Los sepelios también debieron cambiar por el coronavirus
En Río Negro no se permite el servicio velatorio para los fallecidos de covid-19, mientras que en Neuquén si. La familia puede elegir si el cuerpo es inhumado o cremado.
El coronavirus cambió no solo las formas de interactuar entre las personas y los hábitos, sino los tradicionales servicios de sepelios en el país.
En Río Negro se continúa con los velorios para fallecidos cuya causa no haya sido covid-19. Pero si el deceso se produjo por el contagio se aplica un protocolo específico.
La empresa Diniello Sepelios tiene su sede central en Roca y desde que comenzó la pandemia se ha ocupado de la mayoría de los servicios en la región para muertos por el virus.
Eduardo Antonio Diniello, dueño de la compañía, señaló que cuando les toca un fallecido por covid-19 el personal utiliza doble buzo, trajes de protección, botas, máscaras con respirador y dos pares de guantes.
Además tienen un vehículo destinado solo para estos casos que está estacionado en un depósito al frente de las oficinas de la sede. Esta furgoneta también se desinfecta al igual que el cajón que se va a usar.
Luego se va a buscar al muerto que ya se encuentra en un recipiente desinfectado con lavandina al hospital o a la clínica. Este procedimiento lo llevan a cabo los centros médicos.
“Desde ahí se va derecho al cementerio al enterramiento o al horno de la empresa donde es cremado”, expresó.
Diniello informó que la familia del fallecido puede elegir si el cuerpo será inhumado o cremado.
La empresa por su parte ofrece un servicio para cremar en sus hornos acondicionados que están en su cementerio privado sobre la Ruta 6.
Si bien no se permite el velorio, la familia puede presenciar el procedimiento a varios metros de distancia.
“Cuando finaliza el trabajo vuelve el vehículo al depósito y se realiza la desinfección y se guarda”, señaló.
El dueño explicó que los trajes se desechan en el horno de cremación cuando tienen que realizar ese servicio o lo retira el personal del municipio.
Contó que la empresa aporta mensualmente a la comuna para que se eliminen los residuos patológicos. Estos se acumulan en una bolsa especial y se queman en el Parque Industrial I.
Este mismo protocolo se aplica en la funeraria Cueto que también trabaja con víctimas de coronavirus. “Usamos equipos de protección y se desinfecta el vehículo porque es un riesgo tremendo”, expresó Luis Cueto dueño de la compañía.
La semana pasada el Municipio de Roca cerró sus puertas y fue desinfectado luego de que el familiar de un fallecido de covid-19 fue a realizar un trámite.
Diniello explicó que la empresa tiene un convenio con la comuna para ofrecer el servicio a los vecinos de bajos ingresos.
El familiar que debería estar aislado solicitó este servicio y no señaló que la causa de muerte de su padre era por coronavirus. Luego se dirigió a la empresa para continuar con el trámite.
Allí los empleados se informaron del motivo del fallecimiento. Inmediatamente avisaron al municipio y se cerró y desinfectó el edificio.
“Cuando vemos que trae el certificado de defunción que dice covid-19 reaccionamos porque no debería tener contacto con nosotros y estar aislado”, señaló.
Mencionó que hay empleados en el municipio que no manejan aún estos nuevos procedimientos.
Remarcó que antes de retirar a un muerto consultan la causa de fallecimiento al médico.
El resto de los sepelios
En cuanto a los sepelios para fallecidos cuyo motivo no es por coronavirus Diniello si se ofrece el servicio velatorio por un tiempo máximo de dos horas.
“Se hacen con el mínimo de gente tanto en el cementerio de la empresa como en las salas ubicadas en la calle Villegas, tenemos un espacio amplio para 20 personas por lo menos”, señaló.
Mientras que en la funeraria Cueto solo se permiten cinco familiares directos y el tiempo del servicio velatorio no puede superar las cuatro horas.
En Neuquén, los servicios fúnebres se realizan de acuerdo al protocolo que armó el Ministerio de Salud de la Provincia.
Una vez comunicado el fallecimiento de un paciente de covid-19, es el área sanitaria la que se encarga de implementar las medidas necesarias para la correcta disposición del cadáver hasta que se produce el velatorio, entierro o cremación, según la voluntad de los familiares.
Desde la Cooperativa CALF Sepelios aseguraron que son informados con anticipación de que recibirán un fallecido infectado por coronavirus. El protocolo que se aplica en toda la provincia, establece que “la comunicación del riesgo en defunciones por covid-19 deberá ser informada a todos los actores que intervienen en la gestión del cadáver y a sus familiares, de manera responsable y oportuna, observando siempre el respeto a la dignidad humana, garantizando que existan canales de comunicación entre equipos de salud, familiares, empresas funerarias, cementerios y crematorios”.
Al recibir el cadáver la funeraria, el mismo se le entrega en “un recipiente resistente”.
Se realiza la desinfección de la misma previamente al traslado. El recipiente “debe ser etiquetado con los datos del paciente e identificada como material infecto contagioso”.
El cuerpo se traslada en el vehículo fúnebre de uso exclusivo para tal fin, utilizando la ruta más corta y rápida hacia la sala velatoria, el cementerio o servicio crematorio.
“La comunicación del riesgo deberá mantenerse y ser informada por parte del operador funerario que realiza el transporte al cementerio para que el personal adopte las medias necesarias de aislamiento, logística y adecuación para la recepción, la cremación o inhumación del cadáver”, determina el protocolo. Durante todo el proceso el personal de las funerarias cuentan con un protocolo para la “manipulación” del cuerpo sin riesgos.
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