Los pronósticos anuncian una recuperación el año que viene
Tras el derrumbe que trajo la pandemia y tres años de recesión, las proyecciones anticipan que 2021 traería consigo un alza del nivel de actividad.
“Tenemos la expectativa de que 2021 será un año con un alto nivel de crecimiento económico; tal vez de los más altos de los últimos 10 años de la Argentina”. El osado pronóstico fue lanzado por el Presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, en su disertación durante el evento GZERO Summit Latinoamérica 2020, organizado por la Bolsa de Comercio de Brasil y la consultora Eurasia. Durante su exposición, Massa agregó que durante el año que viene el gobierno intentará lograr el objetivo mediante la “recuperación del mercado interno, una mayor sostenibilidad fiscal y el fortalecimiento de la balanza comercial con aumento de las exportaciones”.
Tan pretencioso como atractiva, la hoja de ruta que presentó el numero uno de la Cámara Baja, es la que tantas veces se le ha reclamado al Presidente de la Nación durante su primer año de gobierno, o a su Ministro de Economía, Martín Guzmán, a quien el acuerdo de reestructuración le insumió al menos la mitad del año que lleva al frente de la cartera.
Lo cierto es que ha llegado a su fin uno de los peores años de los que se tenga memoria en la historia reciente, y no solo para Argentina, sino para la economía global. Es tiempo de contar los daños, evaluar aciertos y errores, y tal como anticipa Massa, proyectar lo que traerá el año próximo.
La discusión acerca del privilegio otorgado a la salud o la economía que acaparó la atención en la primera mitad del año, resulta hoy un sinsentido propio de las recurrentes grietas políticas que atraviesan el corto plazo vernáculo.
Los datos que arroja el final del año demuestran que en todo el mundo, la pandemia dejó un tendal tanto a nivel sanitario como económico. La permanente comparación con el manejo de la pandemia en otros países, o con la extensión de las restricciones en otros lugares del mundo, quedan eclipsadas al observar como el rebrote del virus en distintos puntos del mundo obligan a los gobiernos a retroceder sobre sus propios pasos en la eliminación de las restricciones.
En efecto, durante la última semana Francia anunció un estricto toque de queda diario desde las 20 hs, a fin de contener el rebrote con motivo de las fiestas de fin de año. Al mismo tiempo, y luego de registrar casi 1.000 muertos en un solo día y con más de 27.000 nuevos casos diarios, la Canciller alemana Angela Merkel decretó el regreso al confinamiento estricto para todas las actividades no esenciales, incluyendo suspensión de clases. Al anunciar la medida sentenció que la pendemia es “el mayor reto social y económico que ha atravesado la Unión Europea desde su fundación”.
También esta semana, el Rey Carlos XVI Gustavo de Suecia sorprendió con severas críticas a la forma en que su país abordó la crisis sanitaria y económica, cuando afirmó: “Pienso que hemos fracasado. Hemos tenido una gran cantidad de personas que han muerto y eso es terrible. Es algo con lo que todos sufrimos”.
Los datos son elocuentes: no hay país del mundo que haya escapado al impacto del virus. La clave comienza a ser cómo lograr una rápida recuperación.
Las declaraciones del soberano y la reposición de las más severas restricciones, descolocaron a más de un analista en estas costas, los cuales dedicaron gran parte del año a ensalzar el manejo de la pandemia justamente el países como Francia, Alemania y Suecia, y a denostar la estrategia sanitarista aplicada por el gobierno argentino al inicio de 2020.
Si a ello se suman las serias dificultades que se observan en relación a la efectividad, la certificación, y la producción de las diferentes vacunas, todo invita a pensar que el año próximo no será sencillo.
Impacto y caída global
De un dato no caben dudas al cierre de 2020: en materia económica, el virus ha golpeado a poderosos y desposeídos, a desarrollados y subdesarrollados, a tecnologizados y emergentes, ninguno logra escapar al impacto. El Fondo Monetario Internacional estima que el año 2020 finalizará con la economía global contrayéndose un 3%, y afirma que la caída es mayor a la que experimentó el mundo con la crisis de 2008/09.
