Mineros de Andacollo pasan la noche encerrados en la entrada de la Ciudad Judicial
Alrededor de los manifestantes en el edificio, la policía instaló retenes en las inmediaciones. Hubo momentos de tensión durante las primeras horas de la noche cuando los efectivos golpearon a un minero, detuvieron a una persona que instaló una carpa y agredieron a un mensajero.
Un grupo de 35 mineros mineros de Andacollo permanecerá cercado toda la noche en el ingreso principal de la Ciudad Judicial de Neuquén, situada en la calle Leloir. Aguardan alguna nueva reunión que pueda terminar con la prolongada medida de fuerza que vienen llevando a cabo por el pago de salarios adeudados.
Por la permanencia de los manifestantes, que esperan a que se defina el conflicto de la concesión de la mina de oro y saber qué sucederá con los salarios adeudados, la policía de Neuquén desplegó un importante operativo de seguridad.
Efectivos uniformados y vestidos de civil bloquearon todos los accesos al edificio judicial. Los mineros denunciaron que no tienen la posibilidad de adquirir víveres, de recibir correspondencia, ni siquiera tener acceso a un sanitario para higienizarse en un contexto de emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus. Para hacer sus necesidades básicas debieron improvisar su propio baño.
“Estamos rodeados de policías como si fuéramos delincuentes”, afirmó el secretario general de la delegación Zapala de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA), Gustavo Sepúlveda.
Durante la tarde del sábado, la intersección de Leloir y Las Lilas estaba bloqueada al tránsito vehicular, y en la esquina de Entre Ríos y Pinar fue impedida la circulación hasta la rotonda del Ministerio Público Fiscal.
El dirigente sindical relató tres situaciones de tensión que vivieron durante las primeras horas de la noche del domingo.
La primera fue cuando un compañero fue a comprar cigarrillos a un comercio. Al llegar al cerco policial se identificó como un minero que estaba en el corte. “Cuando volvía, la policía le pidió que se identifique. Le dijo que estaba en el corte, así que lo quisieron detener”, detalló Sepúlveda, quien agregó que un efectivo sacó su arma reglamentaria, la cargó y el compañero “se asustó y salió corriendo, y ahí lo siguieron y le pegaron”. Los manifestantes, que vieron lo que sucedía en la rotonda, lograron apartar a su compañero y el pequeño grupo de cinco policías en inferioridad numérica se apartaron.
El segundo conflicto fue protagonizado por una persona que asiste a los mineros. Logró ingresar con autorización de la policía porque iba acompañado por un concejal. “Después de instalar la carpa se lo llevaron detenido”, manifestó Sepúlveda.
Otra situación similar se dio cuando intentaron detener a una persona que pretendía entregar una carta a los mineros. Sepúlveda afirmó que en el retén fue golpeado.
La tensión siguió en el corte de Arroyito
En Arroyito, un grupo más reducido mantiene el corte en la Ruta 22. La modalidad se repetirá: dejar pasar vehículos cada tres horas.
Sepúlveda dijo que Gendarmería “acercó los retenes a la gente” y aseguró que los efectivos permitían que los camioneros se acercaran a increpar con los manifestantes. Por tal motivo decidieron permanecer con el corte unas horas más durante la noche.
Los trabajadores mineros llegaron a la región hace más de diez días para reclamar los dos meses de salario que adeuda la concesionaria del yacimiento, Trident Southern Explorations de Argentina. El gobierno provincial le rescindió el contrato a la empresa luego de constatar que se había presentado en concurso de acreedores, por lo que ahora aguardan que sea el Estado el que dé una solución al conflicto.
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