Los rescates de vehículos están al orden del día en El Cóndor
Desde que Viedma pasó a fase 5 en la pandemia provocada por el coronavirus, continúa siendo convocado a la playa por la gran cantidad de visitantes.
La asistencia a pescadores y visitantes a las playas de El Cóndor, quienes se quedan encajados con sus vehículos, no ha parado en estos días pese al frío del invierno.
Esta tarea se ve facilitada en virtud de que la villa marítima cuenta con un especialista en virtud de la infraestructura disponible.
Se trata de Daniel Teramo, que contra viento frío y marea, suele meterse al agua para evitar que los vehículos –casi siempre cuatro por cuatro- se los lleve el mar en pleamar y queden arruinados de por vida.
“Hay momentos en que se debe actuar rápidamente y es una cuestión de minutos que no te da tiempo a colocarte el traje de neoprene”, cuenta a RÍO NEGRO.
Señala que el terreno, tanto en las playas del mar como en la desembocadura, cambia permanentemente y en consecuencia las camionetas quedan encajadas hasta el eje, y “no hay linga que resista porque son un peso muerto, cuando el propietario fuerza la salida”.
Por ese motivo, el rescatista debe lanzarse hacia el vehículo con lo puesto para colocarle flotadores y así poder salvarlo de los efectos negativos que causa la sal marina en todo el habitáculo.
Si bien el trabajo fuerte de Teramo, en este rubro tan particular se produce en el verano, desde que Viedma pasó a fase 5 en la pandemia provocada por el coronavirus, continúa siendo convocado a la playa por la gran cantidad de visitantes.
Con las bajas temperaturas no sólo queda expuesta su humanidad, pues también suelen sufrir averías los equipos con que cuenta.
Por caso, a sabiendas de que ocurren permanentemente este tipo de incidentes, aguzó el ingenio y con los estancos de un gomón, armó un flotador –como si fuera un lápiz- para el vehículo se eleve y pueda ser retirado del sitio fangoso con el mínimo esfuerzo.
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