Marcelo, uno de los elegidos para testear la vacuna contra la Covid-19 en la Argentina
Marcelo Leiciaga tiene 47 años y tres hijos. El próximo martes 18 de agosto será uno de los 15 mil argentinos que probarán la vacuna experimental en el país. Aquí cuenta cómo se siente y cómo debe prepararse.
Marcelo Leiciaga tiene 47 años y lleva 22 años como bombero voluntario. Desde el próximo martes 18, sumará a su vida un gran detalle: será una de los 15 mil seleccionados para testear la vacuna contra la Covid-19 en el país.
Efectivamente, en una carrera contra el tiempo para buscar la cura o un tratamiento que acabe con la pandemia, la Argentina fue seleccionada para testear la vacuna, que permitirá terminar con los miedos, angustias e incertidumbre. Ya fueron seleccionados unos 15000 voluntarios –que tienen entre 18 y 50 años, de ambos sexos- que probarán su efectividad buscando la solución al virus.
Las pruebas consisten en la aplicación de dos dosis, una inicial y la segunda a los 21 días. Durante ese período, todos los voluntarios que luego de las aplicaciones regresarán a la vida cotidiana, serán estudiados periódicamente con estudios de sangre para ver la evolución de su estado de salud y los efectos de la vacuna.
Haciendo un espacio en su jornada laboral, Marcelo conversó telefónicamente con RÍO NEGRO y comentó las sensaciones que tiene por ser parte, junto con los científicos, en la línea de avanzada que busca una cura a la enfermedad.
“Hoy por hoy me genera incertidumbre, porque aún se desconoce todo esto de la Covid-19. Me da un poquito de miedo, pero es el mismo miedo que siento cuando entro a trabajar en un incendio o en los lugares peligrosos al que acudimos como bombero.”
Marcelo
Marcelo cuenta que el día que le dijo a su familia que había decidido anotarse como voluntario para la prueba de la vacuna, recibió el apoyo total de su esposa y de sus tres hijos “No dudaron en acompañarme y apoyarme en esta decisión.”
El hombre tiene la fecha confirmada para el próximo martes 18 de agosto. Ese día deberá acercarse al Hospital Militar Central, donde luego de los estudios preliminares -que demandarán unas horas- recibirá la primera de las dos dosis de esta vacuna experimental que preparan las compañías farmacéuticas Pfizer Inc. y BioNTech SE, que ya fueron probadas en Alemania y en los Estados Unidos, y fue autorizada en nuestro país por la Administración Federal de Drogas (FDA), la agencia del gobierno estadounidense encargada del control de los medicamentos.
El médico infectólogo Fernando Polack, uno de los impulsores de que la vacuna llegue al país en su fase de prueba, había dicho en medios nacionales que “las personas no van a enfermarse por aplicarse la vacuna”. Aclaró que no existe ninguna contraindicación y que está enfocada a personas sanas.
Cómo se prepara
En estos días previos, el bombero no tiene que adoptar ningún tipo de medidas de salud diferentes a las habituales. “Me explicaron que haga vida normal, pero que me cuide como todos del virus con tapabocas, distancia social y medidas de higiene. Lo vengo haciendo desde que se desató la pandemia porque jamás dejé de trabajar, ya que soy personal esencial”.
Igual que todo el mundo, con mi familia estamos esperanzados de encontrarle solución a esta enfermedad, pero por estar dentro de un grupo de personas que pondrán su cuerpo a la vacuna, no me siento ningún héroe. En casa siempre se priorizó el sentido de solidaridad. Desde que era aspirante a bombero y conocí a mi esposa y mis hijos crecimos todos en esta vida de emergencia. Las palabras de ellos fueron papi metele para adelante, cuídate. Yo, ya me siento un ídolo por ser su papá y no por hacer esto que voy a hacer.”
Marcelo
El voluntariado remarcó que esto es un estilo de vida: ”Ya llevo años como voluntario, además de trabajar en el Ceamse. Soy egresado de la Cruz Roja Argentina, donde me tocó estar en desastres de todo tipo y este será un gesto más del pequeño aporte a toda la sociedad y como conejito de Indias será mi pequeño aporte”, sostuvo.
El próximo martes 18 de agosto seguramente será una jornada larga para Marcelo y su entorno familiar, amigos y conocidos.
“Me dijeron que me pasan a buscar en auto, me preparan con una serie de estudios, luego me aplicarán las primeras dosis y volveré hacer la vida normalmente, aunque los profesionales estarán permanentemente en contacto para ir viendo cómo se va desarrollando», contó.
Marcelo comentó que lo único que puede pasarle es algún tipo de adversidad; la reacción normal cuando se aplica cualquier otra vacuna: “hinchazón en el lugar de la aplicación, alguna urticaria o un poco de fiebre propia de la vacuna, pero no tiene contraindicación que me impida seguir haciendo la vida normalmente. Me contaron que la vacuna fue testeada en Oxford y que no hubo ningún problema”.
Aún no tiene fecha prevista para la aplicación de la segunda dosis. “Hago este esfuerzo por mis hijos y las futuras generaciones y ojalá que estén cerca de conseguir la cura” dijo con una voz emocionada, durante el diálogo telefónico.
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