Un recorrido rápido por los cinco continentes, arroja que con foco en el segundo semestre, la economía retrocedió en todos los países del mundo, y lo hizo más allá de la estrategia sanitaria utilizada para contener la pandemia. Las palabras del soberano sueco echan por tierra la idea de que mayores libertades equivalen a mejores resultados sanitarios y económicos.
Un informe publicado por la consultora Macroview, del ex Presidente de Banco Nación en los primeros años de la gestión Macri, Carlos Melconian, da cuenta de la evolución del nivel de actividad en diferentes países del mundo en los tres primeros meses del año, y el balance neto final del año.
Se observa un primer grupo de países conformado por EEUU, Francia, Alemania, Italia, China y Brasil, cuya característica es un segundo trimestre con una caída fuerte y un tercer trimestre con una recuperación de una magnitud similar a la merma del segundo trimestre. Al final del año, este grupo ostenta una caída neta moderada, que oscila entre el 3,5% y el 4,5% (ver cuadro adjunto).
Un segundo grupo lo conforman dos casos particulares, México y Chile, que finalizan el año con una caída de entre 6% y 8%.
Un tercer grupo registra una profunda caída en el segundo trimestre, pero la recuperación del tercero no alcanza a compensarla, lo que deja el registro final del año con una merma en el nivel de actividad de entre 9% y 18%. En ese lote conformado por países como Reino Unido, España, Colombia y Perú, se encuentra tambien Argentina, que finalizaría el año con el producto cayendo al 9,3%.
La conclusión inequívoca es que la pandemia, no ha distinguido acerca de países serios o atrasados, más abiertos o más cerrados, y deja la economía al final de 2020, cayendo sin excepciones, en todo el mundo.
De cara a 2021
Cierto es que no es lo mismo recibir un golpe en medio del auge, que hacerlo en medio de la recesión. Es la razón fundamental respecto a la forma en que la economía Argentina absorbe el costo de la llegada del virus y la principal diferencia en relación a los países vecinos: el desbarajuste económico en nuestro país no inició con el Covid-19. Se remonta más bien a la crisis financiero-cambiaria desatada en mayo de 2018, dos años antes de la pandemia.
El citado informe de Macroview pone en perspectiva precisamente ello, al revelar que la economía nacional recibió al virus en pleno retroceso del nivel de actividad, lo que potenció el golpazo de 2020.
El segundo gráfico adjunto, muestra la variación trimestral del PBI de forma desestacionalizada y con base 100 en el año 2004. Queda a la vista que en el promedio de los siete trimestres previos al arrivo de la pandemia, la economía nacional ya se había contraído un 6,6%.
El gráfico muestra que al finalizar 2020 y contabilizando la recuperación que se observa en el tercer y cuarto trimestre, el año finalizará con una caída que significa un retroceso de entre el 12% y el 13% respecto al escenario previo a la crisis de la experiencia aperturista del macrismo, y una caída extra de entre el 7% y el 8% respecto al escenario que recibiera Alberto Fernández al momento de se asunción.
Sin embargo, lo más valioso del citado gráfico, es el planteo de dos posibles escenarios de cara al año 2021.
En el primero, se traza la posibilidad de que el rebrote del virus no llegue al país, atendiendo la posibilidad de que finalmente el programa de vacunación pueda implementarse previo al comienzo de la temporada de frío, y a que las principales variables de la economía se encausen. Significaría un crecimiento de entre el 6% y el 7% el año próximo.
En el segundo, se prevé un rebrote, a tono con lo que sucede en el resto del mundo. Aún en ese marco, la economía se recuperaría en torno al 3%/4% en 2021.
En otras palabras, probablemente el crecimiento del año próximo no tenga los ribetes épicos que intenta imprimirle Massa, pero es evidente que se avecina un año con mayor consumo, inversión y exportaciones. También un año electoral.
Datos
- 9,3%
- Lo que cae la economía argentina al cierre del tercer trimestre de 2020, y tras contraerse 16% en el segundo.
- 6/7%
- Sería el crecimiento el año que viene si arranca la vacunación y se logra evitar un rebrote del virus en el primer trimestre del año próximo.
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