de algunas semanas, aunque nunca deja de atenderlos, paulatinamente comienza a poner cierta distancia entre ella y los cachorros; los deja solos en la paridera varias veces al día. Les enseña a quedarse solos y cuando ya caminan y la siguen suele reprenderlos ante la insistencia en mamar, porque tienen dientes y duele, entonces les enseña límites. Posteriormente viene el destete que es la primera separación que el cachorro experimenta, y cuenta con su madre para enseñarle a gestionar esa frustración.
“Los perros que sufren de hiperapego no lo pasan nada bien”.
Luis Ayala, adiestrador de canes. de Allen.
Según el profesional, por esta razón es muy importante que los cachorros permanezcan con su madre, al menos dos meses, porque los procesos emocionales que se generan en su desarrollo comportamental dependen de la acción directa de la madre. Para el cachorro este accionar materno tiene implicancias de por vida. A nivel neurofisiológico se producen cambios fundamentales como la activación de vías neuronales que desarrollan el autocontrol y moderan el comportamiento.
Una vez en su nueva casa y con su nueva manada humana –especifica Ayala- el cachorro aprende e incorpora a sus estructuras mentales las experiencias que se le van presentando e interpretándolas como agradables o desagradables. “Así aprende que estar en brazos o dormir con el humano es agradable”, argumentó el educador canino quien además aseguró que ahí está el aporte humano al trastorno por hiperapego. El responsable humano, sin saberlo puede ser interpretado por el cachorro como un objeto de súper ligazón, al poder recibir del humano infinitos placeres, muchos más aún que los que recibía su propia madre.
Un perrito que crece en un régimen de “súper ligazón” será un animal súper dependiente e híper apegado. Toda su estabilidad emocional depende de la presencia de su responsable humano que, ante su ausencia, se producen los estallidos de ansiedad exagerada a causa del hiperapego que pueden durar varias horas, con los comportamientos disruptivos como llorar, ladrar, romper entre otras cosas.
“Los perros que sufren de hiperapego no lo pasan nada bien”, dice Ayala y añade que, según estudios realizados, durante los picos ansiosos en su cerebro, se puede observar actividad en los centros del dolor, realmente sufren la separación.
Para Ayala esta conducta, se previene otorgando al cachorro el trato cariñoso y protector que necesita, sin sobreprotegerlo y dándole la oportunidad de aprender a estar solo de a ratitos, de forma paulatina, en distintos lugares de la casa, con juguetes o premios de comida, así el cachorro comprobará que el responsable humano, siempre vuelve. “Debemos continuar el trabajo de la madre en la conformación de patrones de comportamiento, fomentando la seguridad y la independencia”, enfatizó y dejó en claro que dejar al cachorro solo en el patio y llorando por muchas horas, sin buscar un equilibrio y sin hacer la habituación no es para nada bueno, ya que se formará un perro inseguro, donde los picos de angustia y ansiedad se elevan enormemente.
El hiperapego se puede abordar con técnicas de desensibilización y contra condicionamiento con buenos resultados. Es un trastorno que causa una gran inestabilidad emocional y una sensación de malestar profundo en el perro, por lo que necesita una estructura conductual clara en un entorno social seguro y de contención. “El castigo o reprimendas luego de episodios de hiperansiedad no dan ningún resultado siendo totalmente contraproducentes”, concluye Ayala.
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