Los pedalistas tiemblan ante los testeos en el Tour de Francia

En la primera jornada de descanso en el Tour de Francia el debate volverá a girar sobre la Covid-19. Después de nueve etapas, en las que los organizadores se han obsesionado en mantener a los ciclistas y sus auxiliares en una burbuja, hay curiosidad por saber si la pandemia logró romper el control. Todos los pedaliustas cumplirán hoy con su test PCR, aunque no tendrán los resultados hasta mañana antes del décimo parcial de la prueba que lidera Primoz Roglic.

Si durante la pasada semana la afluencia de público fue mucho más reducida que en ocasiones anteriores, las dos etapas en los Pririneos dejaron imágenes de más aficionados al borde de las rutas, muchos de ellos sin mascarilla y sin cumplir la distancia de seguridad.

Particularmente sorprendente fue ver la cantidad de público que hubo el pasado sábado en la subida a Peyresourde, último puerto de la etaoa, donde se vieron muchas banderas vascas y de otras regiones de España

En la subida al Marie Blanque, última cota de ayer, hubo menos público, quizá por la lluvia. “Es lindo estar cerca de casa, pero es verdad que algunos no llevaban mascarilla. A ver si logramos que todos lleven, que respetemos todos los protocolos para el bien de todos”, señaló Mikel Nieve en un mensaje repetido por la mayoría de compañeros.

“El riesgo es importante porque con dos contagios podemos irnos a casa. Hay que extremar todas las medidas. No sé si es una decisión injusta o no, pero confiamos en que todo salga bien de aquí a París”, señaló David De la Cruz.

“Hay peligro para nosotros, pero también se agradece el apoyo del público”, aseguró Castroviejo, quien al menos rememoró cómo eran las pruebas con gente después varias sin nada o casi nada de público.

La situación pasó inadvertida para Rigoberto Urán, quien vio posteriormente vídeos en los que aparecían aficionados que estaban sin tapabocas.

“Hay que tener cuidado. El equipo y el Tour nos está cuidando mucho, tenemos que pedir a los aficionados que se cuiden””, comentó.

Se vivieron algunas imágenes inesperadas en los hoteles de los equipos, que teóricamente debían ser fortalezas para aislar a los pedalistas, pero que se vieron rotas en numerosas ocasiones. El Tour realizó medio centenar de test diarios a lo largo de la pasada semana, aunque no se comunicaron us resultados.

Todos los certificados llegarán antes de la décima etapa y es donde entra el temor de los ciclistas, quienes saben que con dos casos dentro del mismo equipo se irán para casa aunque deberían de repetir la prueba para evitar falsos positivos.

La Asociación de Ciclistas Profesionales (ACP) pidió a los fans que animen en las rutas de forma responsable y a la organización que refuerce las medidas de precaución en zonas de velocidad baja. Nadie quiere que el virus pare el show dentro de una burbuja que, hasta la fecha, funciona.