Los Pericos, mucha experiencia y flexibilidad

El próximo fin de semana la banda tocará en la Fiesta de la Confluencia en Neuquén. Antes de su recital “Río Negro” entrevistó el cantante Juanchi Baleirón.

Los Pericos comenzaron a tocar en 1986 y al año siguiente lanzaron su primer disco, “El ritual de la banana”, cuyas ventas alcanzaron 180 mil placas y un Triple Platino. Desde entonces recorrieron en tres décadas los más diversos escenarios. Con sello propio presentaron “Soundamérica” en 2016 tras seis años sin publicar un compacto.

Encuentro de “Río Negro” con Juanchi Baleirón en su casa porteña, tarde calurosa para repasar treinta calendarios ininterrumpidos de música, a los que llegaron consolidados, con cambios en el camino, manteniendo una línea que los define. Una construcción en banda que requiere inteligencia, sabiduría, paciencia. “Y mucho amor, además de proyectos. Incluiría también a Ana (Poluyan), mi mujer, la mánager que es motor fundamental. Así que es una cuestión relacionada con un sentimiento, como -en comparación doméstica- cuando uno tiene un negocio familiar para fabricar pastas y pasa por todo tipo de vicisitudes internas, externas, por modas alimentarias… Algo parecido sucede cuando se tiene el amor propio puesto en un trabajo que se hace con inspiración, con arte, con ganas, con música, con entretenimiento, y se vive de él. Pasan todas esas cosas juntas, pero siempre, ante las adversidades, estamos con los amigos espalda con espalda, sabiendo que no hay nada mejor que seguir adelante”, define Baleirón. “Un poco, sigue Juan, así se puede entender cómo es estar en una banda tanto tiempo, transitar momentos buenísimos, otros más o menos, como en la vida misma. Hay mucho amor y ganas de continuar tocando y divirtiéndonos, de defenderla y cada tanto frenar la pelota. Somos un grupo en constante movimiento, que va para adelante, huimos hacia adelante, como decimos en joda. Hay que mirar lo hecho, dónde estamos, lo que somos hoy y lo que ha sido el camino de 30 años. Nos ponemos recontentos, lo celebramos, estamos felices y aprendimos a construir, a avanzar sin pausas, a sobreponernos a cualquier revés. Y, a la vez, a disfrutar del camino”.

P- Hubo compañeros que se alejaron, uno falleció…

R- Tal cual. Eso cimbronea y pone a prueba. Nosotros tenemos una estructura firme pero flexible. No basta solo con ser fuertes. Con respecto a los aspectos internos sucedió la partida de un cantante importante (Bahiano, en 2004) o la pérdida de Horacio (Avendaño, saxofonista, en julio de 2013 después de una larga lucha contra el cáncer). Son cosas muy duras, sobre todo la muerte irrevocable. Aprendimos a ser flexibles y a entender que de todo se puede salir también con firmeza. La clave de nuestra estructura reside en eso y en ser inteligentes para comprender los mecanismos, ser previsores y ver la jugada desde antes, cosa que enseña la experiencia.

El mensaje que damos Los Pericos es ser un ejemplo de unidad, de grupo con amor propio. Yo no me quedo en el ego de decir cómo inspiramos con nuestra música, la gente la recibe, la toma, la tiene como parte de la banda sonora de momentos de su vida que acompañamos con nuestras canciones, la inspiramos para hacer, a tomar desafíos. Me jacto de ser lo que somos, como personas, como equipo humano compacto, fuerte y flexible, que ha transitado situaciones geniales y duras. En eso somos los mejores, se la peleo a cualquiera. Hoy vivimos un tiempo súper saludable.

P- Acabás de llevarme a lo que pensaba proponerte, repasar uno por uno a Los Pericos. Comencemos por Diego “Chapa” Blanco (tecladista y coros).

R- Es un gran talento musical y tiene un temperamento tranquilo que nunca se altera. Contrario al mío, que soy bastante calentón e impulsivo. En lo humano y en lo musical es un pilar importantísimo. Chapa es el súper jugador del equipo.

P- ¿Gastón? (Gonçalvez bajista).

R- Es una roca compacta que empuja, que tiene fuerza y un carácter hiperactivo. De hecho, lleva adelante muchos proyectos musicales a la vez. Nos alienta para que no nos durmamos y resolvamos. Tiene una presencia en vivo muy buena y un sonido profundo, más roquero que reguero, que viene muy bien a nuestra manera de sonar.

P- ¿Marcelo? voz y percusión, hermano de Diego).

R- Es un espíritu con visión artística muy libre. Tiene una sensibilidad especial y aporta siempre musicalidad. A veces no maneja el lenguaje musical pero detecta en forma clara cuando las cosas están bien o no. Es importante su enfoque.

