Los israelíes copan Bariloche durante el Verano
Los jóvenes, con mochilas, y los mayores de 60 buscan hoteles 5 estrellas. Un segmento de turistas que se mantiene entre diciembre y abril.
Los carteles en hebreo abundan en las vidrieras de algunos comercios de Bariloche. Hay locales de empanadas que ofrecen cartas en hebreo, al igual que las heladerías que exhiben sus gustos en esa lengua.
Grupos de jóvenes recorren las góndolas de los supermercados, caminan por las calles, abordan los colectivos y sobretodo, caminan los refugios de montaña con inmensas mochilas cubiertas con fundas.
“Vine a Bariloche por el chocolate”, dice jocoso en un inglés algo trabado, Dor Raba, de Ascalón, una ciudad de Israel, a orillas del Mar Mediterráneo. “Me dijeron que tenía que visitar Bariloche, al igual que Buenos Aires, Ushuaia, Calafate y Chaltén. Después de hacer trekking, el plan es ir a Pucón (en Chile) y luego a Brasil”, agregó en relación al viaje planificado que le tomará 5 meses en Latinoamérica.
Desde hace décadas, Bariloche se convirtió en un destino amigable para el turismo israelí que se basa especialmente en recomendaciones de ciudades, comercios y hospedajes.
Pero no solo los jóvenes de 22 y 23 años visitan la región una vez que terminan el servicio militar obligatorio en su país.
El turismo juvenil israelí de bajo costo se contrapone al de los mayores de 60 años que se vuelcan a servicios de alta gama.
Este segmento definido como “otro perfil turístico” se incrementó esta temporada en gran medida. Consumen mucho, prefieren otros itinerarios, buscan hotelería cinco estrellas, traslados y paquetes de excursiones.
“Comienzan a llegar a la ciudad a partir de diciembre. Este año ayudó mucho el valor del dólar pero también la promoción. Ellos venían por su cuenta en un principio pero después el Emprotur hizo una fuerte campaña en Tel Aviv”, sintetizó Ezequiel Barberis, titular de Bioceánica Turismo que trabaja con este segmento desde hace ya 12 años.
Cuatro días y tres noches destinan a Bariloche. El paseo clásico es el recorrido por Circuito Chico al igual que el cerro Tronador y el camino a Siete Lagos. Suelen llenar dos parrillas céntricas.
También contratan el cruce andino a Puerto Varas, en Chile; mientras que otros grupos viajan hasta Futaleufú, más al sur.
“Es un público que no se percibe porque se la pasa en excursiones afuera de la ciudad. Hacen actividad durante todo el día. Y vienen porque alguien les recomendó”, acotó Barberis.
Destino amigable: la opinión de los locales
El hostel Las Moiras, a escasos metros del Centro Cívico, es uno de los predilectos por el turismo israelí.
Una de sus dueñas, Nery Tomba, reconoce que en los últimos años aprendió unas pocas palabras en hebreo con las que cada tanto sorprende a los huéspedes.
“Después de viajar, ellos mismos se recomiendan lugares. Tienen una página de Facebook donde sugieren para bien y para mal. También tienen una tarjeta de descuentos en varios lugares”, relató la mujer.
Los jóvenes, explicó, suelen alquilar un auto para recorrer durante el día. Cabalgan, andan en bicicleta, recorren el cerro Campanario y la cascada de los Duendes.
A la tarde, ya de regreso, compran comida en el supermercado y cocinan en el hostel.
“Son muy libres. Quizás vienen dos, se hacen amigos y comienzan a recorrer todos juntos. Se conocen mucho en los viajes”, indicó Tomba.
“Do you like?”, pregunta Marcelo Maccayone a un joven que no deja de observarse en el espejo de su barbería, con aire satisfactorio.
“Ginebra” abrió sus puertas hace exactamente un año. Un día cualquiera, un grupo de israelíes se atendió en la peluquería y tomó algunas fotografías que luego, se subieron a una página de Facebook. A partir de ahí, hubo fila de israelíes en la peluquería.
“Por día, tenemos 15, 20. Piden corte y barba y son muy exigentes. Buscan calidad. Nos sorprende que vienen a atenderse y saben hasta nuestros nombres. Muchos cuando llegan a Israel nos mandan fotos”, describió Maccayone.
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