Los jardines maternales de Bariloche piden auxilio estatal
Los padres dejan de pagar la cuota y a los jardines de la ciudad se les complica la supervivencia. La oferta pública no llega a cubrir la demanda. Reclaman un subsidio para subsistir.
“Saco al nene del jardín porque no sé si el mes que viene pueda pagar la cuota”. El planteo no es de un padre sino de muchos que hoy, frente al aislamiento obligatorio y la crisis económica, se replantean la continuidad de sus hijos en los jardines maternales.
La suspensión de las clases y actividades caló hondo en los 15 jardines maternales que están habilitados en Bariloche. Los directivos evalúan cómo subsistir hasta el final de la cuarentena.
“No recibimos subvención ni subsidio del Estado. Subsistimos por la cuota mensual que pagan los papás y hay muchos que no están pagando”, recalcaron desde las instituciones que reciben niños, a partir de los 45 días hasta los 4 años.
“No hay un sistema estatal que cubra la primera infancia. Están solo las guarderías municipales que son pocas y no alcanzan a cubrir la población. Nuestra actividad es clave”, aseguró Romina Loyola, del jardín Rocío del Cielo.
Alarmados por el futuro de las instituciones, un grupo de padres pidió el otorgamiento “urgente” de un subsidio. La nota, dirigida a la ministra de Educación de la provincia, Mercedes Jara, al intendente Gustavo Gennuso y a la presidenta del Concejo Municipal, Natalia Almonacid, ya cuenta con la adhesión de 994 padres.
Recordaron que existen solo ocho jardines estatales en Bariloche que reciben niños de entre 45 días a 3 años, que cubren alrededor de 700 vacantes. “Basta mirar los registros de nacimientos de los últimos años para entender que las familias de esta ciudad nos vemos obligados a contratar jardines maternales privados”, insistieron.
No hay un sistema estatal que cubra la primera infancia. Están solo las guarderías municipales que son pocas y no alcanzan”
Romina Loyola, del jardín Rocío del Cielo.
En un relevamiento que realizaron entre diferentes instituciones maternales privadas, los padres detectaron que sólo un 40% de las familias pudo pagar la cuota correspondiente a abril. De ese 40%, solo un 30% pudo pagar la totalidad; mientras que el 70% abonó una parte.
Estas instituciones reciben desde 40 a 100 niños. La mayoría de los jardines cuenta con un mínimo de 10 empleados. La mayor preocupación hoy es el pago de salarios, las cargas sociales y en muchos casos, los alquileres.
“Que una familia, dos o tres decida no pagar, vaya y pase. Pero cuando son 10, 20 o 30 afecta significativamente. En agosto o septiembre cuando volvamos, vamos a estar destruidas económicamente”, pronosticó Loyola, al tiempo que aseguró que muchas directoras se plantean la continuidad de los jardines.
Los más chicos
- 15
- jardines maternales privados funcionan en la ciudad de Bariloche. Cubren un hueco en la oferta estatal.
Rocío del Cielo, ubicado en el barrio La Cumbre, recibe niños del barrio El Frutillar, 400 Viviendas y Levalle, entre otros del sur de la ciudad. “Nuestra situación –admitió– es distinta a la de otros jardines en pleno centro que trabajan con empleados judiciales, médicos o abogados”.
Al igual que los padres, las directoras ya solicitaron auxilio económico al intendente, al Ministerio de Educación de Río Negro y a la senadora Silvina García Larraburu que fue la única quien hasta ahora, se hizo eco del pedido. “Es bastante angustiante la situación. Se nos viene mayo y tenemos una reunión el jueves vía Zoom para plantearnos los pasos a seguir si la ayuda no llega”, reconoció Loyola.
“Nuestra preocupación –plantearon– es que muchas familias dependen de nosotras. Nos ofrecen créditos a tasa cero pero es un arma de doble filo. No sabemos si vamos a poder pagar”.
Comentarios