P- ¿El Topo? (Ariel Raiman, baterista).

R- Con El Topo somos hermanos desde 1982. Nos conocemos tanto, y es el pilar, el motor rítmico, el beat de Los Pericos. Es el corazón que late y genera los ritmos tan propios nuestros. No se puede concebir el grupo sin él. Siempre estuvo de un modo vital.

P- Willie, Guillermo (Luis Valentinis).

R- Es de los más antiguos que conozco dentro de la banda. En el ‘86 era mi alumno de guitarra. Puse un aviso en la revista “Pelo”, él vino y al poco tiempo se encontró con el resto de Los Pericos en la playa y lo convocamos a tocar. Tiene chispa, observa todo, es bastante conservador en muchos aspectos y nos equilibra cuando estamos muy caóticos o volados. Tiene una visión bien concreta, es medido y está muy bien tener alguien que te cachetee para ubicarte.

P- No te escapes, esperá, queda Juan Alfredo (“Juanchi” Baleirón).

R- No me hagas hablar en tercera persona que no soy Maradona (reímos) ni Riquelme.

“Somos un grupo en constante movimiento, que va para adelante, huimos hacia adelante, como decimos en joda. Hay que mirar lo hecho, dónde estamos, lo que somos hoy y lo que ha sido el camino de treinta años”.

P- No solo cantás, tenés una función de eje por tu personalidad, tu ubicación en el escenario, tu manera de mirar e involucrar a los compañeros, como un pivot en el básquet que reparte el juego y pone la pelota justa para que otro la vuelque en el aro.

R- Puede ser, sí, el que termina ordenando un poco, algunas cosas, pero de un modo democrático y consensuado, no por imposición. Alguien tiene que hacer ese trabajo. Somos una usina constante de ideas que van y vienen, y yo trato de armonizar para darle la personalidad perica a una presentación, un disco, lo que sea. ¿No sé cuánto más puedo hablar de mí?

P- Agrego otra: cuando Bahiano se fue, ocupar su lugar no era tarea fácil y diste el paso para ponerte al frente, dominando la escena.

R- Sí, bueno, sentí que debía ser así. Estábamos medio boyando, viendo qué onda, me puse a cantar y a todos nos cupo. Fue cuestión de decir, acá estoy, vamos para adelante. Lo tomé como natural, tenía que ser, en un punto. Inevitable. Lo conversamos con la banda y con Ana que me hizo ganar confianza, me alentó, hay que acomodarse al rol y bancársela.

“Aprendimos a ser flexibles y a entender que de todo se puede salir también con firmeza. La clave de nuestra estructura reside en eso y en ser inteligentes para comprender los mecanismos y ver la jugada desde antes”.

P- En días más, van a presentarse en la V Fiesta de la Confluencia en Neuquén.

R- El sur siempre fue amable con nosotros. En la primera gira patagónica de 1988, hicimos Punta Arenas (Chile), Río Grande, Ushuaia, Gallegos, pero antes habíamos tocado en Bariloche y en Independiente de Neuquén. Fue tremendo, increíble, el estadio lleno… Siempre recibimos buena onda y nos motiva mucho ir. Es una gran ciudad y hemos visto cómo ha crecido hacia arriba y en extensión. Siempre con su idiosincrasia, su cariño.

Martin Herr

“Me jacto de ser lo que somos, como personas, como equipo humano compacto, fuerte y flexible, que ha transitado situaciones geniales y duras. En eso somos los mejores, se la peleo a cualquiera”

Juanchi Baleirón, voz actual de Los Pericos.

Treinta años de historia en diez discos

“El ritual de la banana” (1987). Un debut explosivo.

“King Kong” (1988). Producido por Herbert Vianna.

“Rab a dab stail” (1990). Mucho reggae, pero poca repercusión.

“Big yuyo” (1992). Un súper vendedor regreso, con “Me late”.

“Pampas reggae” (1994). Vendió 60.000 copias en dos semanas.

“Yerba buena” (1996). En Argentina fue el disco de platino.

“Mystic love” (1998). Fue presentado en Buenos Aires Vivo III.

“Desde cero” (2002). Último grabado con El Bahiano.

“Pura vida” (2008). Primer disco con Juanchi como cantante principal.

“Soundamérica” (2016). El regreso después de seis años al disco.

Datos

“Somos un grupo en constante movimiento, que va para adelante, huimos hacia adelante, como decimos en joda. Hay que mirar lo hecho, dónde estamos, lo que somos hoy y lo que ha sido el camino de treinta años”.
“Me jacto de ser lo que somos, como personas, como equipo humano compacto, fuerte y flexible, que ha transitado situaciones geniales y duras. En eso somos los mejores, se la peleo a cualquiera”

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