Lucía, la primera maquinista en Vialidad de Neuquén: una historia que recién empieza
Lucía Aguilera no solo es la primera mujer maquinista en la historia de Vialidad, sino que también capacitará a Brisa, su compañera. Ambas llevan las máquinas en la sangre.
Tras 62 años de la Dirección Provincial de Vialidad de Neuquén se incorpora, por primera vez, una mujer al trabajo operativo. Lucía Aguilera, de Aluminé, desarrolló su carrera de maquinista en la Corporación Forestal Neuquina (Corfone) y allí aprendió cómo desenvolverse en las tareas. Su experiencia y voluntad le abrieron las puertas para ser trabajadora eventual de Vialidad: «cuando vimos su currículum nos dimos cuenta y nos sorprendimos, ella toda la vida trabajó con maquinarias«, señaló el representante sindical del gremio de Viales, Carlos Roselli.
Hoy Lucía está cumpliendo 27 años y transita su tercer día de trabajo. La semana que viene, ella y su dupla, Brisa Santander, ya operarán en el puesto de Agua Fría, Camino a Pino Hachado. «Hice el concurso para ver qué pasaba y me aceptaron. Por suerte tengo todos los papeles y los carnets«, señaló Lucía en diálogo con Aluminé al Instante. Y explicó: «es lo que me gusta, realmente es algo que me ayuda y me relaja, es algo que se lleva en la sangre. Está bueno, es una nueva experiencia con nuevos compañeros».
Brisa, de 20 años, entró como su compañera para capacitarse y así ampliar el plantel con más mujeres maquinistas en el futuro. «Vengo de una familia de viales, mi abuelo es camionero, mi tío trabaja acá, entonces siempre me gustó esta institución y siempre quise salir a trabajar al campo de maquinista o camionera«, detalló. Cuando fue seleccionada, comentó que se emocionó al saber que Lucía la va a capacitar: «me puse re contenta porque de ella voy a aprender muchísimo, sabe un montón».
Roselli comentó que la incorporación de ambas surge en el marco de «la transformación qué tiene que sufrir todas las empresas del Estado por la igualdad de género, la igualdad de oportunidades. Esto es trascendental». Señaló también que esto representa nuevas modificaciones: «hay un montón de cosas, todo tiene que cambiar, porque por ejemplo, tenemos que adaptar sanitarios, no es lo mismo que un campamento de 20 muchachos porque ahora tenemos compañeras«.
Lucía y Brisa coincidieron en que la oportunidad está en aprender y perfeccionarse, y que cuentan con «el apoyo de todos los chicos, los compañeros que entraron con nosotras», por lo que «sabemos que no vamos a estar solas«.
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