Mi agenda personal por María J. Ibargüen, arquitecta
También es docente de la UNRN en Roca. Antes que la comida y la vajilla, comparte, “son los afectos los que conforman la buena mesa”.
María José Ferrero Ibargüen, arquitecta, docente de la UNRN en Roca
Recién llegás de un largo viaje por España…. una comida que descubriste
Nunca “aprendí a comer”, mi alimentación es cuantiosa pero no variada, así que para mí los viajes no representan la experiencia culinaria. De todos modos “flipé” (como dicen los españoles) con las tortillas de papas, las venden por todos lados, así que las comía a cualquier hora, incluso de desayuno. Una comida que descubrí fue la paella de pollo con porotos pallares, que nunca había probado: la preparó Inés, la suegra de mi prima, en mi visita a Salamanca y estuvo realmente deliciosa.
Llega el tiempo de otoñar… café o té a la tarde
Prefiero el mate, a toda hora y en todo lugar. Me encantan las infusiones, preferentemente de lavanda, jazmín, hierba buena, con hibiscus, todo depende la hora y el momento.
Recetas… ¿tenés, las usás, fueron heredadas, recortadas y pegadas?
Tengo varias recetas familiares, muchas de ellas de abuelas y mi madre, otras tantas de revistas y Facebook; pero las uso poco, algún día cuando me jubile podré desempolvarlas y dedicarle tiempo a la cocina.
El asado, infalible
Desde que me fui a estudiar fui más consciente del momento que se genera alrededor de la preparación de la comida y luego sentarse a la mesa a degustarla, casi como un ritual. Por eso mismo disfruto muchísimo los asados, es una especie de ceremonia que se inicia en el momento que alguien dice “¿comemos un asado?”, ir a comprar la carne, preparar las ensaladas, el postre (flan o panqueques) y terminar sentados a la mesa, para mí es un deleite.
Cómo debe estar una buena mesa
Primero prefiero tener a las personas que quiero a su alrededor; luego viene el resto -mantel y servilletas de tela, vajilla, lindos cubiertos y copas de cristal, flores y velas-; una mesa espaciosa, sobria, de líneas simples. En otra época te hubiera agregado un buen malbec o carmenere. Pero hoy sin dudas que son los afectos los que conforman la buena mesa.
Sos de andar por las bardas… y llega un momento en que te sentás, abrís la mochila y qué sale…
Generalmente frutos secos, frutas deshidratadas y chocolate si es una caminata larga, en ese caso también aparece un mate, algún bizcochito, budín o facturas.
¿Hacés conservas?
Me encanta hacer salsa de tomate, la común, con morrón, ajo y albahaca y tipo pomarola, a la que además agrego cebolla y zanahoria.
Salir a comer afuera, ¿es un plan?
Sí, me encanta salir a comer aunque a veces me cansa el sabor de la comida de restaurant y prefiero la de casa.
Una picada…
No me gustan los embutidos ni los quesos, si ya sé, se estarán preguntando ¿pero no come pizza? No, no como pizza, por lo menos no la que come el resto de la humanidad, yo me la preparo con otros ingredientes, como un salteado de pollo, cebollitas, acelga y salsa blanca, por ejemplo.
Lo natural, lo orgánico…
Me gusta lo saludable, pero no podría vivir solo con ese tipo de comida, soy una apasionada de la comida chatarra, los chocolates, el dulce de leche, las torta fritas y esas cosas.
Sopa… ¿onda Mafalda?
Me encanta la sopa, prefiero la preparada en forma casera, pero si es de cubitos también es bienvenida.
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