Luis Andrade en Casa de la Cultura: un viaje al universo de la canción
A mediados del los 80, un grupo de chicos roquenses recién egresados de secundario partieron rumbo a Buenos Aires para, en le mejor de los casos, simular cumplir con el mandato familiar de ser “mi hijo el doctor”. Pero los intereses de los muchachos eran muy otros. Uno de ellos, Nacho Gadano, se metió de lleno en el teatro . Otro, Luis Andrade, no dejó de hacer música.
Gadano se convirtió en un reconocido actor de teatro y tevé y no volvió más. Andrade, que no estuvo ni cerca de ser “Luisito, el abogado”, sí volvió. Entusiasmado por la apertura del INSA (hoy IUPA), regresó a Roca y se puso a estudiar. Allí se encontró un rubiecito y talentos pibe llamado Andrés Fuhr y con otro rubiecito talentoso llamado Ernesto Pugni. También estaban por allí Walter Lusarreta, Eduardo Travaglino y Pato Frank.
Todos ellos conformaron un núcleo de músicos que le dieron a la ciudad una escena y una estética que continúa hasta la actualidad. Y además se hicieron amigos. De hecho, Luis Andrade apeló a a ellos para su regreso al escenario, mañana a la noche, en la sala II de Casa de la Cultura con el espectáculo “Canciones de luz y sombra”.
Con Andrés Fuhr en contrabajo, Ernesto Pugni en batería y Eduardo Travaglino en piano, el cantautor roquense invita a un sensible paseo por su rico y original cancionero que le permitió grabar tres discos, además de cuatro canciones aún inéditas que fueron el leitmotiv de este concierto y que seguramente sean el disparador para un nuevo disco.
En una charla matinal, días antes del concierto, Luis Andrade nos decía que siempre jugó a componer. Poco (o nada amigo) de los covers), sostenía que la canción es su refugio. “Lo fascinante de la canción es todo lo que se puede transmitir y contar en tres minutos”.
La discografía de Andrade comienza con “Palmier Beach”, registrado luego de una experiencia de varios años en Europa a comienzos de los 2000. “Mucho folclore, conceptos más rioplatenses. Lo registramos en vivo en Casa de la Cultura, aunque sin público. Lo hicimos con sonido directo”, recordaba Andrade.
“Lulu”, el segundo disco, se relaciona directamente con el nacimiento de su primera hija y es “absolutamente guitarrístico”. Por último, “Menta”, en el cual el músico soltó la criolla y enchufó la guitarra acústica. “En Menta aparecen los sonidos de la adolescencia, la frescura de los sonidos y cierta energía de una guitarra enchufada”.
Sobre las cuatro canciones nuevas, que el propio Andrade define como “sureñas, por los tiempos, el viento que hay en cada canción, los espacios, los silencios, las cadencias”, revela que fueron el disparador del concierto de mañana. “Convoqué a los músicos para grabarlas allá por abril, quería ver sus reacciones, qué les parecían y y cuando vi reacciones positivas les dije ‘Ok, tenemos fecha el 5 de octubre’ “(risas).
Lo que tenés que saber
Lugar: Casa de la Cultura de Roca
Día y hora: sábado a las 21:30
Músicos: Luis Andrade , guitarra y voces; Andrés Fuhr, contrabajo; Eduardo Travaglino en piano; y Ernesto Pugni, en batería
Coreografía: María Laura Balmaceda y Fernanda Gómez Murilla
Entradas: $ 250 anticipada y socios, $ 300 en puerta
A mediados del los 80, un grupo de chicos roquenses recién egresados de secundario partieron rumbo a Buenos Aires para, en le mejor de los casos, simular cumplir con el mandato familiar de ser “mi hijo el doctor”. Pero los intereses de los muchachos eran muy otros. Uno de ellos, Nacho Gadano, se metió de lleno en el teatro . Otro, Luis Andrade, no dejó de hacer música.
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