Los juegos de equilibrio de Alberto


La participación en el coloquio de IDEA fue una de las razones de la salida del gobierno de Roberto Lavagna, en el 2005, aunque se sabe que más pesó su temprana denuncia de sobrecostos en la obra pública.


«Nunca dijo que iba a ir. Y no va a ir”. El entorno de Alberto Fernández negó enfáticamente a esta columna que el candidato vaya a participar esta semana del coloquio empresario de IDEA, que reúne cada año a toda la dirigencia argentina. La versión sobre la asistencia de Fernández circuló con fuerza el viernes y abonó la teoría acerca de una cada vez más marcada autonomía del exjefe de Gabinete de su jefa política Cristina Kirchner.

Parece que algunos en el Frente de Todos quieren desalentar esa impresión. Pero Fernández, como decía el Coco Basile de sus jugadores en la selección, tiene la costumbre de moverse dentro de la cancha. En una entrevista, el jueves, descartó que Cristina vaya a tener participación en el armado de un eventual gabinete. “Cero injerencia”, dijo ante una pregunta.

Dueña de los votos del Frente, una Cristina reducida a “cero” es una posibilidad sin duda no contemplada en el acuerdo que selló en mayo la unidad del peronismo. Es probable sin embargo que Fernández termine rodeado también por algunos nombres que sean del agrado de la expresidenta, dándoles juego a las alternativas “de la periferia”, como él mismo explicó a empresarios y sindicalistas en su primer contacto en busca de un nuevo pacto social. La “periferia” son los duros del Frente de Todos.


Macri responsabilizó a las empresas -también a los gremios- de la inflación contumaz durante su gobierno, en lo que fue otro giro conceptual sobre la cuestión económica.


El capítulo IDEA se inscribe en este juego de delicados equilibrios internos del peronismo. De Fernández. En su etapa, los Kirchner nunca participaron de esos encuentros empresarios y prohibían a sus ministros que lo hicieran. Fue una de las razones de la salida del gobierno de Roberto Lavagna, en el 2005, aunque se sabe que más pesó su temprana denuncia sobre cartelización y sobrecostos en la obra pública. Lavagna veía entonces cosas que Alberto Fernández, ministro coordinador de aquel gobierno, aún hoy no alcanza a ver.

Fernández ha profundizado su interacción con el empresariado, con el establishment económico, con los fondos de inversión, con Washington. Son mundos que conoce y que lo conocen bien. No hay quien pueda sorprenderse sobre estos vínculos. Fernández ha sido innumerables veces la puerta que comunicó a Kirchner con esos sectores, quien suavizó asperezas y acercó posiciones. Fue igual con Cristina Kirchner, pero más breve y sin éxito. Esa habitual versatilidad de Fernández contrasta en estas horas con el aislamiento en el que parece verse el presidente.

Mauricio Macri rompió los puentes con los industriales desde el reciente acto de Córdoba, donde Miguel Acevedo, titular de la UIA, lo desairó yéndose antes de que pronunciara su discurso. El presidente se lo recriminó desde ese mismo escenario. Hace unos días responsabilizó a las empresas -también a los gremios- de la inflación contumaz durante su gobierno, en lo que fue otro giro conceptual sobre la cuestión económica (Kirchner habría dicho: “No escuchen lo que digo”). Esa relación de Macri con los de su mismo palo ha sido compleja desde el comienzo y merece un análisis desde otras disciplinas para descifrarla. Para los industriales, sin embargo, el tiempo de este presidente ha terminado. No son los únicos que opinan así.

En la Jefatura de Gabinete daban también escasas chances a que Macri viaje a Mar del Plata el viernes para la reunión de IDEA. Podría eventualmente enviar un mensaje o salir por videoconferencia, decían allí. Lo atribuyen a cuestiones de agenda de campaña. Ese día el presidente tiene un acto en Corrientes en el marco de sus exitosas recorridas por el interior. Pero también figura en el programa empresario.

La agenda también complicó el juicio oral por el desvío de la obra pública contra Cristina Kirchner, procesada como jefa de una asociación ilícita. Es lo que informó el Tribunal Oral 2, que anticipó que retomará las audiencias el 4 de noviembre, cuando ya se conozca el resultado de la elección y ella sea eventualmente vicepresidenta electa.

Los tiempos están cambiando, escribió Dylan. El poeta, no el perro.


Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $2600 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora