Los trabajadores de Interlagos se reinventan: Ahora lavan autos y venden agua

Mientras los 84 trabajadores de la Embotelladora Comahue aguardan por las soluciones que pondrían a la planta a funcionar en pocos días, y se arman de paciencia para cobrar la segunda cuota del magro subsidio de 10 mil pesos que ofreció el gobierno provincial, realizan tareas de lavado de autos y venden agua de mesa “a voluntad”. Muchos realizan la guardia preventiva para evitar el vaciamiento de la firma y aprovechan para juntar dinero y sostener a sus familias.

Según informaron desde la planta ubicada en la intersección de la calle Toschi con la Ruta 22, hace varios días comenzaron a ofrecer el servicio de lavado de automóviles, y resaltaron que ofrecen promociones especiales para trabajadores del volante, como por ejemplo los taxistas.

Además, realizan la venta de agua de mesa que produce la marca Interlagos y no le ponen precio. “A voluntad” se puede leer en un modesto cartel que llamó la atención de muchos automovilistas que pasan por allí a diario. Se trata de botellones de tres litros y se niegan a darle un valor monetario, en busca de la solidaridad de los cipoleños.

El gobernador, Alberto Weretilneck se mostró muy interesado en que la empresa continúe produciendo y de esa forma busca evitar la pérdida de las fuentes laborales. Hace algunos días informó sobre el aporte de 10 mil pesos en dos cuotas y sostuvo que la suma busca paliar la situación hasta que “puedan volver a cobrar sus salarios si prospera este entendimiento que se está dando entre dos grupos de empresarios para que la empresa pueda salir adelante”.

Desde el año pasado los trabajadores se encuentran en una situación crítica y muchos debieron salir a trabajar de albañilería, a realizar panificaciones y a tomar “cualquier changa” para sostener a las familias que se encuentran detrás de los 84 trabajadores que pretenden seguir trabajando.