Maestra grave por la explosión: «Tenía la emoción de empezar a trabajar y ahora pelea por su vida»
Mónica Jara es la maestra que sufrió graves heridas por la explosión en la escuela de Aguada San Roque. Era su primera experiencia laboral, la que tanto necesitaba para ayudar económicamente a su familia. «Tenía la emoción de empezar a trabajar y ahora pelea por su vida», reflexionó Marcelo Marchessi, docente del instituto donde se recibió este año la docente y dirigente de ATEN. Durante este miércoles, el sindicato está de paro en reclamo del esclarecimiento de lo ocurrido.
Mónica tiene 34 años, una casa en Contralmirante Cordero, dos hijos, su marido y una familia que la espera afuera del hospital de mayor complejidad de la provincia, el Castro Rendón. Fue trasladada luego de la explosión, con el 80% del cuerpo quemado y respiración mecánica asistida. Fue sometida a una cirugía que pudo resistir y esperan que se cumplan las primeras 48 horas, claves en su evolución. Trascendió que se evaluaría trasladarla a un centro especialista en Mendoza, pero por ahora sus allegados van paso a paso.
Araceli Enrique es la directora del Instituto de Formación Docente N° 9 de Centenario, donde Mónica estudió. «Es una de las egresadas 2020 y, como todos, expandimos el ciclo lectivo, y terminó el 30 abril de este año. En mayo las convocamos al instituto a retirar su constancia de título. Vinieron muy felices. Un logro de haberse recibido en plena pandemia y ellas necesitaban trabajar «, contó.
Marchessi explicó que, como integrante del sindicato, acompañaron a Mónica y sus compañeras en el proceso de recibirse y anotarse en las asambleas. El grupo de 36 estudiantes debía recibirse el año pasado, pero la cursada se extendió este año , por lo que buscaron asesorarlas y darles tranquilidad. «Su preocupación máxima era empezar a trabajar», recordó.
El 30 de abril Mónica se recibió y, con la constancia de estudios finalizados, enseguida consiguió la suplencia en Aguada San Roque. Trabajó una semana desde la virtualidad hasta que, institucionalmente, se decidió volver a la presencialidad.
Viajó, llegó a estrenar su primera clase presencial como maestra recibida y, luego, sufrió la explosión. Para Marchessi, «lo que pasó es una muestra clara que nadie quiere dejar de trabajar en la presencialidad, pero hay que revisar las condiciones».
Desde la solidaridad se va a necesitar apoyo económico»,
manifestó Araceli Enrique, directora del Instituto de Formación Docente N° 9 de Centenario
Mónica había investigado sobre las condiciones del trabajo docente
En un comunicado el equipo de Profesores de 4to año del Instituto de Formación Docente N° 9 recordó para un trabajo de indagación de la cátedra de Residencia II, Mónica y su grupo de compañeras habían elegido como tema “Las condiciones del trabajo docente”.
«Había indagado sobre las condiciones del trabajo docente y bueno justamente de una forma tan irónica la realidad la golpea víctima de esas condiciones”, sostuvo Enrique.
«Las instituciones no son seguras. Están siendo riesgosas y a los docentes nos apena porque cuando lo decimos muchas veces nos interpelan. y lo que estamos diciendo es la realidad. Las instituciones tienen mucho deterioro y esto es une ejemplo claro de eso», manifestó la directora.
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