¿María Becerra traicionó a Paulo Londra?

La trapera se mostró con Ovy On The Drums, productor con quien el cordobés mantiene un enfrentamiento judicial.

Redacción

Por Redacción

La trapera María Becerra quedó en el ojo de la tormenta, al anunciar que trabajará con Ovy On The Drums, la productora que mantiene un conflicto legal con el artista Paulo Londra.

El anunció despertó un sin fin de críticas en redes sociales, ya que los usuarios acusaron a Becerra de “traición”.

El conflicto entre Paulo Londra con Ovy On The Drums obligó a frenar las presentaciones del artista cordobés.

La imagen que causó revuelo.

Por ese motivo, dos antiguas publicaciones de Becerra se viralizaron. “Qué triste que haya pibitos por ahí queriendo cumplir sus sueños, viniendo de abajo, y se crucen con hijos de p… que se aprovechan de su inocencia», había publicado en su momento Becerra en apoyo a Londra.

Ahora Ovy On The Drums se mostró con Becerra y esa situación causó un revuelo en las redes sociales.

En ese contexto, la cantante hizo su descargo. “Por todo esto que está pasando me siento con la responsabilidad de aclarar la situación. Se cae de maduro que yo quiero que Paulo pueda volver a sacar música. Es lo que todos queremos y estamos esperando hace dos años. Ojalá toda esta situación se destrabe y él sea feliz nuevamente haciendo lo que ama”, tuiteó Becerra.

Mi intención no es estar metida en quilombos contractuales, discográficos o de managers- continuó la trapera- Simplemente soy una artista y como todos estoy constantemente buscando la forma de crecer artísticamente, tener más experiencia y conocimientos. Entiendo que la situación se haya malinterpretado pero simplemente fui a hacer mi trabajo”.

De esa manera, Becerra aclaró que fue a un estudio a grabar canciones y añadió que no firmó “con ninguna empresa ni con nadie».

“Lo siento mucho, me entristece mucho esta situación”, concluyó la artista en su red social Twitter.

Paulo Londra, por su parte, publicó dos mensajes en Twitter que sugieren una respuesta a lo sucedido. El primero decía: “Ni sé cómo le dan cabida a giles”. Y, en el segundo: “Gracias a Dios me desahogo cantando”.


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