Los rescataron tras perderse en las bardas cerca de Fernández Oro
Dos personas mayores, una con una operación cardíaca reciente, dos adultos y cuatro niñas se perdieron tras salirse de la huella y derivaron en una pista de motociclismo. Gracias al personal de Bomberos y de la Comisaría 26 fueron socorridos tras pasar todo el día en la barda.
Una familia cipoleña del barrio Anaí Mapu vivió una experiencia desoladora este martes, cuando se perdieron camino al Cerro Azul y debieron ser rescatados por personal de Bomberos y de Policía de Fernández Oro. Un emotivo agradecimiento hacia los rescatistas que, tras pasar todo el día deambulando por las bardas, lograron sacarlos del susto. Más tarde les dieron el alta desde el hospital de Fernández Oro.
Olga y Miguel salieron este martes feriado y pensaron que sería buena idea conocer el Cerro Azul. Hacia allí emprendieron el camino en su camioneta Renault Kangoo, secundados por su nieto en un Fiat Duna. Cerca de las 11 empezaron a dudar de si el camino que seguían era el correcto.
Miguel, de 63 años confesó: «Fue negligencia mía, no estaba seguro del camino y seguí a una 4×4 que nos pasó. A los 200 metros frenó y pegó la vuelta, y yo seguí porque el camino estaba lindo», relató.
«La aventura del hombre», bromea su pareja Olga, de 62 años, que hace muy poco fue operada del corazón. Por momentos temió por esa herida que no está completamemte cicatrizada, pero afortunadamente solo sufrió lastimaduras por la hostil vegetación del lugar.
Uno de los nietos logró comunicarse con el 109 para pedir ayuda, pero la llamada se cortó y no lograron volver a encontrar un sector con señal en su celular por un buen rato.
Tras varias horas de andar ese camino errado y minado de pozos, barrancos y arena suelta, finalmente se encajaron en un badén, y sacar el rodado de allí les tomó otra gran parte de la tarde.
Cuando lograron seguir camino arribaron a una pista de motocicletas. una picada en descenso en la que no volcaron «porque Dios es grande y porque traíamos enganchado el (Fiat) Duna de mi nieto, que también se había quedado», explicó Miguel.
Allí bajaron y nuevamente quedaron encajados «hasta el cárter», según precisó el conductor. De allí no volverían a mover el rodado hasta que llegara la ayuda.
La luz empezaba a descender y el miedo de las cuatro niñas se empezaba a mezclar con deshidratación y falta de alimento. Una luz de esperanza se encendió cuando el nieto mayor de Miguel logró volver a contactarse con la línea de Emergencias, que indicó hacer fuego para poder dar con la posición exacta.
Cerca de las 20 fueron divisados por personal de Bomberos de Fernández Oro, acompañados por Policías de la Comisaría 26, también de esa ciudad. «En un momento estaban casi en frente nuestro pero no nos vieron y se fueron», contó Olga.
«Queremos agradecer porque se comportaron muy bien, nos trataron re bien, nos dieron agua y alimento», relató emocionada. «Pensabamos que no ibamos a poder volver», agregó. «Hicieron una gran labor y estamos más que agradecidos, están muy bien preparados», sostuvo Miguel.
Tras el rescate se les proporcionó bebida y comida, y fueron trasladados al hospital de Fernández Oro, adonde constataron el estado de salud y finalmente pudieron regresar a su casa, luego de haber vivido una «aventura real», dijeron entre risas.
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